
Mercedes E 300 de 4MATIC All-Terrain: Versatilidad y Eficiencia en un Familiar de Lujo
Versión familiar con tracción total, suspensión elevada y motor híbrido diésel, ideal para viajar con confort y eficiencia.
Desde hace más de treinta años, la Clase E se ha consolidado como uno de los pilares fundamentales de la gama Mercedes-Benz. Siempre ha representado el equilibrio entre confort, tecnología y distinción, posicionándose como la berlina de referencia en su segmento. Sin embargo, en 2017 la marca decidió dar un giro al concepto clásico. Lo hizo con una propuesta diferente: una versión familiar de la Clase E que ganaba altura y capacidades fuera del asfalto sin romper con su identidad de turismo premium. Así nació el All-Terrain.

La nueva generación del E 300 de 4MATIC All-Terrain lleva esa idea aún más lejos. Ya no se trata sólo de una estética robusta o de una mayor altura libre al suelo. Este modelo apuesta ahora por un sistema de propulsión híbrido enchufable que combina motor diésel y energía eléctrica. Es una apuesta clara por la eficiencia en largos desplazamientos, manteniendo intacto el nivel de refinamiento que se espera en un Mercedes de esta categoría.

A primera vista, este All-Terrain no necesita recurrir a artificios visuales para diferenciarse. Su diseño mantiene la elegancia característica de la Clase E, aunque incorpora detalles específicos que le otorgan personalidad propia. La parrilla frontal incluye dos barras horizontales que enmarcan la estrella central, exclusiva de esta variante, mientras que los paragolpes adoptan un estilo más robusto con protectores metálicos visibles. Las molduras negras en los pasos de rueda añaden un toque aventurero sin caer en la exageración.
Gracias al uso de la suspensión neumática AIRMATIC y a unas llantas que pueden variar entre 18 y 20 pulgadas, el modelo se eleva 46 milímetros respecto a la versión familiar convencional. A simple vista da la sensación de ser más largo que un SUV de tamaño medio, pero mantiene proporciones equilibradas propias de un turismo bien diseñado.
El interior refleja la última evolución del diseño de Mercedes-Benz. Materiales de alta calidad, una ejecución impecable y un enfoque claro hacia el confort. El sistema MBUX Superscreen se convierte en el protagonista del salpicadero, combinando una gran pantalla central con otra orientada al pasajero delantero. Todo el entorno transmite sensación de tecnología sin resultar abrumador. La instrumentación es completamente digital y permite una amplia personalización de vistas.

El equipamiento de serie es muy completo. Incluye ocho airbags, arranque sin llave, climatización automática de doble zona THERMATIC, asientos calefactables, cámara de visión trasera, cargador inalámbrico para móviles, sistema de navegación avanzado, retrovisores eléctricos plegables, tapicería en cuero sintético combinada con tela y volante multifunción forrado en napa. También es estándar la suspensión neumática adaptativa, que mejora notablemente el confort en marcha.
Los controles táctiles del volante y los mandos retroiluminados de la consola central están bien resueltos, con buen tacto y precisión. La iluminación ambiental configurable en distintos tonos ayuda a crear un entorno agradable, especialmente en trayectos nocturnos. La ergonomía está muy cuidada, permitiendo ajustar con facilidad una posición de conducción óptima gracias a los asientos eléctricos con memoria.
Las plazas traseras ofrecen un espacio generoso para las piernas, incluso para personas altas. La banqueta posterior puede abatirse en tres partes (40:20:40), lo que facilita la carga de objetos largos sin necesidad de renunciar a todas las plazas. La capacidad del maletero parte de 460 litros y puede llegar hasta 1.675 litros abatiendo los respaldos, una cifra algo menor respecto a otras versiones de la Clase E debido a la batería del sistema híbrido, aunque sigue siendo un espacio funcional y versátil.

En términos de seguridad, el E 300 de All-Terrain incorpora una amplia dotación de asistentes a la conducción. Entre ellos se encuentran el control de crucero adaptativo DISTRONIC, el asistente activo de mantenimiento de carril y el sistema de vigilancia de ángulo muerto. A ello se suman el reconocimiento de señales, la activación automática de luces de carretera, faros LED High Performance y un capó activo que se eleva en caso de atropello para mitigar daños.
Bajo el capó se esconde un motor diésel de 2.0 litros y cuatro cilindros, que trabaja en conjunto con un motor eléctrico integrado en la caja de cambios automática de nueve velocidades. En total, el sistema entrega 313 CV y un par máximo de 700 Nm, transmitidos a las cuatro ruedas a través del sistema 4MATIC. Esta configuración proporciona una respuesta inmediata y progresiva, sin sacrificar el confort de marcha ni penalizar el consumo.

En entornos urbanos, el sistema híbrido permite circular en modo eléctrico durante algo más de 100 kilómetros, siempre que la batería de 25,4 kWh esté completamente cargada. Esto convierte al All-Terrain en una opción práctica para el uso diario en ciudad, especialmente si se dispone de un punto de carga accesible. La transición entre el funcionamiento eléctrico y el térmico se realiza de forma suave, y el aislamiento acústico evita que el cambio se perciba desde el habitáculo.
Al circular por carretera abierta, el conjunto mecánico ofrece una respuesta rápida y contundente. La asistencia del motor eléctrico se traduce en una mayor agilidad al adelantar, incluso con el vehículo cargado. La tracción total permanente garantiza un buen agarre en superficies deslizantes o en curvas cerradas, y el chasis gestiona con solvencia el peso adicional del sistema híbrido. Sin ser un coche deportivo, transmite una conducción equilibrada, con buen control y una elevada sensación de seguridad.
Aunque no está diseñado para terrenos extremos, este familiar elevado puede enfrentarse sin problema a caminos rurales, pistas sin asfaltar o condiciones adversas en invierno. Cuenta con un programa específico para superficies de baja adherencia que ajusta la entrega de par, la tracción y el funcionamiento de la suspensión para mantener el control en todo momento.

Uno de los puntos fuertes de este modelo es su eficiencia. En condiciones reales de uso, el consumo medio se sitúa en torno a los 4,6 litros por cada 100 kilómetros, una cifra muy contenida para un vehículo con tracción integral, más de 300 CV y una carrocería de casi cinco metros. Este equilibrio lo convierte en una alternativa muy interesante para quienes buscan recorrer grandes distancias sin renunciar al bajo consumo.
Respecto a la recarga, el sistema admite una potencia de carga en corriente alterna de hasta 11 kW. Esto permite una recarga completa en unas dos horas y media utilizando un wallbox doméstico. Además, la batería puede recuperar energía durante la conducción, especialmente en zonas con muchas frenadas o descensos prolongados, lo que ayuda a mejorar aún más la eficiencia sin necesidad de enchufarlo.

Mercedes-Benz ha desarrollado una propuesta singular con este E 300 de All-Terrain. No se trata de seguir la moda de los SUV, sino de ofrecer una alternativa más versátil dentro del formato familiar, combinando confort, capacidad y eficiencia. Su diseño elegante, sus capacidades fuera del asfalto y su mecánica híbrida enchufable lo convierten en una opción para quienes buscan algo distinto, con el refinamiento habitual de la marca pero una vocación más práctica y aventurera.
La combinación entre diésel e hibridación puede generar opiniones encontradas, pero lo cierto es que ofrece una autonomía superior a los 1.200 kilómetros entre cargas y repostajes. Esa cifra, sumada a su capacidad para circular en eléctrico por ciudad y su solvencia fuera del asfalto, lo convierten en una propuesta única en su categoría.
El precio de partida para el Mercedes-Benz E 300 de 4MATIC All-Terrain con esta mecánica híbrida comienza en 79.125 euros, sin contar con campañas promocionales o descuentos vigentes.
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