No es un día cualquiera

Es un ejercicio de libertad que brinda en el abrevadero sin costuras de la palabra no usada. El silencio convertido en voz se adueña del último refugio donde las petunias muertas vistiéndose de insomnio comparten las heridas abiertas.

 

Sellar el agua que agoniza y el fervoroso olvido sin cauterizar donde buscamos las respuestas. El huracán escapa a su propia biografía. Estas son las entrañas del programa: "No es un Día Cualquiera".

 

RNE tiene una magnífica oferta cultural, claro ejemplo de ello es este espacio, que lo concebimos como una  terapia enriquecedora. Se emite en directo los sábados y domingos por la mañana. Y el día 27 de marzo se ha realizado en el Teatro Reina Victoria de Madrid, y he tenido el placer de ser invitada, agradecer sinceramente a todo el equipo: Carles, Aitor, Andrés, Paco Tomás, Josep, Clara, etc, la jornada tan interesante que pudimos disfrutar en torno al mundo cultural, al igual que al personal del teatro.

 

Su exquisita sensibilidad, su forma de ser y estar, sus dotes expresivas, su bonito y reconocible timbre de voz. Conoce perfectamente el envés de la palabra, y cuyo fin es hallar la exacta, mediante la cual consigue que los que le escuchamos experimentemos una extraordinaria densidad sensorial.

Su mirada está repleta de sabiduría.

Sabe hornear la noticia hasta encontrar el punto óptimo.

 

Es culto, justo, divertido, todo ello le hacen ser el perfecto capitán de este gran buque insignia que es: No es un día cualquiera, que conduce con delicadeza y rotundidad. Él es Carles Mesa.

 

Posee las llaves del reino de la cultura, es volcánico, un estallido de luz que electrocuta a la lluvia descalza y a las cicatrices destiladas. Es un sediento desierto de cohesión inquebrantable, de poesía, literatura en general, teatro, magia, cine, salud, pintura... Cultiva la belleza inefable.

 

Se apasiona por experimentar con lo desconocido.

 

Encapsular la noche tatuada sobre la flor de loto para diseccionar la veracidad inflamable, son el equipo de: No es un Día Cualquiera". 

El lenguaje y su poder irradiante que aviva al insepulto presente que se aloja en la posada de la voraz certeza. La invertebrada sed se desangra y se adueña del deshabitado recuerdo que muere en acto de servicio.

 

Amordazar a la falacia que etiqueta al ahora y que rinde culto al diálogo vano.

 

El alma se desnuda cuando escucha: la verdad a escena...

 

Esta es la esencia de RNE.