'Qué fue del verano de... 1984': La muerte de Paquirri en Pozoblanco

Nada más acabar el verano, casi a punto de finalizar septiembre, en la plaza de toros de Pozoblanco, el toro Avispado se transformó en inmortal al tiempo que quitaba la vida a Francisco Rivera 'Paquirri', en una corrida que tiñó de luto a un país y que ha dado de hablar durante mucho tiempo a la prensa rosa española. No debía haber fallecido, pero las condiciones de la enfermería de aquella plaza hicieron imposible la supervivencia del marinero de luces barbateño.

Esta fue la pérdida más sonada del verano pero no la única. También dijeron adiós, Richard Burton, casi tan protagonista por sus papeles en el cine como por su vida amorosa con Liz Taylor; el insigne Ismael Merlo, miembro de una de esas familias artísticas tan productivas en España; y Truman Capote, el periodista y escritor capaz de hacernos desayunar con diamantes y de helarnos el corazón con su inmenso reportaje-novela A sangre fría.

El verano comenzó con fútbol, con la Eurocopa. La selección española no lo hizo mal, consiguió ir pasando fases y eliminatorias, con un fútbol pésimo. A pesar de ello, inexplicablemente el equipo nacional se clasificó para la final del campeonato que se disputó en Francia, y contra la anfitriona precisamente perdió por dos goles a cero. El combinado dirigido por Miguel Muñoz  no tuvo casi nunca opciones pero de su actuación, lo que quedó marcado para la historia fue el clamoroso fallo de Arconada en el primer gol, que hizo que Forges lo bautizara para siempre como "Arcomanta".

Aquel fue también año de Olimpiadas, y en Los Ángeles, sin participación del bloque soviético. España se mantuvo a su nivel de entonces pero con un importantísimo logro: la medalla de plata en baloncesto contra Estados Unidos. Por otra parte, el deporte español cosechó otra gran victoria con el segundo Open Británico, logrado por Severiano Ballesteros.

En la política nacional, el PSOE estaba empezando a plantearse la entrada de España en la OTAN mientras que la lucha contra ETA alcanzaba sus primeras minivictorias con la extradición, inédita hasta entonces, de tres terroristas a España por parte de Francia.

Otro hecho relevante fue la huelga larguísima de los pilotos de Iberia que terminó en un arbitraje forzoso y hasta los futbolistas amenazaron con hacer una.

Música

En este verano, los jóvenes músicos españoles que se estrenaron a principios de la década ya se consagraban entre el gran público. Atrás quedaba la atmósfera amateur que acompañaba a muchos de estos grupos y sus canciones alcanzaron niveles de madurez que ni ellos mismos hubieran imaginado unos años antes.

Uno de los ejemplos más contundentes fue la irrepetible Escuela de calor, muestra del gran momento que atravesaba el pop español, sobre todo por el álbum que arropaba el saltarín estribillo, La ley del desierto/La ley del mar. Radio Futura  dio con él un salto de gigante y empezó a coquetear con los acentos llegados de allende los mares.

También era el momento de Mecano, que ese año lanzó todo un canto a la nostalgia por las playas que aparecían en las revistas del corazón con celebridades a remojo. Hawaii Bombay, firmada por  José María Cano, nos hablaba de cómo conseguir un estado estival idílico sin salir del hogar.