Las desventuras de la periodista Marisol Galdón: Sigue en paro y pide ayuda para comprar un ordenador

Marisol Galdón no encauza su vida tras varios años en el paro. La periodista fue muy célebre en los años noventa tras arrancar su trayectoria vital como exitosa pinchadiscos en Barcelona, pasando posteriormente a presentar espacios como 'Plastic' o 'Tal cual' en TVE, o colaborando en los programas radiofónicos de Xavier Sardà, Antonio Herrero o María Teresa Campos. 

El pasado año lanzó un SOS de ayuda y reconoció que casi acaba suicidándose "como Verónica Forqué. Sin dramas porque siempre he pensado que la vida le pertenece a uno y a nadie le importa lo que hagas".

Invisibilización

"Una detecta que, a partir de los 45, el trabajo comienza a escasear, que ya no fluye como antes, y primero piensas que es casualidad, o quizá una mala racha; pero luego hablas con compañeras y ves que, si son profesionales que trabajan cara al público, están en una situación similar", asegura. 

Y el asunto laboral sigue KO, tal y como ha reconocido: "Hace un año que me armé de valor y colgué este vídeo. Se hizo viral y ayudó a visualizar el maldito edadismo, el desempleo y la precariedad que sufrimos millones de personas, en especial mujeres. Ahora ya tengo 60 años y lamento comunicaros que todo sigue igual. Salvo alguna cosa". 

"Esta semana, además, mi viejo portátil, el único ordenador que tengo, murió. Quedarme sin herramienta de trabajo ha sido duro. Si a alguien de por aquí le sobra alguno o sabe una manera de conseguirlo, hacédmelo saber", prosigue.

Marisol Galdón. 

Finalmente, vía Twitter le han conseguido uno: "Pues parece que el asunto del portátil se resuelve en breve. Todavía no me lo creo. Gracias por vuestro interés real y auténtico, a pesar de hallarnos en el mundo virtual. Hoy me acostaré con mucha más esperanza de la que tenía al levantarme. Me siento nuevamente agradecida".

Soledad elegida

Galdón asegura que apuesta por la soledad elegida en la Alcarria: "Es mi fórmula de la felicidad, y cada uno tiene la suya, entre la soledad. Es maravillosa si una está a gusto consigo misma. Desconozco el aburrimiento". 

Sobre su petición de ayuda reconoce que "aquello se hizo viral, me puso en el mapa y me salieron bolillos, entrevistas, alguna cosilla, sí, pero es todo tan precario y tan puntual que no acabo de salir del hoyo. Lo digo otra vez desde aquí: necesito trabajar ya. Tuve que darme de baja en la Seguridad Social por no poder pagarla y necesito cotizar para cobrar pensión".

También reconoció que en Mediaset escucharon su SOS: "Hace poco me ofrecieron ir a 'Supervivientes'. Les agradecí la atención, pero debí de mostrar tan poco entusiasmo que no me volvieron a llamar. Soy una mujer madura y talentosa a la que no le dan trabajo. De petarda me habría ido mejor". 

"No tengo padres ni hijos ni pareja. No tengo a nadie. Por eso me endeudé como una loca antes de pedir ayuda a los amigos. El tiempo pasa, la gente te dice que cómo puede ser, si eres muy potente. Y tú dices, seré potente, pero en un mundo impotente. Y te metes en un pozo muy negro", afirma. 

También explica que "la culpa lo único que hace es meternos veneno y tenernos controlados. Pero sí. Cuando eres autocrítica, lo primero que haces es culpabilizarte. Siempre pienso qué habré hecho mal, en qué la habré cagado. Pero eso es perverso. Este mundo no me merece. Tienen a una tía como yo, superválida, que puede hacer mil cosas en un montón de frentes, y no les interesa. Esa es la realidad".