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La imagen muestra el interior de un restaurante rústico con grandes tinajas de barro alineadas a lo largo de las paredes, cada una con mensajes escritos en ellas. Las mesas están elegantemente dispuestas con manteles blancos y servilletas azules, y están preparadas con copas y cubiertos, listas para recibir a los comensales. El techo es alto y de madera, con lámparas colgantes que iluminan el espacio.
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Aniversario Mesón Cuevas del Vino, en Chinchón: 60 años de un 'museo' único en España

Por este restaurante madrileño han pasado celebridades internacionales como Tom Holland, Adrien Brody y Nando Parrado

El conocido Mesón Cuevas del Vino, ubicado en Chinchón, Madrid, celebra este viernes 5 de julio  sus sesenta años,  desde que Narciso García Ortego abrió sus puertas por primera vez al público. Esta fecha es algo más que una simple celebración para el mesón; es un tributo a seis décadas de dedicación, pasión y excelencia. Además, es un restaurante único en España, en el que gastronomía y museo están unidos y ofrecen una experiencia remarcable para los que lo visitan.

El director de elcierredigital.comJuan Luis Galiacho, será el encargado de presentar el aniversario en las cuevas del mesón, y lo hará en un evento especial que realzará aún más su valor cultural y turístico.

Elcierredigital.com ha hablado con la actual propietaria  del establecimiento, Yajaira García, hija del fundador del mesón, Narciso García Ortego, que explica que "en nuestro restaurante-museo ofrecemos al cliente una visita guiada, en la que les explicamos cómo se hacía el vino y el aceite antiguamente. Al final del recorrido se visita la joya de la corona del restaurante, las cuevas, que además son las más grandes de todo Madrid sur".

"Hoy en día hacemos un importante esfuerzo por mantenerlo tal y como era antiguamente, aunque a veces es difícil con la normativa vigente. Pero el que entra en él, se traslada a otra época", señala Yajaira.

- ¿Cómo ha evolucionado el interés turístico en el mesón y las cuevas a lo largo de los años?

- Antiguamente no hacíamos visitas guiadas ni nos llamábamos restaurante-museo, pero con el paso del tiempo ha sido el cliente el que ha demandado que lo hiciésemos. Hoy en día, todo el que entra muestra interés por la tradición del lugar y por conocer los usos tradicionales y se nos ocurrió que no solo ofreceríamos una experiencia gastronómica, sino que lo completaríamos con la parte cultural.

- ¿Cómo se explica el éxito del Mesón Cuevas del Vino, 60 años después de su apertura al público?

- Una parte del éxito del Mesón está relacionada con la parte cultural del museo, para mucha gente joven resulta sorprendente cómo se hacían cosas, cómo se elaboraba el vino o el aceite antiguamente. Pero de una parte muy importante de este éxito es responsable la gastronomía. La sociedad ahora está acostumbrada a consumir comida rápida y nosotros tenemos una oferta gastronómica tradicional española que también llama mucho la atención. 

- ¿Qué visión de futuro tienen el mesón y sus cuevas?

- Es un restaurante único en el que  gastronomía y museo van unidos, ofreciendo una experiencia única al cliente. Nuestro objetivo es defender la comida tradicional española y tratar de inculcar el gusto por ella entre la gente joven, llamar la atención de los turistas extranjeros que vienen a España y no saben que existe Chinchón y evidentemente, aumentar cada vez más la clientela.

- Han pasado grandes celebridades por el Mesón Cuevas del Vino. ¿Qué anécdotas puede contar?

- Por el Mesón Cuevas del vino han pasado tantas celebridades que podría estar contando anécdotas eternamente, pero algunas que me han marcado son la visita de Nando Parrada y Roberto Canessa, supervivientes del accidente de los Andes, quienes dejaron grabado en una tinaja un mensaje que no olvidaré jamás: "Vale la pena cruzar los Andes a pie, para llegar a Chinchón y al Mesón".

Persona con gafas de sol y camiseta negra posando frente a un barril de madera con mensajes escritos en él.
Adrien Brody en el Mesón Cuevas del Vino | Mesón Cuevas del Vino

Otra visita que me marcó fue la del actor ganador de un Óscar, Adrien Brody, de quien destacó su humildad. En su visita, cuando dejó su firma en una de las tinajas, se dio cuenta de que había quedado demasiado grande y ocupaba mucho espacio. Entonces se giró hacia mí y me dijo:  “Creo que he ocupado demasiado espacio, ¿quieres que la borre y la escriba de nuevo?". A lo que le contesté: “No, por Dios, está perfecta. Para tu firma tienes ese espacio y mucho más”.

- ¿Cómo ha cambiado la oferta gastronómica del restaurante a lo largo de los años?

- Hemos cambiado lo mínimo pero necesario. Por ejemplo, cuando yo era pequeña había platos como manitas de cerdo, cabeza de cordero asada... platos que hoy en día es impensable que coma la gente joven. Los platos preferidos de la carta, no los hemos cambiado nunca.

Y modernizarnos... la verdad que no, si acaso en algún postre como con la tarta de chocolate, que yo decía: "Tarta de chocolate, en el Mesón... imposible". Alguno más habrá, pero al final la carta sigue siendo tradicional y estos toques se quedan en alardes de modernidad.

- ¿Cuáles son los trofeos más destacados que ha ganado el Mesón Cuevas del Vino?

- Tenemos varios trofeos, tanto nacionales como internacionales, pero los más importantes son la Medalla de Plata al Mérito Turístico, que se la concedieron a mi padre cuando aún llevaba el restaurante y es el premio al que más cariño le hemos tenido siempre. Desde mi punto de vista, creo que gastronomía y turismo van unidos, y este nos lo dieron en un momento en el que nadie venía a Chinchón, y gracias al Mesón empezó a venir gente al pueblo año tras año.

También considero muy importante el Premio Nacional de Hostelería de 2017, porque normalmente para conseguir este tipo de premios hay que pagarlos y, sin embargo, a nosotros nos lo dieron por méritos propios.

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