Los servicios de streaming ya superan al cable: la ‘fatiga de las suscripciones’
Los servicios de streaming ya cuestan más que el cable: Así funciona la ‘fatiga de las suscripciones’
Los recientes aumentos de precios de Netflix y de otros servicios de streaming competidores están llevando a muchos usuarios a plantearse su permanencia en ellos, sobre todo en un contexto donde los precios en general –en el supermercado, en las estaciones de servicio– continúan aumentando de forma constante.
Con las nuevas tarifas, el plan Premium de Netflix pasa a costar 319 pesos al mes, es decir, alrededor de 16 dólares estadounidenses. Pese a que el plan permite acceder a Netflix desde cuatro dispositivos distintos, estos deben estar en el mismo hogar, así que no es posible compartir la cuenta con amigos que residan en otros domicilios. El plan individual más económico cuesta 139 pesos, y no permite ver los contenidos en HD ni 4k.
Tarifas más costosas a cambio de catálogos más pequeños
Este continuo incremento de precios lleva a muchos usuarios a preguntarse si merece la pena mantener su suscripción, o si es el momento de cancelarla. El problema no son solo las tarifas excesivas de Netflix, sino la aparición de múltiples servicios de streaming alternativos durante los últimos años.
Ya no tenemos el mejor catálogo en una sola plataforma, sino que cada una tiene su pequeña porción de contenidos, y hay que pagar al menos cuatro o cinco para acceder a un catálogo razonablemente completo. Se trata de una situación extraña, donde un conjunto aceptable de servicios de streaming viene costando más que el cable, y además sus tarifas continúan subiendo año tras año.
No se trata solo de los servicios de streaming de películas y series bajo demanda. También hay que añadir las plataformas de streaming deportivo como ESPN+ o Fox Sports, cada una con su propio catálogo de deportes, que también hay que pagar por separado para tener una buena variedad. Y a esto hay que sumar las plataformas de televisión en vivo como Blim TV: una cuota más a pagar cada mes.
La 'fatiga de las suscripciones' impulsa un cambio de modelo
Se trata de un problema muy real conocido como la 'fatiga de las suscripciones' en un análisis de ExpressVPN. Este artículo de la empresa de ciberseguridad pone de relieve que un número cada vez mayor de usuarios está considerando la cancelación de algunas de sus cuentas de pago mediante suscripción. Debido a sus precios excesivos, Netflix es una de las plataformas que acapara más cancelaciones, pero no es la única.
En contraste, plataformas de streaming como Spotify no padecen tanto este problema porque sus servicios se mantienen aproximadamente en los mismos términos que al comienzo de su recorrido. Cuando pagamos por Netflix solo podemos acceder a un catálogo muy fragmentario de producciones cinematográficas, pero la suscripción a Spotify nos permite escuchar prácticamente cualquier artista musical que nos apetezca, lo que ofrece un valor muy superior.
El problema del SaaS y una vuelta al software de pago único
Mención aparte merecen las compañías de software que pasaron a vender sus productos mediante un modelo de suscripción durante los últimos años. El ejemplo más recurrente es la suite de Microsoft Office, que antes se podía adquirir mediante un pago único y activar con una clave de licencia, mientras que ahora es necesario pagar una suscripción anual para seguir teniendo acceso a aplicaciones esenciales como el Word, Excel o PowerPoint.
La propia Microsoft tomó recientemente la iniciativa de deshacer parte de su sistema de precios mediante suscripción, ofreciendo la compra de la suite Office Hogar 2024 mediante un sistema de pago único. Este nuevo cambio de modelo viene en respuesta al auge de productos competidores como WPS Office, que lograron crecer de forma exponencial aprovechando el hastío de los usuarios con las suscripciones de Microsoft.
Mayor movilidad de los usuarios
El análisis de ExpressVPN sugiere que los usuarios están más dispuestos a cambiar de plataformas o de aplicaciones si esto les permite ahorrar con sus suscripciones o, sencillamente, eliminar algunas de ellas. Esto supone un problema para las empresas, que empiezan a verse obligadas a reformular sus métodos de pago para no perder su cuota de usuarios, o, cuanto menos, no ver mermados sus ingresos.
En el caso de Netflix, la apuesta pasa claramente por subir precios para compensar la pérdida de usuarios en favor de otras plataformas. En cambio, plataformas como Amazon Prime incluyen otros servicios con el pago de su cuota, como el envío gratis de productos en su portal de e-commerce o acceso a ciertas funciones en sus asistentes virtuales. Sea como sea, estamos asistiendo a una corrección del modelo de suscripción. Solo el tiempo dirá si los nuevos términos propuestos por las compañías resultarán beneficiosos para sus usuarios.
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