La estafa que ya acumula centenares de víctimas: te quedas en la calle y sin dinero
Una vecina se enfrenta a una factura de casi 1.000 euros y se queda sin solución tras una intervención fraudulenta
La historia de la estafa comienza con una puerta forzada. Una mujer mayor se encontró en su vivienda con el acceso bloqueado, lo que la llevó a una situación de incertidumbre.
Ante la falta de respuesta de su compañía de seguros, tomó una decisión común: buscar un cerrajero. Para ello, recurrió a los folletos que usualmente se colocan en las entradas de los edificios.
Cuando el cerrajero llegó, el procedimiento parecía rutinario, pero pronto la situación comenzó a tomar un giro inesperado. Tras intentar forzar la cerradura, la alarma de la casa comenzó a sonar. Lo que sorprende en esta situación es que, a pesar del ruido ensordecedor, ninguna autoridad se presentó en el lugar.
Esta experiencia llevó a la mujer a preguntarse la verdadera eficacia de su sistema de seguridad. Un punto que muchos propietarios de viviendas se cuestionan en casos similares.
La estafa que se volvió un dolor de cabeza
Después de romper la cerradura, el cerrajero presentó una factura sorprendente: 955 euros, solo por la primera intervención. Pero eso no fue todo. El cerrajero salió con la excusa de ir a buscar una nueva cerradura y prometió regresar para finalizar el trabajo.
Sin embargo, el tiempo pasaba y no regresaba. Al intentar contactarlo, el hombre solicitó un pago adicional de 700 euros para continuar el trabajo. “Si no pagan, se quedarán con la puerta abierta”, fue la amenaza que recibieron.
Uno de los factores clave en estas estafas es la urgencia que siente la víctima. En este caso, la mujer no solo estaba lidiando con una puerta forzada, sino que la falta de respuesta por parte de su aseguradora la dejó en una situación de desesperación.
Esto la llevó a contratar a un cerrajero sin investigar adecuadamente su reputación. Este sentimiento de presión inmediata es lo que utilizan los estafadores para aprovecharse de sus clientes. E inflan costos y fuerzan pagos antes de finalizar el trabajo.
El vacío en la seguridad
Este caso no es único. En las últimas semanas, se ha reportado un aumento en este tipo de estafas relacionadas con cerrajeros que operan de manera poco ética. Los métodos son similares: se aprovechan de situaciones de emergencia para inflar los costos de sus servicios y luego amenazan con no completar el trabajo si no reciben el pago.
Las víctimas suelen ser personas mayores o aquellas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. Y es que estas no suelen cuestionar el precio inicial o las prácticas del cerrajero hasta que ya es demasiado tarde.
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