Sobre mujeres

Todos los años escribimos una y otra vez la obligada y consabida oportuna columna sobre el 8 de Marzo, esta fecha tan simbólica que conmemora uno de los más terribles sucesos de la humanidad y que inició la revolución feminista y la liberación de un sexo oprimido totalmente durante siglos y siglos, milenios mas bien…

Pero esta vez, dado el discurso que en los últimos dos años he tenido que leer y escuchar sobre las mujeres en innumerables foros, creo que voy a dedicar estas palabras al verdadero concepto de MUJER, o al menos al que yo creo que debemos dedicar este día y , francamente, todos los que hagan falta para llegar a una humanidad más bella y justa.

Estoy cansada como mujer de la intransigencia, estoy agotada con la clasificación, con los clichés permanentes, con la constante que engloba una cosificación de mi género, encubierta por Tirios y Troyanos de un lado político y del otro. Estoy sinceramente hasta los ovarios, mismamente, de que cada año pretendan hacer de mí como mujer un ejemplo de una y otra cosa. Y estoy todavía mas cansada de que nosotras, las mujeres, las que hemos tenido que sufrir innumerables situaciones lamentables, tristes, patéticas, injustas, machistas, socialmente deplorables… seamos las primeras que nos tiramos los trastos a la cabeza y, encima, utilizamos este día iconográficamente para lo que no toca.

Mujeres somos todas, punto primero. Y no voy a consentir, en lo que yo pueda, que hablemos de patrimonio más femenino o menos. Las mujeres transexuales (ósea mujeres y punto) son tan mujeres como las demás y parece mentira que andemos en estos momentos con estas monsergas, tratando de acaparar el patrimonio de lo que es o no mujer en beneficio de un “carnet” de autenticidad o algo parecido tipo hitleriano.

Jedet.

Y desde esa óptica, a lo mejor el día de las Mujeres Trabajadoras debería ser el día para evolucionar, a más y mejor, y no a peor bajo una supuesta capa de feminismo trasnochado y caduco que engloba deseos de rentabilizar un sexo disociando del resto.

Pero ya que toda escribir con fuerza, voy a lanzar hoy, día especial, otro dardo envenenado. ¿Porque no empezamos a fijarnos en las mujeres en este ranking que se fabrican en todos los medios de comunicación que sean de verdad mujeres que se han hecho a si mismas? ¿Por qué se destaca mayoritariamente a políticas en ejercicio? ¿Porque no se habla de tantas mujeres de apellidos no conocidos que son matemáticas, escritoras, filosofas, bomberas, policías, profesoras, comerciantes, emprendedoras de verdad y toda una enorme lista de verdaderas triunfadoras? ¿Por qué nunca tienen hueco en las listas de lo mejor o en las listas de los puestos de administración de las grandes compañías?

Sinceramente con estos dos aspectos ya os cuento que queda mucho camino por recorrer y que España, en particular, está todavía atrasada en la verdadera igualdad de oportunidades en la vida real. No dan créditos igual a muchas mujeres jóvenes sin apellidos ilustres, no cobramos igual a igualdad de prestigio y currículo, y no somos una sociedad que premie el esfuerzo y el sacrificio, sino mas bien un monopolio de muchos apellidos que se perpetúan desde los tiempos de Mari Castaña y no hay manera de cambiarlo. Por eso, hoy más que nunca, ¡sí! hay que reivindicar el Día de la Mujer como nunca, y desde luego CON TODAS LAS MUJERES, TODAS, DENTRO.

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