Gladiadores del dolor

Una vez más toca recomponerse ante tanto dolor vivido durante estos días, mi alma se ha estremecido y quebrado, aunque nunca Perdimos la esperanza en la sinrazón de lo imposible, necesitábamos creer que está vez si podía ser posible. Pero no fue así ya que Julen falleció el primer día, cuando cayó a aquel pozo maldito, sin que se pudiera hacer nada por salvar su vida, mi corazón una vez más se marcha para casa roto sin saber como volver a recomponerse. Ahora toca la tarea más dura y más larga, el día después.

Intentar normalizar el día a día, es arduo y difícil después de vivir cerca del infierno y comprobar que la vida es dura para los que se quedan aquí.

No sé como lo haré porque cada caso te deja una marca distinta y profunda, una huella, una muesca como la espada del gladiador que tiene que batirse en cada duelo por salvar su vida o lo que quede de ella, sabiendo que cada golpe Le deja más débil, pero que al mismo tiempo lo hace fuerte pensando que será el último.

Todo lo vivido estos días, los detalles, las sensaciones, lo hablado y lo transmitido, los gestos, los abrazos. Cada lagrima me dejaba un mensaje en ese lenguaje que solo los expertos gladiadores del dolor saben interpretar, cada mirada desvela una intención un deseo, la rabia, la indignación, la desesperación, ha sido para mi difícil de gestionar en momentos de tanta tensión y dolor, pero como cada capítulo la clave está en no dejar de luchar aunque se ponga todo en contra, no se de que manera, pero como siempre seguiré intentándolo, para seguir salvando vidas, manteniendo la esperanza como último puntal al que aferrarse cuando ya no queda nada. Aunque las heridas dejen marcas imborrables, mi fe seguirá intacta, hasta el último día de mi vida

¡¡ JOSE Y VIKY, NUNCA OS DEJARE SOLOS !!

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