23 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA
Patio de columnas

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Gabriel Araceli

Memoria Histórica (III) La amnistía de los "golpistas" del 34

Si urgente e inesperada fue la dimisión del Presidente del Gobierno, Don Manuel Portela Valladares,  la misma noche que se conocieron los resultados de las elecciones, sin esperar la obligada segunda vuelta y rompiendo la normativa constitucional... más rápido fue el nombramiento de Azaña como nuevo Presidente y la formación del nuevo Gobierno, que esa misma noche quedó constituído con los siguientes Ministerios y Ministros:
 
Presidente...…………. Manuel Azaña Diaz (Izquierda Republicana)
Estado ………………. Augusto Barcia Trelles (IR)
Justicia ……………… Antonio Lara Zárate ( Unión Republicana)
Trabajo, Sanidad y
Previsión Social  …… Enrique Ramos y Ramos (IR)
Guerra  ………………Carlos Masquelet Lacaci (Militar)
Marina  ………………José Giral Pereira (IR)
Hacienda …………….Gabriel Franco López (IR)
Gobernación …………Amós Salvador Carreras (IR)
Instrucción Pública ….Marcelino Domingo Sanjuán (IR)
Obras Públicas ………Santiago Casares Quiroga (IR)
Industria y Comercio ..Plácido Álvarez-Builla y Lozana (Independiente)
Agricultura ……………Mariano Ruiz-Funes García (IR)
y  Comunicaciones … Manuel Blasco Garzón (UR)
             

(Este Gobierno "monocolor" duró hasta el 10 de mayo, al ser elegido Azaña nuevo Presidente de la República en sustitución de Alcalá Zamora. Le sustituyó al frente del Gobierno Santiago Casares Quiroga.)

Bien, pues justo al día siguiente, y reunido por primera vez el Consejo de Ministros, Azaña puso sobre la mesa el tema de la Amnistía General que había figurado como "estrella" en el Programa electoral y que tanto había ayudado al triunfo del "Frente Popular" y con la mayor urgencia, y sin esperar siquiera a la constitución de las nuevas Cortes, la Comisión Permanente, que todavía presidía el conservador Santiago Alba, aprobó por unanimidad el día 21 el Decreto-Ley que decía:
                         

DECRETO-LEY


Siendo inequívoca la significación del resultado de las elecciones a Diputados a Cortes en cuanto a la concesión de una amnistía por delitos políticos y sociales, en favor de la cual se ha pronunciado la mayoría del Cuerpo electoral, y tratándose de una medida de pacificación conveniente al bien público y a la tranquilidad de la vida nacional, en qué están interesados por igual todos los sectores políticos; de acuerdo con el Consejo de Ministros, a propuesta de su Presidente y previa la aprobación de la Diputación permanente de las Cortes, Vengo en disponer lo siguiente: Artículo único. Se concede amnistía a los penados y encausados por delitos políticos y sociales. Se incluye en esta amnistía a los Concejales de los Ayuntamientos del País vasco condenados por sentencia firme. El Gobierno dará cuenta a las Cortes del uso de la presente autorización.

Dado en Madrid a veintiuno de Febrero de mil novecientos treinta y seis.
NICETO ALCALA-ZAMORA Y TORRES
El Presidente del Consejo de Ministros, Manuel Azaña Díaz


Pero, no sólo el Presidente de la República y el Gobierno sino también el Tribunal de Garantías (hoy Tribunal Constitucional) tuvo que dar el Visto Bueno al Decreto, dado que había sido el que había condenado al Presidente de la Generalitat de Cataluña y a sus Consejeros. Naturalmente aquel mismo día las Cárceles se abrieron y,según las cifras oficiales,  más de 30.000 presos salieron a la calle entre los vítores de las muchedumbres que esperaban a las puertas (3.000 políticos y 27.000 comunes)... y como diría Largo Caballero más "rojos" que habían entrado y dispuestos a hacer la revolución.

 … Y entre ellos, y en primer lugar, Luis Companys, el Presidente de la Generalitat, y los miembros de su Gobierno que habían sido detenidos, encarcelados, juzgados  y condenados por rebelión a 30 años de prisión e inhabilitación absoluta, por la sublevación de 1934 y la proclamación del "Estat Catalá de la República"  (" Catalanes, en esta hora solemne, en nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del Poder en Cataluña y proclama el Estado catalán de la República... Catalanes, la hora es grave y gloriosa. El espíritu del Presidente Maciá, restaurador de la Generalitat, nos acompaña. Cada uno en su lugar y Cataluña y la República en el corazón de todos. ¡Viva Cataluña! ¡Viva la República catalana!").

Pero, la puesta en libertad de Companys y los suyos fue todo un acontecimiento político y periodistico, ya que desde que salieron de sus respectivas prisiones caminaron entre aplausos y vítores (desde el Penal del Puerto de Santa María,donde había permanecido con los consejeros Comorera y Llui y desde la cárcel de Cartagena los demás, Gassol, Rovira, Soler, Martí Barrera y Pére Mestre). Los dos grupos se reunieron en la cárcel de Ocaña y desde allí en olor de multitud llegaron a Madrid, donde permanecieron varios días.

Impresionante fue el recibimiento que le hicieron los cordobeses al deternerse para descansar esa noche en la ciudad califal. Según el "Diario CÓRDOBA" ese mismo día a las siete y media de la mañana llegaron a Córdoba en automóvil el expresidente de la Generalidad y dos de los ex consejeros de la misma, Joan Lluhí i Vallescà y Joan Comorera i Soler, procedentes del penal de Puerto de Santa María, donde habían estado cumpliendo condena. Los tres venían custodiados por ocho agentes de vigilancia −explicable porque aún el Tribunal de Garantías no se había reunido para aprobar la amnistía a los miembros del Consejo de la Generalidad− y fueron hospedados en el "Hotel Simón".
 
Durante su estancia en Córdoba, a pesar de estar en libertad vigilada, Companys se desenvolvió con notable soltura: recibió a numerosas personalidades, atendió a la prensa, fue públicamente aclamado e hizo sus primeras declaraciones políticas tras su excarcelación, por lo que su presencia en nuestra ciudad no pasó inadvertida ni para la prensa local, ni para la nacional que informaron del significativo acontecimiento, aunque tratándolo de manera desigual, obviamente, según la concepción ideológica del medio.Tanto era el gentío congregado en las puertas del establecimiento hotelero, ubicado en el Paseo del Gran Capitán, que tuvo que salir al balcón,acompañado del Gobernador, D.Antonio Rodríguez León, siendo saludados por la muchedumbre con los puños en alto, a lo que él igualmente correspondió con unas breves palabras de agradecimiento.

También fue multitudinario el recibimiento que le hicieron en Ocaña, el punto donde había acordado reunirse con los Consejeros que venían de la cárcel de Cartagena. El momento en que se encontraron los dos grupos fue de una extraordinaria emoción. Todos se abrazaron efusiva y cariñosamente. Luego también abrazaron al gran número de amigos catalanes y de la política española que habían salido a recibirles. Entre ellos los diputados catalanes Santaló, Tomás y Piera y Marial; los diputados socialistas Bugeda, Hernández Zancajo, Araquistain y Álvarez del Vayo; los diputados de Izquierda Republicana Carlos Esplá y Velao, entre otros, y un gran número de amigos particulares y políticos de los ilustres excarcelados. Numerosos afiliados de la "Casals de Catalunya" de Madrid habían llegado en autocares.

A Madrid llegaron a las doce y diez de esa misma noche y se hospedaron en el "Hotel Palace" (los Consejeros de Cartagena se hospedaron en el "Nueva York" del Paseo de la Castellana)... y aunque tenían previsto la vuelta a Barcelona el martes 25 de febrero no regresarían hasta el domingo día 1, porque sin perder tiempo, al día siguiente de la llegada, Companys inició los contactos y negociaciones con el Gobierno en orden a la restauración y normalización de la Generalitat de Cataluña. Durante esos días Companys y Azaña mantuvieron varias reuniones.
 
Llegada a Barcelona. Merced a la amnistía decretada por el Gobierno del Frente Popular  Companys regresó a Barcelona el 2 de marzo  y en medio de una muchedumbre enloquecida, avanzando por las calles en un coche descubierto escoltado por motoristas de la policía, se dirigió hasta el Palacio de San Jaime. Condenado a 30 años de prisión por el "golpe" de octubre de 1934, sólo había cumplido año y medio en el penal de El Puerto de Santa María. Al día siguiente, reunido en sesión extraordinaria, el Parlament català, por aclamación, pero en ausencia de la Lliga, lo ratificó en la presidencia de la Generalitat y él a su vez  confirmó al mismo Consell suspendido como consecuencia del "procés" del 34... y ahí comenzaron los problemas, ya que los radicales del "Estat Catalá" y la F.A.I. pedían mano dura con las Derechas que no apoyaron el golpe y la insurrección y la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y la ERC y el PNRE defendían primero la recuperación de la normalidad institucional y luego promover una Reforma de la Constitución para un encaje más actual de Cataluña en el Estado Federal que podría apoyar Madrid, una vez recuperada la convivencia ciudadana. 
 
"Yo estuve allí -diría más tarde Tarradellas- y lamento decir que aquel día el pueblo catalán se volvió loco, porque aquella jornada se echaron a la calle más de 2 millones de personas enfervorecidas y esquizofrénicas para aclamar al "mártir" Lluis Companys y sus Consejeros y reclamar la independencia. Fue algo increible y para mi un disparate, sobre todo cuando alguien gritó ¡Muera España! y miles de voces corearon al alimón aquel grito, como si fuese la salvación de Cataluña y todavía más sorprendente que el repuesto Presidente se sumara al griterío con gestos de estar loco... ¡Mon Deu, fue el comienzo de mi viacrucis particular!, pues yo siempre pensé que Cataluña necesitaba de España, que era España, al igual que España necesitaba a Cataluña... Era el anticipo de lo que vendría después, la despiadada Guerra Civil, de la que es mejor ni hablar..."
 
Lo dicho: la Historia no se repetirá, pero los españoles, SÍ. Lo que aquí se ha podido leer, sucedido entre 1934 y 1936, ¿no recuerda lo que ahora y aquí está sucediendo? ¿No se ha producido aquí y ahora un "golpe" como aquel, y la detención de todo un Gobierno (menos de los huídos, como lo fueron entonces el Consejero de Gobernación, Sr. Dencás i Puigdollers, y el Jefe de los Mossos, Sr. Pérez Farrás), una prisión preventiva y un Juicio en el Supremo, por rebelión y malversación... y Cataluña dividida?.
              
Señores, ya sólo falta que ahora y aquí haya también una "Ley de Amnistía" (o Indultos) y que los encarcelados y los huídos vuelvan triunfantes a Barcelona...  y que dos millones de catalanes reciban en la calle al ex-Presidente de la Generalitat, el "Muy Honorable" Don Carles Puigdemont, en coche descubierto y 16 motoristas abriéndole el camino hasta el Palacio de San Jaume. Aunque estando al frente de la nave española el impresentable que está todo puede suceder... hasta que el "Gran Juicio" que se está celebrando hoy en el Supremo sea papel mojado mañana.

Gabriel Araceli

 

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