20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

Patio de columnas

Felicísimo Valbuena

¿Cómo saber si el nuevo PP es distinto del derrotado?

1.- Es muy importante que los políticos y afiliados del Partido Popular caigan en la cuenta de que han dejado atrás un Partido encaminado a la derrota política.

Durante las Primarias del PP, escribí en “Confilegal” dos artículos muy críticos con el sector del PP que se negaba a mantener debates. Y como una de mis líneas de investigación ha sido el campo de los debates, escribí haciendo ver lo muy beneficiosos que resultan en la vida política. Como tiendo a reírme cuando veo los absurdos de la vida, llegué a escribir: “El PP es un partido que, cuando alguien lo mira en profundidad, acaba provocando la risa. Y lo afirmo en serio”.

Examiné la gran diferencia entre las palabras y los comportamientos de Soraya Sáez de Santamaría, José Luis Ayllón, Maíllo,Floriano, Gil-Robles , Arenas y, que no se me olvide, Rafael Van-Grieken. Por otra parte, no me ocupé de Pablo Casado sino en el aspecto, muy favorable, de querer debatir. Incluso, yo no confiaba en la victoria de Casado.

Pues bien, ha sido muy bueno que ese sector del PP haya sido derrotado claramente. Incluso, ha sido excelente ver lo mal que han aceptado la derrota. No recuerdo que haya habido un/a político/a en toda la historia de la democracia española que haya recibido tan mal una derrota y que haya hecho declaraciones tan mal fundamentadas como Soraya Sáez de Santamaría. Se ha atrevido a hablar de “doble legitimidad”, de exigir porcentajes, de hacer desplantes, de decir que quería seguir en política, pero después, marcharse. Ha mostrado una “mala baba” que ni el PP ni los electores se merecen. Pero ¿quién se cree esta diputada que es? Se cree que, con ser abogada del Estado, todo está hecho. Que con hablar bien en el Parlamento, ya está realizado el trabajo político.

Pues definitivamente, no. Ha demostrado que es una política muy incompetente, que no ha solucionado problema importante alguno, que ha acumulado mucho poder para no saber qué hacer con él, que ha destrozado carreras políticas más importantes que la suya y que, en definitiva, ella, junto a Rajoy, han llevado al PP a perder millones de votos. En resumen: un auténtico, aunque duradero “bluff” de la política española.

Mientras en el PP haya nostálgicos de Rajoy de Santamaría, el partido está abocado a la derrota. Cuanto más se alejen de la herencia política tan pobre que ha dejado el dúo Rajoy-Sáenz, más futuro tendrá el partido.

 2.- Los responsables del PP han de trazar un mapa de cómo está el partido actualmente. En Colombia llaman a esto “sinceración”.

Julián Marías insistía en que, para hacer frente a los problemas, había que reconocer primero la realidad. Si no, el fracaso estaba asegurado. Entonces, el PP haría muy bien en fijarse en estas informaciones:

a) El PP proclamaba que contaba con 869.535 militantes. Ahora bien, sólo se apuntaron 66.384 afiliados para votar en las primarias de donde saldría quien iba a suceder a Mariano Rajoy: El 7,6% del total que decía tener. Esto, sencillamente, siendo benignos, es un espejismo; siendo realistas, una mentira. Por tanto, lo importante es examinar la realidad y trazar un mapa. Mientras no dejen claro este punto, el PP seguirá pasando por un partido que no se sonroja ante una bola tan grande. Si se dedica a reconstruir su base y logra un mapa creíble, habrá ganado mucha credibilidad.

 b) De los 3.082 compromisarios que participaron en el XIX Congreso Nacional Extraordinario del PP, en el mes de Julio, el mismo PP, en una nota a los medios declaró que la profesión más frecuente es la de abogado (436 se dedican a ello). En segundo lugar y tercer lugar, aparecen los estudiantes (265) y los funcionarios (199). Si tenemos en cuenta que quizá una gran parte de esos estudiantes son de Derecho y que también una gran parte de los funcionarios también han cursado esa carrera, es prudente pensar que casi el 20% de los compromisarios del PP son abogados o van a serlo. Más aún, el 85% de los últimos ministros de Rajoy, empezando por él mismo, eran abogados.

Estas cifras suenan mal. Peor aún: Representan algo tan anticuado como el ideal de ese político tan inútil y cobarde que fue el Conde de Romanones:”Para ser diputado se necesita ser abogado y tener buena voz”. La parte oscura de muchos abogados metidos apolíticos es que siempre están encontrando coartadas para no hacer cosas.

García Margallo, ex Ministro de Asuntos Exteriores

Entonces, hay que aumentar el número de profesionales que no sean abogados. Muy importante: Y aconsejar a algunos buenos profesionales que sigan fieles a su profesión y no se dediquen a la política. El ejemplo que he puesto varias veces es el de Rafael Van Grieken, un Catedrático de Química muy valioso, de la Universidad Rey Juan Carlos. Presumía mucho de los artículos que había publicado en Revistas de Impacto. Sin embargo, aceptó ser Presidente de La ANECA, a la que dejó en un estado lamentable y, después, pidió que le hicieran Consejero de Educación de la Comunidad de Madrid. He ahí un ejemplo de alguien que iba para ser muy valioso y se dedicó a estar en lugares equivocados. ¿No sería mucho mejor que volviese a su cátedra y se dedique a prestigiar a esa Universidad tan tocada? Claro que ¿cómo va a ponerse al día después de haber dejado pasar ocho años entregado a la política? Y ¿qué está haciendo de verdadero mérito en la Comunidad, cuando alguien más capaz que él podría desempeñar mucho mejor ese puesto?

 3.- Los políticos y militantes del PP harían bien en trabajar más, mucho más, si quieren recuperarse de la dejadez de Rajoy-Sáez de Santamaría.

 Ya he señalado antes que el Gobierno anterior pensaba que solo hablando bien se solucionaban las cosas. Pues no, así solo se llega a la mediocridad y falta de acción que el PP derrotado ha demostrado. Incluso, Pablo Casado ya ha escandalizado a muchos cuando criticó a Rivera-Arrimadas por quitar los lazos amarillos. Como tenga dos o tres detalles parecidos, van a asimilarle a Rajoy. Éste, a mi entender, padecía de Acedia: un estado de apatía o letargo, de no preocuparse o no preocuparse por la posición o condición de uno en el mundo. Puede llevar a un estado de incapacidad para realizar los deberes de uno en la vida (Ver más información en Internet y en otros libros).

Ahora hay una campaña de recogida de firmas llamada “Hablemos español”. ¿Han oído ustedes que el PP haya movido un dedo a favor de esa campaña? No, porque el PP tiene en Galicia a Alberto Núñez-Feijóo, que no favorece la enseñanza del castellano. Y si no, que se lo pregunten a Gloria Lago, de Galicia Bilingüe, que hizo campaña para lograrle un diputado con la promesa de que favorecería la enseñanza del castellano. ¿Qué hizo Núñez después de ganar? Todo lo contrario de lo que había prometido a Gloria Lago. ¡Y Núñez era la gran esperanza blanca del PP! Y se dedica a hacer de conciliador. Se parece a algunos argentinos que se plantan en cualquier país y, sin arreglar el suyo, que lo tienen hecho un desastre, dicen cómo hay que llevar ese país.

El modelo de partido de Rajoy ha sido el de movilizarlo solo con motivo de las elecciones: Mucho polideportivo, unos cuantos discursos durante quince días y ¡a vivir! Si Casado sigue con el mismo modelo, está aplicando la fórmula del desastre. Estamos viendo cómo Ciudadanos y Vox se están moviendo. ¿Para cuándo el PP? La hipertrofia de liderazgo también lleva a la derrota.

4.- Los políticos del PP podrían elevarse a la excelencia si demostrasen mucho más interés por las ideas y cultura. O dicho de otro modo: si huyesen de la ramplonería.

 Una de las mejores noticias de los últimos tiempos ha sido el apartamiento de la pareja Arriola-Villalobos del núcleo duro del PP. ¡Ya era hora!. Alguien publicará algún día todo el daño que Arriola ha hecho al PP a cambio de ganar mucho dinero. Y Villalobos representa el desinterés por las ideas y la afición al lenguaje más ordinario.

Rajoy es una persona profundamente inculta, y lo mismo ocurre con Sáez. Como diría el gran filósofo español Gustavo Bueno, hablando de una concejala del PP de Gijón, que le había atacado por haber bromeado con que “el Gijón debería dejarse ganar por el Oviedo”: “Tiene toda la blancura de la ignorancia, sin la más leve mancha de inteligencia”.

Quien sí ha demostrado interés por la lucha de ideas y quien sí ha sabido torear dialécticamente en los medios ha sido José Manuel García-Margallo. Por eso, Sáenz de Santamaría logró, en la última remodelación ministerial, cambiar a este político capaz por el inútil Dastis. Otro gallo hubiera cantado en la comunicación internacional de España de haber estado Margallo al frente de Exteriores cuando los separatistas catalanes se dedicaban mañana, tarde y noche, a desprestigiar a España.

Un ejemplo de no hacer prácticamente nada e, incluso, de hacer algo muy mal a sabiendas, ha sido Méndez de Vigo, el exministro de Educación y Portavoz del Gobierno. Mientras Dolors Montserrat, actual portavoz del PP en el Congreso, sí luchó por la casilla para escoger el castellano como lengua fundamental de la educación en Cataluña, Méndez de Vigo se limitó a callar y, al final, decir que no se podía. Y lo que es peor, ocultar un informe sobre el adoctrinamiento en las aulas de varias comunidades. Isabel Celaá, que le ha sucedido en el cargo, ha seguido el mismo comportamiento que él. Méndez de Vigo, en lenguaje de los cinéfilos, es un personaje que representa “veneno para la taquilla”. Sólo con apariencia de osito de peluche no se puede ser un político. Y personalmente, pongo en duda que él haya tenido una parte importante en los libros que ha firmado con una persona a la que admiro como intelectual y como político: García-Margallo. La cultura, como la belleza y el dinero, acaban notándose. Y a este exministro se le ha notado muy poca.

Iñigo Méndez de Vigo, ex Ministro de Cultura

 En fin, el artículo me está saliendo más extenso de lo que pensaba, y aquí me quedo. Muy probablemente, seguiré dando pistas para que el PP no vuelva a autoderrotarse. No soy tan presuntuoso como para confiar en que me van a hacer caso

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