30 de noviembre de 2023
|
Buscar
FIN DE SEMANA
Patio de columnas

Patio de columnas

Elsa Martínez

Pendientes de un enchufe

/ Una mujer utiliza un móvil y una tablet.

Este título, señores y señoras, resume nuestra vida actual mejor que ninguna otra frase. Vivimos colgados al móvil, trabajando en un ordenador, fijo o portátil, currando por el mundo como nómadas digitales o en una oficina al estilo tradicional… bancos, casas, despachos, instituciones. Suma y sigue. Coches eléctricos de esos que necesitan una carga de tres horas mínimo cada 250 km, calefacción, más que nunca placas de cocina inductora, freidoras de aire…y un sinfín de cosas más.

En tu móvil todo: conexiones, redes sociales, Whatsapp, amigos, foros de intereses, redes sociales de todo tipo (Instagram, Facebook, TikTok, Twitch… y Telegram, entre miles y miles del planeta ya) aplicaciones de trenes, viajes, novedades, y no digamos la red de tiendas Shop online de toda nuestra vida diaria… en fin. El resumen es claro: vivimos pendientes del enchufe con el que cargar toda nuestra curiosa vida.

El otro día, sin más, me levanté y se había puesto la pantalla en negro de un móvil, por casualidad, sin más, porque alguna tecla no se había sincronizado o porque a Apple le dio la “volada” de sus clásicas actualizaciones de marras… La cuestión: de repente me entró un síncope casi total que me dejó sin saber que hacer… sí, ya sé que alguno y alguna que lean esto, se van a frotar las manos y regocijar en sus propios jugos mentales solo de pensar el disgusto que me llevé esa mañana...

_ninos_con_movil

Niños con un teléfono móvil.

Lo entiendo, forma parte de la lógica envidiosa nacional de la vida en España hoy… pero os lo cuento porque, así, como si nada, mi vida entró en una parálisis coyuntural de las de aúpa. Busque un enchufe como loca y nada. Aquello no iba ni adelante ni atrás, ni moviéndolo ni agitándolo cual coctel de verano con hielo pilé, ni nada de nada… En esta catarsis estaba yo, cuando surgió este artículo. Pensé que realmente no somos nada.

¿De qué sirve tanta tecnología, inteligencia artificial e innovación si un simple apagón de luz, una carencia de batería, un pequeño despiste programable en un móvil sin actualizar o una 'gilipollez' platanera te dejan bloqueado mínimo 24 horas en total catarsis?  Sinceramente esa es la cruda realidad de quienes somos y no somos hoy en día, “querido Watson”.

Somos un planeta pendiente de un enchufe, literal. Nada puede ser mas primigenio que la dependencia que nos hemos generado de la electricidad. ¿Somos conscientes?, yo creo que no. Sin luz se paran nuestras vidas hoy en día. Se para nuestro móvil, nuestro medio de comunicación con el mundo, el acceso a la información, al planeta económico, al médico ya, a trabajar en muchísimos casos, a la familia, a casi todo de todo…

Sin móvil no te certifican ya las instituciones salvo los burofaxes o las cartas certificadas (ojo y gracias a un recurso ciudadano, porque nuestros políticos de todas las ideologías estaban encantados de notificarnos solo por móvil o mail y listos)… Sin móvil el mundo hoy deja de existir. Pero ojo, todavía no hemos solucionado el acceso a buenos móviles de miles de personas mayores (esta semana pasada fue el día del Mayor, recuerden) que no saben como ser seres existentes sociales y sobrevivir en este mundo pendiente del enchufe y sus enchufes…

anciano_con_movil_1_1

Anciano con un móvil.

Sí, leen bien, porque la otra cara del slogan que preside este artículo es la versión dos del mismo: pendientes del “enchufe”. Y sí, digo bien entre comillas del “enchufe”. Esa segunda interpretación que les dejará fríos, se la voy a definir. España es, sin duda, uno de los países donde estar enchufado, ósea tener ascendiente, conexión y “ayuda” es vital para tener un paso agradable por el Planeta Tierra.

Desde pequeños vemos cómo nuestros padres nos dicen eso de “estudia y trabaja y serás el mejor”… "hija mía hay que esforzarse porque esa es la base del triunfo"… o "sé tu misma y conseguirás con esfuerzo ser lo que quieras"… o el cuento de Disney ese que nos han clavado en el “corvejón” sobre el “derecho” a que “todo es posible” y tal y tal...

coches_electricos_recargando_1

Coches eléctricos cargando.

Y entonces sales a la realidad de la vida en este país y te das cuenta de que en el IBEX 35 no abundan las mujeres, y que las que abundan, si te pones a investigar, en mucha medida o tienen un apellido de esos que rechifla de gusto de alta burguesía centenaria estudiada en colegio mayor de Navarra, como poco, o similar… Que entre el funcionariado tres cuartos de lo mismo, se suceden sagas enteras de familias que una no sabe muy bien cómo lo han hecho: no dudo, entonces, que genéticamente se haya aprendido igual o que el gen de la sabiduría este instalado en un código postal exacto, ¿no? Porque suelen ser del mismo domicilio hijos, padres y hasta nietos en el sistema…

Por no hablar del capitulo de la Universidad española (eso ya es para un master como se dan las plazas y se eligen los tribunales), los farmacéuticos, registradores, licencias de tabaco monopolísticas… (todavía no llego a entender porque somos un estado feudal donde se da trabajo por áreas a la gente de por vida y a mí no me dan una “parroquia” entera de clientes pero si me fríen a impuestos...)… Y me planteo dónde estamos y qué estamos construyendo y a dónde vamos. Lo que tengo claro, queridos lectores, es que estamos PENDIENTES DE UN ENCHUFE en toda su dimensión, y que o espabilamos, o el día que se vaya la luz, que haya un apagón general por lo que sea o fuese, el colapso total y mundial es evidente. Feliz Semana.

El Cierre Digital no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta sección que se hacen a título particular.

COMPARTIR: