De templarios y castillos: el pueblo a 1.30h de Valencia que llama por su historia
Descubre la fascinante historia medieval de Culla, el tesoro templario de Castellón que fue comprado
Enclavado en las montañas de la provincia de Castellón, Culla es un pueblo que parece sacado de una novela medieval. Con sus estrechas callejuelas empedradas y sus casas de piedra, este pequeño rincón de la Comunidad Valenciana esconde un pasado cargado de historia y misterio.
Lo que muchos no saben es que Culla fue el último pueblo que compraron los templarios en España, convirtiéndose en un importante bastión de la orden en el siglo XIII.
El legado de los templarios en Culla
Los templarios, esa mítica orden de caballeros monásticos que dejó su huella en toda Europa, llegaron a Culla en 1303. Allí adquirieron la villa y su castillo, situados en una estratégica ubicación en lo alto de un cerro. Esta compra, realizada por la Orden del Temple, no fue casual. Culla, por su posición privilegiada, les permitía controlar una vasta región y proteger los caminos que atravesaban el Maestrazgo.
El castillo de Culla, aunque hoy en ruinas, sigue siendo un testigo silencioso de aquellos tiempos en que los templarios gobernaban estas tierras. Desde sus murallas se puede contemplar un paisaje que parece no haber cambiado en siglos, con vistas que alcanzan hasta las sierras de Teruel.
Este fuerte servía como refugio en tiempos de conflicto y también como un centro administrativo y de poder para la orden en la región.
Un pueblo con historia en cada rincón
Caminar por Culla es recorrer siglos de historia. Las callejuelas del pueblo, serpenteantes y empinadas, están llenas de detalles que evocan su pasado medieval. La Iglesia Parroquial del Salvador, construida sobre una antigua mezquita, es un ejemplo de la rica mezcla de culturas que ha caracterizado a la región a lo largo de los siglos.
Los templarios también dejaron su huella en la vida cotidiana del pueblo. Durante su dominio, impulsaron la agricultura y la ganadería, actividades que aún hoy son fundamentales para la economía local. Los sistemas de regadío y las terrazas agrícolas que diseñaron siguen en uso, mostrando la ingeniosidad y el conocimiento de la orden en la gestión de recursos.
Un destino turístico con encanto medieval
Hoy en día, Culla ha sabido conservar su encanto medieval. Se ha convertido en un destino turístico de primer orden para quienes buscan una experiencia auténtica en uno de los pueblos más bonitos de España. Declarado Conjunto Histórico-Artístico, este pueblo invita a sus visitantes a perderse en su laberinto de calles y a descubrir sus rincones llenos de historia.
El entorno natural que rodea a Culla también es un gran atractivo. Las rutas de senderismo que parten del pueblo permiten explorar la belleza del Maestrazgo. Una comarca llena de contrastes, donde se alternan bosques frondosos, abruptas montañas y valles fértiles.
Es en este escenario donde los templarios vieron una tierra rica y llena de posibilidades. Donde hoy en día los turistas encuentran un remanso de paz y belleza. Culla no es solo un pueblo, es una puerta a un pasado fascinante, donde los templarios dejaron una huella imborrable.
Visitar Culla es sumergirse en una época de caballeros y castillos, de misterios y leyendas. Es, sin duda, uno de esos lugares de España que deja una marca en la memoria y el corazón de quienes lo recorren.
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