La estafa del 'accidente de coche' que está engañando a conductores en toda España

Una nueva estafa ha comenzado a extenderse por diferentes ciudades de España, y el blanco principal son los conductores desprevenidos. Se trata de un engaño bien elaborado que comienza de manera aparentemente inocente. Alguien daña tu coche y deja un mensaje de disculpa en el retrovisor, invitándote a contactar para solucionar el problema.

Detrás de este gesto aparentemente cortés se esconde una compleja red de ciberdelincuentes que utilizan técnicas muy sofisticadas para robar información personal y bancaria. La mecánica del engaño es simple, pero eficaz.

Los estafadores eligen cuidadosamente su objetivo dañando parcialmente el coche. Generalmente en el retrovisor, para hacer creer a la víctima que ha sido un accidente menor. 

Acto seguido, colocan una nota con un mensaje como: "He roto tu retrovisor, llama a este número". El objetivo es que la víctima piense que está ante una persona honesta que quiere asumir la responsabilidad del daño.

La trampa del número de contacto

Cuando la víctima llama al número que aparece en la nota, entra en contacto con el estafador, quien finge ser un conductor arrepentido y muy dispuesto a cooperar. La conversación suele ser amistosa, y el estafador promete que su seguro se encargará de cubrir los daños.

Para hacer que la estafa parezca más legítima, el delincuente asegura que su compañía de seguros contactará al afectado a través de un mensaje SMS o un correo electrónico.

Es aquí donde la estafa se vuelve realmente peligrosa. La víctima, confiando en que está ante una situación auténtica, sigue las indicaciones del mensaje que recibe, en el que se incluye un enlace.

Al hacer clic en el enlace, el conductor accede a una página web que parece ser de una aseguradora. Pero en realidad se trata de un sitio falso diseñado para obtener información sensible.

El robo de datos personales y bancarios

La víctima, sin sospechar, introduce sus datos personales y bancarios en esta página fraudulenta. Creyendo que así está resolviendo el problema con la supuesta compañía de seguros. Es en ese momento cuando los estafadores obtienen acceso a su cuenta bancaria y otra información confidencial.

Con estos datos, pueden realizar transacciones fraudulentas o incluso suplantar su identidad para cometer otros delitos. Lo más preocupante de este tipo de estafa es lo bien planificada que está. El uso de un accidente menor, combinado con un supuesto acto de buena fe, hace que muchas personas bajen la guardia y se vean atrapadas en la trampa sin darse cuenta.

Además, el hecho de que todo el proceso parezca respaldado por una aseguradora le otorga un aire de credibilidad que hace difícil sospechar de inmediato.