Tejer la fecunda desnudez...

Tejer la fecunda desnudez de la luna que envuelve el abismo que vierte fósforos en el muro de contención de la poesía, que sin prisa traza y colorea mi vida.
Etiquetar con precisión la grieta en la infinitud del azul que renuncia a su sombra y su silueta.
El pasado remueve el presente ileso que busca a tientas el eco del llanto por respuesta.
Esta es la sensación que dejó la pérdida de Fernando Serrano en todos los que le conocieron.

"Algunas veces pienso que es mejor comerse la sonrisa para que el cuerpo crezca siempre alegre, como la luna". (Fernando Serrano).

La lengua es uno de los valores que más nos identifica. Fernando hace un ejercicio de inmersión e introspección lingüística, reinvención, buscando otra identidad externa se transfigura, trasmuta y se reencarna en sus versos.
Sus palabras tienen armonía, luz, equilibrio, en ocasiones se revelan contra su creador.
El oleaje de la literatura en continuo movimiento apuñala al pasado para retener en la mente y recrear su recuerdo.

Textos poblados de memoria y vocación que son un acto de revelación introspectiva de su paisaje interior, en el que los lectores buscamos sosiego.
Él escribía con las vísceras y sus letras pasan directamente a la sangre...
El poeta y su trascendencia testimonial...
Desforestar la palabra que describe, que invoca lo abstracto, que llora su ausencia en la que nos descubrimos... Adentrándonos en sus dos realidades, la creada y la verdadera y ambas tienen entidad.

"Cuando mueran los lirios/ cuando el viento me despoje de hojas/ y, desnudo, caiga sobre esta tierra... (Fernando Serrano).

Suspendidas en un instante las formas imperfectas que lo llenan todo. Su sombra se proyecta inmóvil y dinámica, tangible e intangible. En otro plano se destila el yo a través de la versión del poeta Fernán-nuñence.
Corpóreo y abstracto nos invita a disfrutar de la experiencia de leer el silencio, su magia reside en el viento que habla, y rezuma la esencia de Fernando. 
Textura literaria a golpe de ausencia para disparar en otras latitudes las ganas de ganar la batalla.

Calixto, poeta y editor, alma mater de la editorial Detorres Editores ha tenido el gran acierto de dedicar a la memoria de Fernando Serrano el número 15 de la prestigiosa revista literaria: Suspiro de Artemisa.
Esta actividad estaba prevista para abril de 2020, pero debido a la situación sanitaria no ha sido posible realizarla hasta hace unos días. 

Calixto es un artista, racional y apasionado, lleva el arte impreso bajo la piel. Escritor de raza. Nos sorprende su fulgurante discurso literario que es como la disección de un forense.
Él nos ha convocado para que participemos en la revista. Escritos desde el ser más íntimo, papel que se convierte en espejo donde se refleja la poesía como vehículo de catarsis colectiva, sonoridad, como obedeciendo a una sinfonía, edificando un refugio de afectos. 

"Y piensas que se cierran las puertas y los sueños/ hasta que al fin comprendes/ que una página en blanco/ es una tentación para el que sueña." (Fernando Serrano).

"Suspiro de Artemisa" tiene ente propio. Acumula sabiduría y dosis de realidad. Aventura de resistencia. Esta, dedicada a Fernando Serrano lleva el prólogo autoría de Manuel Gahete.
La representación gráfica ha estado a cargo de los ilustradores: Jacinto Lara. Antonio Luis Cosano Jurado. Juan María Vargas. Francisco Cosano Moyano. Bernardo José J. Jurado Álvarez. Alfonso Berral Rubio.
Y alrededor de medio centenar de escritores. Destacaré algunos de ellos:

* Rafael Luna García:
El corazón de sus palabras erupciona evocando a la elocuente soledad que echa la vista atrás arrastrando al lector en la intensidad de la sutil humanidad. Sus letras le pintan los labios al incorrupto alfabeto...

" (...). Hoy en el bronce de las hojas sólo queda/ un lugar perezoso que te mora:/ escarcha obstinada del abismo./ Una geometría descolgada que te alcanza:/ voz hilada al crujido de la tierra./ Una habitación de palabras enterradas/ en las torres de tu boca. (...).

* Francisco Miranda Jurado:
Sus escritos son sensitivos esbozos, trazos intemporales dotados de matices y carisma, sentimiento de recomposición a través de cualquier geografía.  
Las penetrantes espuelas idealizan y abrigan la esperanza de la matriz sin resolución...
                  
" Ante la muerte, los creyentes viven una paz inquieta y los ateos una inquietud calmada."

* Calixto Torres:
Sus poemas nutren el alma. Vuelven a buscar los márgenes del envés de la deshabitada escarcha que eterniza el latido de la hoguera, de las ascuas, de la ceniza... Desgarro humano...
Surcan los acantilados del atardecer, de la razón, de la espera, y de la hemorragia sin cerradura...           

"(...) algún día moriré conmigo/ ese día alguien de los demás morirá un poco/ empañando la mirada que se asoma/ al espejo de mis silencios/ se agotará la cordura y lo posible se volverá prescindible/ mientras la espera alojará el olvido/ (...)/ algún día moriré/ pero hoy querido Fernando/ muero contigo/ solo espero que nada se aleje para siempre/ que pocas veces se agoté lo encontrado/ cerrando los ojos ante lo que suponemos vencido".

Fernando era miembro de la Real Academia de Córdoba. Hombre generoso. Editor de la colección de poesía: Cuadernos de Ulía, al frente de la cual hizo un magnífico trabajo. Dilatada es su trayectoria literaria.
Algunos de sus libros.
- Dos sendas y un camino en el mar.
- Crónica del desencanto.
- Divertimentos.
- Con las alas cortadas.
- Un viaje de dos.
- Universo en tu cuerpo.

Su dedicación y trabajo para con la literatura cosecharon sus frutos.
La vida le cortó las alas demasiado pronto...

La revista se presentó en la Casa de la Cultura de Fernán-Núñez. El acto estuvo envuelto en el recuerdo de Fernando y su invisible presencia.
La mesa estuvo presidida por don Alfonso Alcaide Romero, Alcalde del pueblo, don Calixto Torres, editor de la publicación, coordinador y promotor del evento, y Luis María Miranda Serrano, (sobrino del homenajeado), que pronunció unas sentidas palabras que emocionaron al auditorio.
Amenizado por la música del profesor Francisco Javier Navarro Miranda.   
  
"Sé que un día tendré que morir y por eso he hecho un  trato con el tiempo (...). (Fernando Serrano).

Pilar Redondo. Escritora. Córdoba.

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.