30 de noviembre de 2023
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

Patio de columnas

Máximo González

La experiencia es un grado

/ Congreso de los diputados.

Cuando yo hice la Mili, en Cerro Muriano (Córdoba) el campamento y en Jerez de la Frontera (Cádiz) doce meses más, siempre comprendí lo importante que era comprobar la diferencia que existía entre los veteranos y los novatos que acabábamos de llegar a cumplir con nuestro obligado compromiso nacional.

Allí llegábamos chicos de muy distintas provincias con muy diferentes costumbres criados además en otros tantos diversos modos familiares de vida anterior y que, un tanto “inquietos y asustados” por la incertidumbre de qué iban a hacer con nosotros esa temporada que íbamos a pasar alejados de nuestras familias y amigos, leíamos al entrar unos mensajitos que decían: “Antes de entrar, deja los huevos aquí colgados”.

¿Qué nos quería decir eso? Pues básicamente lo que desde el primer día pudimos comprobar que no era otra cosa mas que los “veteranos” gozaban de unos determinados “privilegios” por el tiempo que llevaban allí en comparación con los “novatos” que acabábamos de llegar.

Allí no valía el que estuvieras “mal acostumbrado” o “mal educado” o supieras o no hacer cosas, había que atenerse a las instrucciones que recibías si no querías sufrir por ello un determinado “castigo” por el intento de “insumisión” o “rebeldía”; allí no éramos “fulano o mengano”, ni “rico ni pobre”, ni “guapo ni feo”, no; allí éramos números y uno más a obedecer las instrucciones recibidas por parte de un superior, de un curtido veterano, o de un veterano simple.

En la vida, como en la política, ocurre lo mismo: Con las canas de los años vividos, la vida se ve y se toma de una manera diferente a cuando se es joven; las personas nos volvemos más tolerantes con el tiempo y la “pólvora” que se tiene en la juventud pasa a un estado de letargo más o menos permanente que hace “sosegar y calmar” ese ímpetu impulsivo que a veces no nos deja razonar debidamente ante una situación determinada pero que aporta una paz, una tranquilidad y una visión más realista de las cosas.

Por ello es tan importante gozar del consejo de los adultos cuando un problema llega en un momento determinado a nuestras vidas pudiendo con ello tener una diferente perspectiva y visión que nos ayude a elegir una mejor opción; así ha sido desde la antigüedad y no debe ser menos en unos tiempos modernos actuales en los que las personas seguimos siendo iguales y los problemas los mismos.

Las tribus se regían en épocas pasadas por el “Consejo” de los adultos y los dirigentes políticos actuales en muchos casos son personas jóvenes, carentes de experiencia y con buena formación intelectual muchos de ellos aunque necesitados más que nunca de unos consejeros eficientes e independientes que les ayuden a acertar en sus decisiones por el bien común del país al que gobiernan y claro está: que se dejen aconsejar; lo contrario sería una dictadura pura y dura.

¿De qué sirve en nuestro país por ejemplo en estos momentos tan cruciales que vivimos en cuanto al ir y venir con la legislatura actual y los independentistas con la “matraca” de la Amnistía y el Referéndum de Autodeterminación y que tanto puede influir en la igualdad de todos los españoles y españolas ante la ley el creado “Consejo de Estado” formado por los expresidentes democráticos anteriores si ni se reúnen aparentemente para analizar la situación que se está viviendo en España en estos momentos ni se les oye manifestarse por ningún sitio ni de ninguna forma salvo alguno a nivel personal y de forma aislada?

¿Y el Defensor del Pueblo tampoco tiene nada que decir? ¿Y la mayoría de la prensa escrita, radiofónica, televisiva y digital tampoco tiene nada que decir? ¿Ni los sindicatos, ni la patronal, ni en general la sociedad actual “dormida” tampoco tiene nada que decir? Esto es como la corriente de un río que en verano está tranquilo y todo el mundo lo disfruta y cuando llegan las lluvias o las tormentas se lleva todo por delante librándose de la riada el que puede y/o tiene suerte y hasta que de nuevo escampe y al que pille, le ha “pillao”.

Lo malo de todo esto es que los desperfectos ocasionados por la riada producida por el río, los van a sufrir todos los afectados de la zona por la falta de previsión de las posibles consecuencias evitables en gran parte algunas de ellas con una política correcta tras unas decisiones consensuadas con los conocedores de los hipotéticos problemas que quizá ya hayan vivido anteriormente.

“Enrocarse” como en el ajedrez, no siempre sirve para ganar la partida y aunque su movimiento dé “aire momentaneo” al presionado, el estudio meticuloso y prudente de los movimientos previos a esa acción quizá pudiera evitar llegar hasta esa situación desesperada en la que el contrario, aparentemente dispone de más ventaja.

Por todo ello, la “Moraleja” posible a esta exposición podría ser la de la lotería que dice que “cuantos más números compres, más posibilidades tendrías de acertar el premio gordo”, queriendo decir con ello, que cuanto más se consulte a las fuentes correctas, más posibilidades se tendría de conseguir el fin previsto ya que de nada serviría entrar en la “Casa de todos y todas” como un elefante en una cacharrería sin un domador cualificado y persuasivo y sin haber dejado sus “esencias” colgadas en la puerta de la “Casa común” antes de entrar.

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.

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