Media España pasada por agua: las 10 zonas donde lloverá y mucho esta semana

¡Adiós al calor abrasador! España ha vivido días de auténtico infierno, pero el alivio está a la vuelta de la esquina. Una DANA se aproxima y pondrá fin a esta insoportable ola de calor. Un giro que dará paso a un cambio radical en el tiempo con fuertes tormentas y un notable descenso de las temperaturas.

Los termómetros bajarán de forma generalizada desde hoy mismo, martes 13 agosto. Y esto es debido al avance de una masa de aire más fresca asociada a una vaguada. Un fenómeno que afectará principalmente a la mitad este y norte del país.

Las temperaturas más altas quedarán relegadas al suroeste y sur peninsular, donde el calor persistirá en los próximos días. Mientras que en el norte experimentarán una bajada drástica de las temperaturas.

Descenso generalizado de las temperaturas

La entrada de la vaguada trae consigo un alivio del calor en gran parte de España, especialmente en el norte y el este. A partir del miércoles, los valores térmicos bajarán significativamente, dejando atrás los registros sofocantes del verano.

Los termómetros no alcanzarán los 35 °C fuera de los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir, donde el calor seguirá siendo intenso, pero no extremo. Sin embargo, las máximas de 40 °C volverán a aparecer durante el fin de semana, especialmente en las zonas más cálidas del sur. En la zona del Cantábrico, hoy las temperaturas podrían llegar a bajar hasta 20 grados debido a la llegada de la DANA.

El cambio más notable será en las noches tropicales, que afectarán principalmente al suroeste, el litoral mediterráneo y las Islas Canarias. En estas regiones, las temperaturas mínimas nocturnas no bajarán de los 20 °C. Brindando así noches más frescas en comparación con las que hemos tenido hasta ahora.

En contraste, el interior norte de la península experimentará un refrescamiento notable, sobre todo durante las noches, a partir del miércoles. Este fenómeno podría provocar incluso heladas en áreas de alta montaña, un evento inusual para esta época del año.

Llegan las lluvias

Esta semana, diversas regiones de España se preparan para recibir lluvias intensas, según las previsiones meteorológicas. De hecho, varias zonas del país ya están en alerta.

Mallorca y las Islas Baleares serán algunas de las áreas más afectadas, con tormentas fuertes y lluvias intensas esperadas a partir del viernes. El fin de semana se pronostica especialmente complicado, con un aumento significativo de las precipitaciones que podrían provocar inundaciones locales.

En el norte de España, las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco verán lluvias persistentes a lo largo de la semana. Estas regiones, conocidas por su clima húmedo, experimentarán una intensificación de las lluvias que podría generar desbordamientos en ríos y problemas en las carreteras.

Navarra y las áreas montañosas de los Pirineos también están en alerta por precipitaciones significativas, que podrían acompañarse de tormentas eléctricas. Esta situación podría complicar las actividades al aire libre y aumentar el riesgo de deslizamientos en zonas de montaña. Por otro lado, Aragón, Valencia y Cataluña, particularmente en la zona de los Pirineos y la Costa Brava, son las tres zonas donde la DANA azotará con más fuerza.

Las lluvias intensas pueden causar interrupciones en los servicios y problemas en las infraestructuras, por lo que es importante tomar precauciones.

Previsión para el resto de la semana

La vaguada continuará su desplazamiento hacia el Mediterráneo, estabilizando el clima gradualmente. Aunque las temperaturas aumentarán ligeramente hacia el fin de semana, se mantendrán dentro de márgenes moderados para gran parte de la península.

Este período de inestabilidad atmosférica también disminuirá, pero se espera que las noches frescas persistan en las zonas montañosas y en el norte peninsular.

Este escenario climático resalta la naturaleza dinámica de las condiciones meteorológicas en España. Los cambios bruscos en la temperatura y las condiciones atmosféricas son características propias de la región, especialmente durante las transiciones de temporada.

La preparación y el monitoreo continuo del clima permiten a los residentes adaptarse y responder a las fluctuaciones, asegurando su seguridad y bienestar.