'El peligro es doble': aviso de última hora de la AEMET para los próximos días
El fenómeno de la niebla engelante estará presente estos días y su impacto en el invierno según la AEMET
El invierno avanza bajo el dominio de un escenario anticiclónico. Una situación que, como explica la AEMET, trae consigo cielos despejados, vientos flojos y estabilidad atmosférica. Sin embargo, esta aparente calma esconde elementos sorprendentes que no solo afectan al tráfico y la seguridad, sino que también crean paisajes únicos y efímeros.
Las nieblas, protagonistas habituales durante estos días de invierno, se forman en el interior peninsular. Cuando el aire frío queda atrapado en los valles y las temperaturas caen en picado durante la noche. Este fenómeno puede parecer cotidiano, pero cuando las temperaturas bajan de cero grados, aparece una variante mucho más peligrosa y llamativa: la niebla engelante.
Niebla engelante: un riesgo silencioso en las carreteras
La AEMET describe la niebla engelante como algo que ocurre cuando las diminutas gotas de agua suspendidas en la niebla permanecen en estado líquido. Esto a pesar de estar a temperaturas bajo cero. Estas gotas, al entrar en contacto con superficies como ramas, barandillas o el asfalto de una carretera, se congelan instantáneamente, creando una fina capa de hielo prácticamente invisible.
Este hielo es extremadamente resbaladizo y supone un riesgo añadido para el tráfico. Especialmente en las primeras horas de la mañana cuando las carreteras no han sido tratadas adecuadamente. "En estos casos, el peligro es doble: por un lado, tenemos la reducción de visibilidad; por otro, se pueden formar placas de hielo en las carreteras", afirman desde la AEMET.
El espectáculo de la cencellada: arte efímero del invierno
Pero no todo lo que deja la niebla engelante son inconvenientes. Según la AEMET, cuando las gotas de agua se congelan sobre las superficies expuestas, se forman pequeños cristales de hielo. Estos crean un fenómeno conocido como cencellada.
A diferencia de la escarcha, que surge directamente de la congelación del vapor de agua, la cencellada tiene su origen en estas gotas de niebla que impactan contra superficies frías.
El resultado es una capa de hielo de aspecto delicado que puede cubrir árboles, señales de tráfico, barandillas y tejados. A la luz del amanecer, estos cristales de hielo brillan como si estuvieran recubiertos de polvo de diamante, ofreciendo un espectáculo natural que, aunque efímero, es de una belleza extraordinaria.
Las zonas más afectadas por la niebla engelante
Según la AEMET, esto es más común en zonas del interior peninsular, especialmente en los valles donde las temperaturas nocturnas descienden con mayor facilidad. Regiones como Castilla y León, la meseta norte o áreas del valle del Ebro son especialmente propensas a registrar este tipo de nieblas durante los meses más fríos.
En estas áreas, la combinación de aire frío y humedad elevada proporciona las condiciones ideales para que la niebla engelante se forme de manera persistente. Además, la falta de viento contribuye a que esta capa de hielo se mantenga durante más tiempo.
El anticiclón mantiene su dominio según la AEMET
Las previsiones de la AEMET indican que la situación anticiclónica continuará durante los próximos días, manteniendo las condiciones ideales para que estos episodios sigan apareciendo. Mientras tanto, las primeras horas de la mañana seguirán siendo las más críticas. Tanto por las nieblas persistentes como por las posibles placas de hielo en carreteras.
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