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Persona sorprendida con gafas, una bota de senderismo y un paisaje de pueblo con torre y bandera.
OCIO

El bonito pueblo de montaña cerca de Barcelona que tienes que ver si visitas Cataluña

Este es el pueblo que debes visitar si quieres una escapada llena de historia medieval y frescura este verano

En el corazón de la provincia de Girona se encuentra Santa Pau, un pintoresco pueblo medieval que parece haberse detenido en el tiempo. Este encantador rincón de España ofrece a sus visitantes una experiencia única, combinando historia, naturaleza y cultura en un entorno que invita a perderse por sus calles adoquinadas y paisajes volcánicos.

Si estás buscando un lugar que te transporte a otra época, Santa Pau es una parada obligada. Solo se encuentra a una hora y media de Barcelona, así que si vas cerca de la ciudad, debes pasar por allí.

Un viaje en el tiempo por sus calles

Santa Pau se destaca por su impresionante casco antiguo, donde cada rincón cuenta una historia. Al caminar por sus calles empedradas, los visitantes pueden admirar las construcciones de piedra que han resistido el paso del tiempo. Las casas, muchas de ellas con siglos de antigüedad, están dispuestas en un laberinto de callejuelas que invitan a explorar y descubrir.

El centro neurálgico del pueblo es la Plaza Mayor, una joya medieval rodeada de arcos y soportales que te transportan a la época feudal. Esta plaza es el lugar perfecto para sentarse y disfrutar del ambiente tranquilo del pueblo. Allí observarás cómo el sol ilumina las fachadas de piedra y crea un juego de luces y sombras.

Imagen de fondo de una ermita de Cabacés con la senyera catalana y otra imagen de un hombre con gesto de sorpresa y otra de varios carteles sin nombre
Cataluña tiene muchos pueblos con encanto en su territorio | Ayuntamiento de Cabacés, Vkstudio, Getty Images

El castillo y la iglesia de Santa María

Uno de los principales atractivos de Santa Pau es su castillo, una imponente fortaleza que domina el paisaje. Fue construido en el siglo XIII. Ha sido testigo de innumerables eventos históricos y ofrece una vista panorámica de la región que te dejará sin aliento. Junto al castillo se encuentra la iglesia de Santa María, un magnífico ejemplo de arquitectura gótica que merece una visita detallada.

La naturaleza que rodea Santa Pau

Santa Pau no solo es un destino para los amantes de la historia, sino también para aquellos que disfrutan de la naturaleza. El pueblo está enclavado en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Una de las áreas volcánicas más importantes de la península ibérica.

Montaje de una chica de espaldas con sombrero y una redonda con una maleta abierta
No te pierdas este rincón catalán | Pixelshot

Este entorno natural ofrece un sinfín de rutas de senderismo que te permiten explorar cráteres volcánicos, bosques frondosos y campos de lava.

Una de las rutas más populares es la que lleva al Volcán de Santa Margarida. Este volcán extinto tiene una peculiaridad que lo hace especial: en su cráter se encuentra una ermita románica, creando una imagen sorprendente y única. Es un lugar perfecto para una excursión de día, donde podrás disfrutar de la tranquilidad del paisaje y de unas vistas espectaculares.

Gastronomía local

La visita a Santa Pau no estaría completa sin degustar su gastronomía local. Este pueblo es famoso por sus judías, conocidas como “fesols de Santa Pau”, que cuentan con denominación de origen protegida. Estos pequeños manjares son un ingrediente clave en la cocina local y se pueden probar en numerosos platos tradicionales en los restaurantes del pueblo.

La oferta gastronómica de Santa Pau también incluye otros productos típicos de la región, como embutidos, quesos y carnes, todos ellos preparados siguiendo recetas que han pasado de generación en generación. Comer en Santa Pau es, sin duda, una experiencia que combina tradición y sabor.

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