20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

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Elsa Martínez

Las otras Navidades

Quizás resulte muy manido, o puede que, sin darme cuenta, esté cayendo en los típicos tópicos en los que solemos deslizarnos hasta el hastío cuando tocamos ciertos temas… es posible que incluso la duda arraigada en la conciencia colectiva sobre el sentido de la Navidad, reflexión tan clásica como pseudointelectual de prototípico personaje existencial de novela, pueda estar minando mi cerebrito.

Pero la pura verdad, la puritita realidad (como diría Carla de La La a través de Venezia, la madre de Lulú), es que este año las Navidades pueden y deben tener otro Acting, otro escenario; y no es fruto de palabras manidas, ni de actitudes snob (de las que yo adolezco normalmente porque me parecen una lata de narices) sino porque en los tiempos que corren, con lo que veo alrededor, se me antoja que hay formas y formas de pasar los próximos días. Quizás la enfermedad de un bastión familiar sea el motivo por el que he tenido que darme cuenta de lo elemental (querido Watson…) frente a lo accesorio. Y ese cambio de vida y la actitud de fraude triste de los que se suponen deberían ser los mejores (en realidad se han tornado mas bien cutres y lamentables) me ha enfrentado a otras opciones de relax mucho mas serenas , pero también interesantes por lo importante que resulta descansar mentalmente ante tanta presión. Y así me choqué, Alvarado mediante (exposición imprescindible para estas Navidades en el Museo del Traje) con una novela que, confieso, me esta resultando apasionantemente divertida e intrigante, curiosa y muy bien escrita por la pluma ágil de una periodista y amiga, una crack de la opinión libre e inconformista, que , tengo constancia, está ahora mismo ocupadísima, entre otras cosas, en enfrentarse a todos los tópicos que se encuentra por su camino en lo llamado “políticamente correcto”.

Es curioso como estamos de nuevo en tiempos de censura puritana, albergada en cerebros técnicamente modernos, y bajo la “virginal” pátina de un movimiento ideológico filosófico que va resultando mas cercano a la Sección Femenina que al progresismo que postula. Y ahí es donde esta Navidad coincido con Carla en la necesidad de escupir palabras que llegan al corazón en un tono de comedia irónica que te reconcilia con la vida misma. Mientras, acariciando las paginas de las aventuras de una “muertecita” sin rumbo pegada a su hija con cola pura de madera, como poco, he girado la vista sobre el ultimo mail que me ha mandado una gran profesional, Susana Domínguez, para presentarme de nuevo a la joyera arquitectónica y divina Belén Bajo.

Y entre mis gafitas de leer (la cosa de trabajar tanto me ha dejado la vista hecha un guiñapo) y la cara de Ratita Presumida que se me queda cuando se me caen sobre el tercio medio de la naricilla… he pensado que confiar en el diseño español puro, e invertir también un poquito en una verdadera obra de arte que ponerse encima (pendientes, sortija, collar o gargantilla…) también es un buen ejercicio de regalo en estas fechas. Al menos, si no es la lectura, que sea una pieza que haya contribuido a levantar la industria manufacturera española y que pase a la posteridad del armario que se le suele dejar a la nieta cuando corresponda… Así que ya sabéis, el que quiera que me siga, estoy convencida que en estas próximas columnas os voy a ir desgranando rendijas de novedades que no esperabais…. Feliz Navidad.

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.

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