23 de abril de 2024
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Patio de columnas

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Ana del Paso

Sánchez da la espalda a los saharauis

/ Sahara Occidental.

Pedro Sánchez no conoce a los saharauis que durante 46 años han demostrado total resiliencia, aunque el año pasado, su brazo militar y político el Frente Polisario rompiese el alto el fuego al darse cuenta de que el proceso estaba estancado, una vez más. El nuevo giro de tuerca que hemos visto esta semana ha sido la misiva que envió Sánchez al rey Mohamed VI al que le escribe: “España considera que la propuesta marroquí presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo” para solucionar la cuestión del Sáhara Occidental y que no contempla la opinión de los saharauis que viven en lo que llaman “territorios ocupados”, es decir, lo que fue colonia española hasta noviembre de 1975, que abandonamos a su suerte cuando Hassan II ordenó la Marcha Verde mientras Francisco Franco vivía sus últimos días.

Hemos visto al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pasar de puntillas sobre lo que llaman “la cuestión del Sáhara Occidental”, una forma de evadir un tema que nos toca a todos. Albares es un diplomático de raza y con mano izquierda, supo sorteas en comisión parlamentaria a todos los partidos de la oposición que le pedía explicaciones. “La diplomacia se hace con discreción”, decía Albares, y tanto.

Hasta ahora, España respetaba escrupulosamente las cientos de resoluciones de Naciones Unidas dirigidas siempre a una solución negociada. Marruecos pedía que el Sáhara Occidental fuera una autonomía dentro del reino alauí y Pedro Sánchez se la ha servido en bandeja a cambio de no se sabe aún qué.

El Frente Polisario, brazo armado de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) siempre ha defendido el llamado Plan Baker, la celebración de un referéndum de autodeterminación con los habitantes de la región del Sáhara Occidental y ahora se sienten traicionados por España y por el PSOE. El Plan Baker era la mejor salida pero Rabat no estaba conforme con esta opción porque ponía pegas a la forma de confeccionar el listado de votantes que siempre era objeto de disputas. ¿Quiénes votaban? ¿Los que viven en el Sáhara Occidental o se incluyen también a los refugiados y desplazados desde hace 46 años?

El Frente Polisario acusa a nuestro país de tomar una “posición que no se corresponde con la responsabilidad política y jurídica” y advierte de que “condicionará nuestro papel en la resolución del conflicto”. Ya lo ha condicionado. Los supuestos efectos inmediatos deberían ser la contención por parte de Marruecos, de las avalanchas de migrantes por Ceuta y Melilla, la apertura de la frontera entre ambos países y la vuelta de la Operación Cruce del Estrecho. Veremos lo que dura.

En el plano diplomático, mientras la embajadora marroquí en España ha vuelto después de que fuera llamada a consultas por Rabat, tras la acogida en nuestro país del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que necesitaba tratamiento hospitalario, la reacción de Argelia no se ha hecho esperar. Quizá las claves de lo que está sucediendo ahora se elaboraron entonces porque nadie puede pensar que este cambio de rumbo se hiciera de la noche a la mañana.

Este verano, Argelia rompió relaciones diplomáticas con Marruecos y ahora ha llamado a consultas a su embajador en España y su regreso no se espera, al menos en el corto plazo. Llamar a consultas a un embajador es el paso previo a romper relaciones diplomáticas con ese país, cuestión muy delicada en este caso porque Argelia es nuestro mayor proveedor de gas y tiene lugar en un momento en el que los países europeos buscan desesperadamente una alternativa a Rusia.

España tenía dos gaseoductos con Argelia, uno a Almería y otro a Tarifa que pasaba por Marruecos y este último cerró al cortar relaciones dipomáticas con el reino alauí.  Argel podría ser el gran proveedor gasístico de Rusia, aunque sean aliados, y hacerle la rosca a Estados Unidos que es el vencedor económico de la guerra de Ucrania porque puede vender gas a Europa.

Esto servirá para enaltecer a Argelia frente a Marruecos como líder en el Magreb, siempre que sepa jugar sus cartas, sacar beneficio a la guerra de Ucrania con la venta de gas y seguir compitiendo por el liderazgo político y en armamento frente a su vecino marroquí.

Respecto a los saharauis, el que no se haya contado con ellos va a tener consecuencias graves. No se contentarán con ser una región autónoma subyugados a un gobierno regional marroquí porque para llegar a este punto no era necesario soportar 46 años en la hamada argelina, una tierra inhóspita, seca, dura en invierno y en verano, donde nadie quiere estar porque no hay nada. Ese es el significado de esa palabra árabe, pero que les ha servido de refugio durante casi 50 años. Era eso o la muerte.

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