El encantador pueblo de montaña que debes visitar al menos una vez en la vida

Lanuza, un pequeño pueblo de Huesca, es uno de esos lugares que parece sacado de un cuento. Situado en pleno valle de Tena, en los Pirineos aragoneses, este encantador destino es un secreto bien guardado, perfecto para los amantes de la naturaleza, la tranquilidad y el turismo rural.

Está rodeado por imponentes montañas y un embalse de aguas cristalinas. Lanuza ofrece un paisaje impresionante y una experiencia inolvidable para quienes buscan desconectar del bullicio urbano.

Un pueblo con una historia única

Lo que hace a Lanuza verdaderamente especial no es solo su belleza natural, sino también su historia. En los años 70, el pueblo fue desalojado y quedó prácticamente deshabitado debido a la construcción del embalse que lo rodea.

Durante un tiempo, Lanuza estuvo a punto de desaparecer. Pero en los años 90 sus antiguos habitantes y nuevos residentes comenzaron a recuperarlo, restaurando sus casas de piedra y dándole una nueva vida.

Hoy, caminar por sus estrechas calles empedradas es un viaje al pasado, con edificios que conservan la arquitectura tradicional del Pirineo y un ambiente de paz que invita a la reflexión. Cada rincón del pueblo cuenta una historia, y su resurgimiento lo convierte en un ejemplo de perseverancia y amor por las raíces.

El embalse de Lanuza: un paraíso natural

El embalse de Lanuza es uno de los mayores atractivos de la zona. Sus aguas de un color azul intenso reflejan las montañas que lo rodean, creando un paisaje digno de admirar.

En verano, se convierte en un lugar perfecto para practicar deportes acuáticos como el kayak o el paddle surf. Mientras que en invierno, su proximidad a estaciones de esquí como Formigal lo hace ideal para quienes buscan combinar naturaleza y aventura.

Pero el encanto del embalse no es solo visual. Su presencia ha moldeado la vida de los habitantes de Lanuza y ha influido en su renacimiento como destino turístico. De hecho, cada año se celebra el Festival Pirineos Sur en sus orillas, un evento que atrae a visitantes de toda España y que fusiona música y naturaleza de manera espectacular.

Rutas de senderismo y actividades al aire libre

Lanuza es también un paraíso para los amantes del senderismo. Desde el pueblo parten varias rutas que permiten explorar los alrededores y disfrutar de la riqueza natural de los Pirineos. Una de las más populares es la que lleva al ibón de Sabocos, un lago de origen glaciar que ofrece vistas impresionantes y es perfecto para una excursión de un día.

Además del senderismo, la zona es ideal para practicar ciclismo de montaña y otras actividades al aire libre. La cercanía con el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido hace de Lanuza un punto de partida excelente para explorar uno de los entornos naturales más espectaculares de España.