
Patio de columnas
Elsa Martínez
Madres

Ser madre es el mejor milagro que la vida te puede brindar, es la joya de la corona que te eleva a otro estado de la naturaleza, entrando de raíz en una forma de conocimiento distinto, mucho más elevado, pero también más real, con la vida. Ser madre es tocar tierra, y mucho, solidificar cimientos y raíces y volar en el alma como pocas veces se puede en toda una existencia. Ser madre es flipar mientras sientes como un pequeño “alien” te crece precioso en la barriga, una parte del cuerpo que se transforma en un pepino o una calabaza gigante depende de cada una, claro… jejeje… Es el summum de la sensación de conexión con lo que nos rodea. Entras, literalmente, en una noria y tiovivo de emociones, hormonas, sensaciones nuevas y un pequeño abismo que avistas en el horizonte (el parto) y tras el cual tu vida va a dar un giro de 180 grados en su totalidad. Ese que propicia el momento en que sus manitas de Gizmo te tocan la carita al nacer por primera vez o se agarran a tu teta como si no hubiese un mañana… ese pequeño que se transforma también en Gremlin en cuanto tiene hambre, no puede dormir o necesita de tu piel para seguir referenciando su existencia en el exterior (que fuera, hace mucho frio, vaya…).
Luego vienen guarderías, colegios, pediatras, biberones, las eternas jornadas de baño con los pañales en “everywere”, ósea en donde toque, porque de timming no entienden ni procede… y así hasta que tienes, de repente un pedazo de hombretón de 23 que te estrena, como el mío, una peli y te lo encuentras al otro lado del micro de tu propia entrevista en un set de promoción… y lo flipas… Ese orgullo no te lo quita ni Blas, y todavía no das crédito a como de tu barriga nació ese pedazo de tío de 1,90 que hoy te abraza y te sientes otra vez pequeña, pero para bien… Por eso se entiende que la sociedad se vuelque con un mercado que depende de la emotividad, la emoción, la sensibilidad y la pasión mas primigenia para el consumo. Se entiende que te vuelvas loca de remate con un chupete de diseño de Tous, con unos pantaloncitos de HM, con las colecciones de Chicco, Mariquita Perez o las grandes marcas como Diesel, Polo de Ralph Laurent, etc... en versión minipocket… y , desde luego, las tiendas vintage ( que también hay para peques) o los Zara de toda la vida que , en ropa bebe y niños, es lo mas de lo más… y se entiende que seas capaz de viajar donde ellos sean felices por encima de todo, o que cojas un gym donde los cuiden mientras tu te cuidas, una empresa que te permita conciliar o te ponga una guardería incluso en la ofi, o un restaurante donde no se pongan literalmente imbéciles porque el baby llora un minuto o corretea por las mesas alguna vez con sonrisa y ojos de comérselo a besos. Y por eso os cuento hoy tres cositas muy muy importantes; UNA, que es indignante e inaudito la eliminación de la bonificación de la sustitución por maternidad que ha hecho un gobierno progresista y que no comprende nadie. Que encima esa sustitución solo sea bonificable de verdad si el sustituto o sustituta es menor de 30 (¿dónde están la protección de los 50 y el anti-edadismo?).

Imagen del club de 'Malas Madres'.
Gracias a MALAS MADRES, una asociación y movimiento maravilloso que me ha descubierto miles de cosas útiles en estos últimos años, me he quedado literalmente “de piedra” y no lo entiendo. Pero también os cuento, DOS, que no todas las madres son buenas madres. Las hay que nunca lo han sido, ni nunca lo serán. Y por esto, hay que superar el cliché de la biología, y empezar a pensar más en la protección de la infancia que en proteger los derechos biológicos de los padres, sobre todo en España, y así evitaremos que la película SOUNDS OF FREEDOM, sea una realidad en manos de un tal Santi, que con su mujer de acuerdo, violaban y vendían a su propia hija de menos de dos años, un bebe que nunca debieron tener en custodia sabiendo que el era pederasta reincidente… y eso, señores, no se cura así como así.
Y TRES, la maternidad trasciende incluso a la mutación en la última maravillosa película que he visto en estos días: REINO ANIMAL, la preciosa historia de producción francesa, donde una mutante ama su hijo y es amada por él, por encima de todo lo que ocurre en su propia piel ( cuestionándonos todo lo que hasta ahora veíamos como seguro). Esa es la vida, y eso es lo que hoy os quiero contar: porque el arte y el amor salvan nuestras mediocres existencias de las garras anodinas del olvido. Feliz Lunes.
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