La joya escondida en los Pirineos que todos deberían conocer: es 'La Venecia española'
Lesaka es uno de esos rincones que parece sacado de un cuento, lo comparan incluso con Venecia por su encanto
Lesaka es uno de esos rincones que parece sacado de un cuento. Este pequeño pueblo de la comarca de Cinco Villas, en Navarra, es único, especial y diferente. Ubicado en un entorno montañoso y rodeado de naturaleza, muchos lo conocen como "La Venecia de España".
Eso sí, lo cierto es que el pueblo tiene mucho más que ofrecer que simples canales y puentes pintorescos. Lo que hace de Lesaka un destino fascinante es la fusión de historia, paisajes y tradiciones que te transportan a otra época.
Lesaka: un pueblo medieval con encanto atemporal
Desde el momento en que pones un pie en Lesaka, te das cuenta de que no es un pueblo cualquiera. Las calles empedradas y las casas de piedra con balcones de madera te reciben con una calidez que solo un lugar con siglos de historia puede ofrecer.
Este rincón de Navarra conserva su esencia medieval, con construcciones que datan de siglos atrás, y al pasear por sus calles, es fácil imaginar cómo vivían sus habitantes en otras épocas.
El casco histórico de Lesaka está presidido por la iglesia de San Martín de Tours. Un impresionante templo que combina el estilo gótico y renacentista, reflejando la importancia que tuvo el pueblo durante la Edad Media.
Pero más allá de los edificios religiosos, lo que realmente atrae a los visitantes es la peculiar disposición de las casas y puentes que parecen flotar sobre el río Onin. Este pequeño río atraviesa el corazón del pueblo. Le otorga esa atmósfera mágica y serena que recuerda, en cierta manera, a las ciudades con canales.
La Venecia navarra: un apodo que le hace justicia
El apodo de “la Venecia navarra” no es casualidad. El río Onin serpentea por el pueblo de una manera tan natural que parece haber sido diseñado por un artista. A lo largo de su cauce, pequeños puentes de piedra conectan los distintos barrios de Lesaka, creando una imagen que, efectivamente, recuerda a los famosos canales de Venecia.
Sin embargo, Lesaka tiene una identidad propia que lo diferencia de cualquier otro lugar. Aquí no hay góndolas ni turistas en masa, solo tranquilidad y el sonido del agua fluyendo entre las rocas.
A medida que caminas por los puentes de Lesaka, puedes notar cómo el pueblo ha sabido adaptarse a su entorno natural. Las casas, algunas con siglos de antigüedad, están construidas prácticamente sobre el río. Como si este formara parte intrínseca de la vida cotidiana de sus habitantes.
La arquitectura tradicional, con sus tejados de pizarra y fachadas de piedra, se mezcla con el paisaje. Creando así un ambiente único que invita a detenerse y contemplar.
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