La nube de azufre que ha llegado a España y todavía no se va: ¿Es peligroso?
La nube volcánica, procedente de la erupción que ha habido días atrás en Islandia, flota sobre la península
Esta semana, una densa nube de dióxido de azufre (SO2) ha llegado a los cielos de España. Ha sido tras la erupción del volcán Sundhnúksgígar, en la localidad de Grindavik, en Islandia.
Aunque el fenómeno ha despertado cierta inquietud y alarma entre la población, los expertos han señalado algo muy relevante. La nube de azufre se encuentra a una altitud de aproximadamente 1.500 metros. Lo que reduce significativamente los riesgos para la población.
Hasta el momento, el dióxido de azufre no se ha detectado en la superficie terrestre, lo que implica que no representa una amenaza inmediata para la salud pública.
¿Qué es el dióxido de azufre?
El dióxido de azufre es un gas irritante que, en altas concentraciones, puede tener efectos nocivos en las vías respiratorias. Sin embargo, la nube permanece en las capas medias y bajas de la atmósfera y no en el nivel del suelo. Es por eso que no se espera que cause problemas respiratorios entre la población.
Este tipo de fenómenos atmosféricos no son nuevos. Las erupciones volcánicas suelen liberar grandes cantidades de gases y partículas que pueden viajar a grandes distancias impulsadas por las corrientes de aire.
El dióxido de azufre es un gas incoloro con un fuerte olor característico que se libera principalmente durante la quema de combustibles fósiles y en erupciones volcánicas. Cuando se encuentra en la superficie, el SO2 puede ser peligroso. Puede irritar las vías respiratorias y agravar enfermedades como el asma o las afecciones pulmonares crónicas.
En este caso, sin embargo, al estar la nube en altura, la posibilidad de que cause daños directos a la población es baja. A pesar de que en la actualidad la nube de azufre no presenta un riesgo considerable, los científicos están monitoreando de cerca la situación.
La AEMET ha destacado que los gases emitidos por los volcanes, si llegan a las capas más bajas de la atmósfera, pueden causar problemas ambientales y de salud. No obstante, las predicciones actuales apuntan a que la nube de dióxido de azufre se mantendrá en niveles elevados de la atmósfera, dispersándose con el tiempo.
Los cielos españoles bajo la nube
El impacto más evidente de este fenómeno será visual, ya que la presencia de la nube puede generar cielos cubiertos o ligeramente turbios en algunas regiones de España. Aunque no afectará directamente la vida cotidiana, algunas personas podrán notar que el sol luce más opaco.
Esta situación no es inédita en España, donde eventos similares han ocurrido en el pasado por erupciones volcánicas o grandes incendios forestales.
A lo largo de esta semana, las zonas más afectadas serán aquellas situadas en el norte y centro del país. Donde se espera que la nube de azufre se mantenga más densa. En cualquier caso, los expertos aseguran que no existe motivo para alarmarse.
Más noticias: