'Lo avisé, había señales': Jorge Rey se planta y habla ahora de la DANA en Valencia
El joven meteorólogo analiza las señales que permitieron predecir el desastre y advierte sobre lo que podría ocurrir
Mañana se cumple un mes de la devastadora DANA que transformó el Levante español en un escenario de tragedia. Valencia, una de las zonas más afectadas, aún trata de asimilar las pérdidas humanas y materiales que dejaron las lluvias torrenciales.
Jorge Rey, el joven meteorólogo famoso por predecir la borrasca Filomena, visitó recientemente el programa "Fiesta". Allí ofreció una reflexión crítica sobre lo sucedido y compartió sus pronósticos sobre un invierno que podría ser igual de desafiante.
Una tragedia que pudo anticiparse
Jorge Rey no dudó en señalar que la tragedia de la DANA pudo haberse mitigado si se hubieran atendido las señales que él mismo y otros expertos advirtieron con antelación. Según explicó, los sistemas oficiales fallaron al emitir alertas claras y oportunas. "Algunos despertaron con sus casas inundadas, mientras los avisos llegaron demasiado tarde", comentó.
En su intervención, Jorge Rey recordó que días antes de la catástrofe él ya había señalado la llegada de lluvias intensas al Levante. Su método, basado en las cabañuelas y la observación de la naturaleza, le permitió prever con exactitud acumulaciones "superiores a 300 litros por metro cuadrado".
"Lo avisé una semana antes. Las señales estaban ahí, desde los fríos en altura hasta la llegada anticipada de las grullas a mediados de octubre", afirmó.
Las grullas y la atmósfera: claves para entender el desastre
Uno de los aspectos más llamativos de su explicación fue la relación entre el comportamiento de las grullas y los cambios atmosféricos. Según Jorge Rey, la llegada de estas aves desde el norte suele ocurrir más tarde en el año. Pero ya habían anticipado el frío en altura característico de las DANAs.
Este fenómeno, combinado con un Mediterráneo todavía cálido y vientos húmedos, generó un cóctel perfecto para tormentas históricas. "Lo que antes llamábamos gota fría y ahora DANA tiene patrones predecibles. La atmósfera y los animales nos hablan, pero no siempre escuchamos", señaló el joven meteorólogo.
También destacó que las lluvias torrenciales en zonas montañosas fueron determinantes para el desastre en áreas urbanas como Valencia. Donde las precipitaciones locales no fueron tan intensas, pero sí recibieron los desbordamientos generados río arriba.
Un invierno que podría ser complicado
Jorge Rey también aprovechó la ocasión para mirar hacia adelante. Según su análisis, las señales atmosféricas indican que las riadas recientes podrían ser solo el principio de un invierno especialmente duro. Las condiciones actuales, con un Mediterráneo todavía cálido, podrían propiciar nuevas borrascas y episodios extremos en los próximos meses.
Su advertencia es clara: "No se trata de alarmar, sino de aprender y estar preparados. Esto es solo el principio, ya que la naturaleza nos da pistas, pero depende de nosotros interpretarlas y actuar".
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