Mucho funcionario, pésimo servicio ciudadano

Cada día estamos asistiendo a un mayor distanciamiento entre el ciudadano y la Administración y no será por la falta de puestos de trabajo que esta crea según dicen y sin cansarse de ello, sino por la realidad de los hechos vividos día a día.

Estamos todos y todas de acuerdo en que el teletrabajo llegó en la época de la pandemia para quedarse entre nosotros y nosotras pero claro, no debería por ello y sobre todo en la Administración bloquear el servicio al ciudadano, que bastante tiene con sobrevivir.

Si se crean más puestos de trabajo en la Administración, deberían recolocar a quien correspondiera a fin de que el servicio de atención ciudadana siguiera funcionando a un ritmo adecuado sin menoscabar su efectividad y sin crear un desánimo atroz en la ciudadanía, cuando no se tiene ni tiempo para desplazamientos, ni dinero, ni sistema informático en su casa ni conocimientos para realizar los trámites vía telemática como se va exigiendo a diario.

Hasta la banca se ha dado cuenta de que deben abrir por las tardes y ayudar a las personas mayores y no mayores dando citas para ser atendidos correctamente y todo gracias a la denuncia de un jubilado tiempo atrás.

Los bancos cierran oficinas, reducen personal, limitan horarios, imponen gestiones en los cajeros, cobran comisiones por servicios, custodian nuestros ahorros y dan préstamos a particulares y empresas para que la economía del país siga fluyendo y avanzando, a la vez que se modernizan buscando optimizar sus recursos en la búsqueda de un mayor beneficio, pero tienen claro que se deben a sus clientes y que un cliente descontento se puede cambiar de banco cuando quiera.

En muchas administraciones, cada día es más difícil hacer trámites: Ni amplían horarios, ni sufren despidos, ni dan ejemplo de efectividad, amabilidad y solidaridad hacia los demás en la mayoría de los casos y eso no puede ni debe seguir así ya que si por un lado se pagan impuestos para tener una Administración moderna y efectiva y por otro lado, el movimiento no se demuestra “andando”, ¿de qué y para qué sirven tantos funcionarios?

Intenten tramitar cualquier gestión en el INEM, en el INSS o en la Seguridad Social por ejemplo tanto física, telefónica o telemática y vayan poniéndose a la cola de la desesperación diaria; intenten pedir cita por ejemplo para tramitar una jubilación; prueben, prueben, incluso aunque se tenga el certificado digital y ya verán como enseguida aparece el cartelito de: “Lo sentimos, no existe disponibilidad en los próximos días para el servicio solicitado”.

Actualmente en España, uno no puede ni jubilarse aunque quiera, ni tramitar muchas gestiones por falta de ayuda, no solo informática, sino sobre todo, humana, que es lo que una gran parte de la sociedad, falta de recursos y conocimientos necesita pero desgraciadamente y en estos casos, no se puede cambiar de Administración y claro, mientras esta no tenga la concienciación de que debería funcionar como una empresa privada, mal nos seguirá yendo a los ciudadanos.

Muchos controles para entrar en los organismos, mucho “cacheo” si se puede decir por todo lo que hay que dejar al pasar por los controles, pero una vez dentro, ¿Qué nos encontramos muchas veces?, mucho espacio, mucha luz, muchos despachos, muchas personas no siempre productivas y mucha desazón.

¿Por qué no ponen a trabajar a más funcionarios y también por las tardes en los sitios donde más se necesitan?, o incluso también los sábados, que no pasa nada, que se formen turnos rotativos con el fin de desatascar lo atrasado; ¿Por qué no dan un mayor servicio al ciudadano?; ¿Por qué no reciclan los sitios donde sobre gente y los llevan donde se necesiten?; no hagan lo que hicieron en la pandemia: todos a casa y allá penas y más y más retrasos, demostrando con ello muy poca sensibilidad hacia los contribuyentes y sus necesidades diarias.

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