El Gobierno de Estados Unidos denuncia que esta compañía "realiza millonarios pagos para ser el motor de búsqueda predeterminado en los smartphone"
El juicio que podría cambiar el futuro de Internet: Google en la cuerda floja por presunta competencia desleal

El pasado martes, 12 de septiembre, comenzó el juicio contra el gigante tecnológico Google en un tribunal estadounidense, con una sesión inaugural en la que la acusación (el Gobierno de Estados Unidos) prometió desvelar las tácticas de la compañía para monopolizar el negocio de los buscadores.
Tras el discurso de apertura, de casi una hora, diversos medios de comunicación han especulado con que el Gobierno basará gran parte de su argumentario contra la empresa en los supuestos pagos que realiza Google para ser el motor de búsqueda predeterminado en los teléfonos inteligentes, pagos que podrían elevarse a unos 10.000 millones de dólares al año.

Kenneth Dintzer, fiscal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos
Tal y como argumentó la acusación, a través de estos acuerdos Google habría asegurado su hegemonía en el sector "durante más de doce años", afirmó el fiscal del Departamento de Justicia, Kenneth Dintzer, ante el juez federal Amit P. Mehta, que dictará sentencia en el proceso sin jurado.
En la primera jornada también hubo una intervención inicial del abogado que encabezará la defensa del gigante tecnológico, John Schmidtlein, copresidente de Williams & Connolly, bufete especializado en la práctica en litigios antimonopolio civiles y penales. En ella defendió la teoría principal de la empresa, basada en que el liderazgo de Google radica en su calidad y mejor servicio, y no en prácticas de competencia desleal.

John Schmidtlein, principal abogado defensor de Google
Schmidtlein rechazó que hayan sido responsables de dañar a motores de búsqueda de otras compañías como Bing de Microsoft y se aferró a la idea de que para el usuario es fácil cambiar el buscador predeterminado. "La evidencia mostrará que fueron derrotados en el mercado", afirmó en un proceso desarrollado en el Tribunal de Distrito de Columbia, que está previsto que dure unas diez semanas.
"Hoy en día los usuarios tienen más opciones de búsqueda y más formas de acceder a la información en línea que nunca", afirmó el abogado del gigante tecnológico, miembro de un equipo defensor formado por letrados que litigaron en el último gran caso sobre monopolio contra una gran tecnológica, el de Microsoft en 1998.

Bill Gates en el juicio contra Microsoft en 1998
Este es el primer juicio por monopolio del Gobierno federal en la era moderna de internet, una época en la que las grandes tecnológicas se han convertido en líderes de opinión en sectores que van desde la información al entretenimiento.
En la jornada del pasado martes estuvieron presentes algunos directivos de la compañía, entre ellos, el responsable de asuntos globales, Kent Walker, quien afirmaba a través de las redes sociales que se mostrará al tribunal cómo los acuerdos de distribución de búsqueda "reflejan las elecciones de los navegadores y fabricantes de dispositivos" en función de la calidad de los servicios y de las preferencias de los consumidores.

Kent Walker, directivo de Google
El proceso judicial supone la mayor amenaza legal a la que la empresa se ha enfrentado. El Departamento de Justicia ha pasado tres años construyendo el caso, que se inició cuando Trump era presidente y que heredó el demócrata Joe Biden cuando llegó al poder en el año 2021. A la demanda del Ejecutivo se ha sumado una coalición de 38 fiscales generales estatales.
Para defenderse, el gigante tecnológico ha contratado a cientos de personas, a tres poderosos bufetes de abogados y ha gastado millones de dólares en honorarios legales y cabilderos. Su defensa se centrará en que los acuerdos con Apple y otras compañías no eran exclusivos ya que los consumidores podían alterar fácilmente la configuración predeterminada de sus dispositivos para elegir motores alternativos.
Paralelamente, los datos de la compañía de análisis de datos Similarweb apuntan que Google cuenta con el 90% del mercado de motores de búsqueda en Estados Unidos y con el 91% a nivel mundial.
La acusación contra Google
Según el Departamento de Justicia, Google consiguió esta hegemonía a través de acuerdos de distribución anticompetitivos y excluyentes que bloquean las posiciones predeterminadas de búsqueda en navegadores, celulares, computadoras y otros dispositivos.

Kenneth Dintzer junto a su equipo de la Fiscalía
La Fiscalía basó la primera parte de su argumento en que la empresa paga más de 10.000 millones de dólares al año a fabricantes de dispositivos como Apple, compañías de telecomunicaciones como AT&T y fabricantes de navegadores como Mozilla.
Además, el fiscal Dintzer afirmó que Google manipula las subastas de anuncios en internet para subir los precios a los anunciantes. “Hace dos décadas, Google se convirtió en la niña bonita de Silicon Valley como empresa emergente con una forma innovadora de buscar en la incipiente internet. Ese Google hace tiempo que desapareció. El Google de hoy es un guardián monopolístico de internet y una de las empresas más ricas del planeta”, rezaba el escrito original de la acusación.

Una de las sedes de Google
La demanda reclama que se decrete que Google actuó ilegalmente, que se obligue a la compañía a cesar en sus supuestas prácticas de abuso de posición dominante y que se adopten las “medidas estructurales necesarias” para reparar cualquier daño anticompetitivo.
La Fiscalía también pide que se adopte “cualquier otra medida preliminar o permanente necesaria y adecuada para restablecer las condiciones de competencia en los mercados afectados por la conducta ilícita de Google”.
Los nombres propios del caso
El fiscal que abrió la sesión este martes mostró un video en el que Sundar Pichai, director ejecutivo de Google y de Alphabet, pidió que se desactivara el historial de un determinado chat.
Su nombre ya salió a relucir en los alegatos iniciales de este martes, después de que Dintzer insistiera en que Google sabía que "sus acuerdos cruzaban las líneas antimonopolio".

Sundar Pichai, director ejecutivo de Google
Asimismo, se espera que declaren en el proceso varios pesos pesados de Apple, como Eddy Cue, vicepresidente de Servicios; John Giannandrea, vicepresidente de Aprendizaje Automático y Estrategia de Inteligencia Artificial; y Adrian Perica, presidente de Desarrollo Corporativo.
A principios de mes, Cue, Giannandrea y Perica perdieron un recurso para no ser llamados a declarar como testigos en el juicio. Por su parte, Pichai se encuentra ya en Washington DC, participando en un foro global sobre IA ante el Senado.

Bill Gates en el juicio contra Microsoft en 1998
Una vez presentada la demanda, el Departamento de Justicia comparó el caso con otros juicios antimonopolio cuyos resultados marcaron un hito. En concreto, con el de AT&T de 1974, que llevó a la partición del gigante telefónico una década después, y con el de 1998 de Microsoft en el mercado de las computadoras personales, por abusar de la posición de dominio de su sistema operativo Windows para imponer su navegador Explorer.
En este último, el juez dictó inicialmente la ruptura de Microsoft, aunque tras presentar un recurso, el caso se cerró con un acuerdo con el gobierno. Sea como fuere, a la escisión de AT&T en 1984 se le atribuye haber allanado el camino a la moderna industria de la telefonía móvil, mientras que a la lucha con Microsoft se le atribuye haber abierto espacio a Google y otros en internet.