Cabreado

El jueves 25 me levante escuchando cómo Herrera notificaba la noticia de la nueva cepa de virus encontrada en África del Sur. A las 11:00 leí la noticia de que el gobierno marroquí suspendía las llegadas con origen de siete países de África Austral (Botsuana, Eswatini, Namibia, Lesoto, Mozambique y Zimbabue).

En las noticias de mediodía del mismo día, una sonriente vicepresidenta informaba de que el Gobierno español, tomaría la misma medida en su reunión semanal del Consejo de Ministros del próximo martes día 30 del corriente.

No puedo más, el Gobierno debe ser efectivo en sus decisiones, o al menos en algunas de ellas, pero el actual presidente Pedro Sánchez, al que no votaré más, preside un gobierno de aprendices de todo y doctorados solo en vivir bien. Hasta la izquierda dura, nos ha mostrado que sus discursos solo sirven para llegar al poder y disfrutar de sus beneficios de todo tipo.

Residiendo en Marruecos, me pareció coherente informar al lector de la situación en Marruecos de dicha enfermedad, en comparación con España. Sí, los datos no son de Suiza, Francia, Inglaterra o EEUU, son de Marruecos.

La decisión que se toma en Marruecos el día 26, la tomará el Gobierno español hoy día 30 y se publicará en el famoso boletín oficial el día 1 de diciembre. Cuatro días de riesgo inútil, tan inútil como nuestros gobernantes, cuya preocupación mayor es estar en la poltrona esperando que se acerque la fecha de la propaganda electoral, que les conduzca a la reelección.

Yo, de la misma forma que pago mis impuestos anualmente, quiero votar anualmente, no me basta con cada cuatro años. Si voto una vez cada cuatro años pago una vez cada cuatro años. Mi derecho a elegir debe ser anual, como el suyo de ser elegidos. En la forma actual pago una gestión anual y me rinden cuentas cada cuatro, sin garantía de resultados y sin responsabilidad pecuniaria. ¿Pero, cómo hemos podido llegar a esta situación?

Porqué esperar un cuatrienio para que el político nos muestre su efectividad en las decisiones. Hagamos una votación cada año con la declaración de la renta, como como con 0.7% de las ONG. Fijemos previamente el porcentaje a distribuir entre los políticos y que el resultado sirva además para fijar el numero de parlamentarios de cada partido.

Ya no nos harán falta las mentiras del Instituto de estadística, ni la publicidad engañosa, ni los discursos, ni nada. Utilicemos el dinero que es lo único que funciona.

Países como este, que obtuvieron su independencia solo hace 60 años, son capaces de ser enormemente mas efectivos que el nuestro. Algo tendremos que hacer para que nuestros políticos sepan que no somos tontos. 

Vicente Benedito (El Bene)

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.