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Un hombre con mochila observa una imagen circular de una iglesia antigua.
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El pequeño pueblo a 2 horas de Barcelona que es ideal para unos días de desconexión

El refugio más escondido de la provincia de Barcelona que te hará desconectar del mundo y que poca gente conoce

A tan solo 100 kilómetros de la bulliciosa Barcelona, se encuentra uno de los secretos mejor guardados de Cataluña: Sant Jaume de Frontanyà. Este pequeño pueblo, enclavado en la comarca del Berguedà, es el municipio con menos habitantes de toda la provincia.

Con tan solo una veintena de residentes permanentes, este enclave ofrece una paz y tranquilidad que lo convierten en el lugar perfecto para desconectar de la rutina y el estrés cotidiano.

Un hombre sorprendido con fondo de Barcelona
Un oasis de paz y tranquilidad cerca de Barcelona | elcierredigital.com, Prostock-studio, Pexels

Un pueblo lleno de historia

Sant Jaume de Frontanyà no solo destaca por su aislamiento y serenidad, sino también por su historia. Su patrimonio más emblemático es la iglesia románica de Sant Jaume, construida en el siglo XI y considerada una de las joyas arquitectónicas de esta época en Cataluña.

Con su imponente ábside y su planta de cruz latina, esta iglesia es una verdadera obra maestra que ha sobrevivido al paso de los siglos. A día de hoy sigue siendo uno de los mayores atractivos del pueblo.

La historia del municipio se remonta a tiempos antiguos, siendo mencionado ya en documentos del año 905. Desde entonces, Sant Jaume ha sido testigo de diferentes épocas históricas. Aunque siempre ha mantenido su esencia tranquila y rural, preservando un ambiente que parece detenido en el tiempo.

Naturaleza en estado puro

Una de las razones por las que Sant Jaume de Frontanyà se ha mantenido como un refugio de paz es su entorno natural. El pueblo está rodeado de colinas, bosques y montañas que ofrecen un paisaje espectacular y, sobre todo, tranquilidad.

Los senderos que atraviesan estos paisajes son perfectos para los amantes del excursionismo, que pueden disfrutar de rutas sin la masificación que se encuentra en otros lugares turísticos.

El contacto con la naturaleza es una parte esencial de la vida en Sant Jaume. Los visitantes pueden pasear por sus tranquilos caminos, descubrir pequeños rincones escondidos entre la vegetación y disfrutar de una conexión con el entorno que difícilmente se encuentra en otros destinos.

La escasa población y la ausencia de aglomeraciones hacen que cada momento en este lugar se viva con una calma que contrasta radicalmente con el ritmo acelerado de las grandes ciudades.

Un destino para desconectar

En un mundo cada vez más conectado, donde el ruido y la prisa parecen dominar cada aspecto de la vida cotidiana, lugares como Sant Jaume de Frontanyà ofrecen un respiro invaluable. Este pequeño pueblo es ideal para quienes buscan alejarse de todo, disfrutar de unos días de descanso en un entorno rural y, simplemente, desconectar.

Aquí no hay grandes centros comerciales, ni tráfico, ni turistas abarrotando las calles; solo silencio, naturaleza y un ritmo de vida pausado.

Aunque Sant Jaume de Frontanyà puede parecer pequeño en tamaño, su capacidad para ofrecer paz y serenidad es inmensa. Cualquier visitante que busque un lugar donde el tiempo parezca detenerse, encontrará en este rincón del Berguedà un verdadero oasis.

Ya sea por su rica historia, su impresionante iglesia románica o sus paisajes naturales, el pueblo tiene un encanto especial. El cual lo convierte en un destino único para quienes buscan algo más que una simple escapada de fin de semana.

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