
Patio de columnas
Pilar Redondo
Espinas sin nombre

Entona melodías imperecederas, se presenta con su vestido blanco y los pies descalzos, es inmarcesible. Contribuye a cambiar el mundo, me hace regresar a la vida, es instrumento de cohesión entre personas, es pértiga, es compromiso. Para mí hacer uso de ella es un acto sagrado, desde siempre orbita a mi alrededor encontrando el terreno abonado... Es la palabra.
Por eso un grupo de escritores hemos realizado un taller literario, novedoso, emulando a Aristóteles y lo que hizo en Grecia, la Escuela Peripatética (claro está, salvando las distancias), titulado: "Escribe la ciudad". Nuestro adalid ha sido el escritor Diego Marín Galisteo.
La experiencia ha sido dinámica, pedagógica, didáctica... Cada jornada ha constado de dos partes, la teórica y la práctica. Lo hemos desarrollado en la Biblioteca Provincial de Córdoba. Todos nosotros nos hemos nutrido, enriquecido, unos de otros, personal y literariamente.
Se han concebido textos verdaderamente interesantes, hemos realizado un exhaustivo despiece, biopsia y análisis de cada fonema. Algunas de las narraciones han estado impregnadas de un aliento surrealista, etéreo, mágico...

Parte del grupo en uno de los paseos.
El lubricán de la luna redirige el catalejo literario hacia la flor carnívora que pierde el vaho, que remonta el vuelo en el umbral de la suite donde la sangre se hospeda, que centrifuga las heridas que acuden a sanar los afectos. Desde mi espejo con antifaz categorizar la palabra me ancla a mi yo más profundo, deshaciendo nudos emocionales.
Nuestras huellas han escrito su testimonio sobre la tersa dermis de Corduba Colonia Patricia. Corduba, Capital de la Provincia Hispania Ulterior Baetica. Corduba, capital del emirato musulmán de Al-Ándalus.
Cada paseo ha sido un donante de sueños que ha contribuido a crear nuestros mundos protegidos. Las calles crepusculares nos han acogido desnudando nuestras voces, alimentando el recuerdo que vuela libre. Al paso nos ha salido la Historia desafiando a nuestros sentidos. Nuestras pupilas han degustado de los vestigios de las espinas sin nombre que también tienen lágrimas...
Sellar ineluctablemente el acueducto desde el que se derrama la vida y su redentor caudal que mantiene un pulso permanente entre el pasado y el presente que se adueñan de nuestros secretos, que nos acogen en la carrera contra el tiempo.
"El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona." (Aristóteles).
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