Orquídeas de escarcha...

Es una ciudad con personalidad propia, custodia tesoros únicos. Fue Villa y Corte. Tiene su propia voz interior, posee bellos y ocultos rincones, fastuosos edificios. Esa es Madrid...

Madrid, ese es el título del último libro de Andrés Trapiello, que nos presenta una biografía histórica, literaria, social y cultural. 557 páginas repletas de historia y anécdotas sobre la Capital de España, y más de 300 ilustraciones. Cinco años de su vida le ha dedicado a este interesante proyecto, publicado en (Destino).Y seis meses más, junto a Alfonso Meléndez para preparar la maquetación.

Se independizó con 17 años, el motivo, cinco números de Mundo Obrero debajo del colchón. Esto provocó una acalorada discusión con su padre. Sin pensarlo decide abandonar (Manzaneda de Torío) León y marcharse a Madrid, a donde llega en un tren en tercera clase, acompañado de uno de sus ocho hermanos, el día 4 de mayo de 1971.

Es un gozo de lectura, descubres y aprendes muchas cosas. Hace alusiones a curiosidades e historias relacionadas con muchos personajes conocidos, sobre todo con los del mundo de la cultura.
Comenta que al rastro va a por papeles y libros desde hace 42 años, los domingos a primera hora, así ha conseguido erigir su preciada biblioteca.

Nos ofrece datos muy jugosos. La historia es veraz y tiene ritmo. En esta mágica ciudad el cielo dialoga con su sombra.

 En la esquina derecha del Palacio Real, donde pintaba y vivía Velázquez y donde en 1724 se produjo un incendio y se calcinó la biblioteca musical y algunos de sus cuadros, esto fue en "La Torre del viento".

Pone de manifiesto el desarraigo de la identidad. Toda la ciudad imprime personalidad.
Nos muestra desvanecidas historias de reflexión y libertad.

Con contundencia afirma y podría ser, casi la frase que pudiera englobar toda la historia: "El día que decidí venir a Madrid fue el más importante de mi vida".
El libro nace avalado por el prestigio de Trapiello. 

Sobre las alas de la medianoche la luna claudica para darnos a conocer la iglesia de San Ginés, donde Lope de Vega se casó por poderes y en la que hay un Greco.
También donde estaba ubicado el Hotel París donde vivió Rubén Darío.
Y la librería Sánchez Cuesta donde trabajó Luis Cernuda.

La madrugada llama a la puerta del recuerdo donde el olvido se derrama en los confines del presente.
En el número seis del edificio de la derecha del Teatro Real, se mantiene vivo el recuerdo de que allí vivieron ilustres creadores, mediante tres placas. El poeta Vicente Huidobro, Juan Gayarre y Verdi. En el 7 la del pianista José Cubiles. Y en el 8 José Bergamín, que aunque no hay nada que lo recuerde, a Andrés no se le olvida, ya que allí lo visitó, igual que hizo con otros ilustres exiliados, como es el caso de María Zambrano.

La vida precintada pierde el ancla. Las palabras hablan por sí mismas, vagando por los espejos de nieve, extirpandole el alma a las orquídeas de escarcha, batiéndose contra la realidad.    

En la calle Cuchilleros, en un sexto piso hay una placa que reza: "Aquí vivió Fortunata". La de Galdós.
Esta casa, pasado el tiempo, fue propiedad del diplomático y mejor biógrafo de Galdós: Pedro Ortiz Armengol.

Andrés Trapiello es un gran narrador.Nos invita a leer más allá de lo visible.

"Yo salí de Granada, y vine a ver, la gran villa de Madrid, esta nueva Babilonia, donde verás confundir en variedades y lenguas el ingenio más sutil." (Pedro Calderón de la Barca).

Pilar Redondo. Escritora. Córdoba. 

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.