20 de abril de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

"Su argumento será diferente al de Rocío Carrasco pero es probable que se base en los mismos documentos judiciales", afirma el letrado Alberto Cebrián

Olga Moreno se convierte en debate público: Analizamos el juicio mediático y su réplica

Olga Moreno. Foto: Telecinco.
Olga Moreno. Foto: Telecinco.
Este miércoles, Olga Moreno se sentará en un plató para protagonizar la entrevista más polémica después de que Rocío Carrasco rompiera su silencio en 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', y hay opiniones de todo tipo. El abogado de familia Alberto García Cebrián explica para elcierredigital.com los argumentos en los que la actual mujer de Antonio David podría basar su réplica, y analiza cuáles serían las mejores opciones para favorecer la complicada situación familiar.

No toda manifestación está amparada por la libertad de expresión y ahora Olga Moreno puede optar por desmentir, discutir y reabrir los conflictos del pasado, o zanjar la situación manifestando que respeta la opinión de Rocío Carrasco, aunque probablemente no la comparta, dejando claro que pueden existir opiniones diferentes igualmente respetables, pero que opta por centrarse en superar los problemas del pasado y proponer aquello que considere oportuno para mejorar el presente y el futuro.

Esto último constituiría un beneficio común para la familia pues Antonio David Flores y Rocío Carrasco, con independencia de que tengan una relación muy deteriorada, tienen hijos comunes, y por responsabilidad, tanto ellos como sus cónyuges, deben dar ejemplo con el respeto de la figura del otro progenitor.

Estamos hablando de relaciones familiares que hasta ahora han sido traumáticas para todos, y es el momento de poner punto y aparte para superar el pasado o de continuar alimentando un enfrentamiento mediático sin precedentes, pero en este caso, ¿hasta cuándo?

¿Qué hará Olga Moreno? ¿Reabrirá un debate o lo cerrará? Como esta situación ha creado una brecha en las opiniones de gran parte de la sociedad española, puede ser un ejemplo de lo que es recomendable hacer o de todo lo contrario.

Olga Moreno está de actualidad por haber ganado el reality 'Supervivientes' pero en cambio, lo que despierta más interés mediático, es la historia familiar que hay detrás.

Son muchas las personas que se posicionan en favor y en contra de Olga y avivan el debate social que gira en torno a la tormentosa separación de Antonio David Flores y Rocío Carrasco.

Como es bien sabido, Rocío Carrasco guardó silencio durante años y esta primavera protagonizó un documental y en otoño ya se ha anunciado que realizará otro. Rocío ha contado su versión de lo ocurrido aportando documentación extraída de numerosos procedimientos judiciales.

Rocío Carrasco. Foto: Mediaset. 

Al parecer, próximamente hablará Olga Moreno, la actual mujer de su exmarido, Antonio David Flores, y tendrá la oportunidad de dar igualmente su versión de los hechos. Según se ha empezado a manifestar en algunos medios, su argumento será muy diferente, pero probablemente se basará en los mismos documentos de los procesos judiciales pues, en definitiva, Antonio David y Rocío Carrasco, por desgracia, han compartido gran número de causas judiciales.

¿Cómo es posible que de unos mismos documentos y resoluciones se puedan dar interpretaciones tan dispares?

Hemos sido espectadores de la contextualización y explicación de diversos procesos judiciales desde el punto de vista de Rocío Carrasco. Ahora, al parecer, vamos a ser espectadores de la contextualización y explicación correlativa de Olga Moreno.

De entrada, lo ocurrido es un drama familiar del que no se debe extraer que hay una parte ganadora y otra perdedora, o una buena y otra mala. Aquí todos han sufrido de una manera u otra y los perjudicados son los hijos comunes, con independencia de todo lo demás. Por eso es tan importante que poco a poco se vaya adquiriendo cultura social de divorcio sano y se repelan conductas que normalicen el enfrentamiento familiar.

¿Qué mensaje debería de trasladarse?

Desde mi punto de vista, Olga debería de cerrar el debate preservando su intimidad familiar y centrarse, si así lo considera conveniente, en la normalización de la relación de madre e hijos. Como se suele decir, el movimiento se demuestra andando. El comportamiento de Olga no debe de ser objeto de reproche, en todo caso lo sería el de Antonio David como padre, Olga como su esposa, ha cuidado a los hijos hasta el punto de que ahora comparten una relación de amor y cariño que no debe en ningún caso cuestionarse.

Rocío Carrasco y Antonio David. 

Lo que debería hacer Olga es ser generosa y tender la mano a la madre para reanudar y facilitar el acercamiento con los hijos y una vez la tuviera (si ambas partes como adultas que son así lo desean), reforzarla y consolidarla de manera positiva para que perdure en el tiempo de manera saludable recuperando, en la medida de lo posible, el tiempo perdido y evitando cualquier tipo de prejuicio o condicionamiento negativo. En casos tan graves, incluso lo ideal sería recabar la ayuda de profesionales, psicólogos y mediadores familiares.

La versión extensa de todo lo que ha ocurrido en el pasado de Rocío Carrasco aparentemente no da pie a un acercamiento de posturas. Con independencia de cuál haya sido la intención del documental, el resultado ha sido que vea la luz abundante información familiar íntima y traumática. Rocío ha dejado claro que tiene intención de reabrir el proceso de violencia de género contra Antonio David, hasta la fecha no ha trascendido que se haya reabierto el proceso (en cambio, ya existen otros procesos judiciales añadidos entre las partes).

Lo que se ha reavivado es un debate del pasado. Después de años de no tener relación, ahora la están teniendo a través de los medios de comunicación, y la situación es preocupante ya que se ha pasado de tener vidas inconexas a graves controversias familiares mediatizadas. Además, Antonio David aún no se ha pronunciado respecto del contenido del documental de su exmujer y lo deseable sería no “echar más leña al fuego”.

¿Qué hará Olga Moreno?

Se reabre el gran debate de las nuevas parejas de personas con hijos. Tanto Rocío Carrasco como Antonio David se han vuelto a casar y, por tanto, sus proyectos sentimentales individuales se han normalizado. En cambio, lo que no se ha normalizado es la relación de los hijos comunes, pues se han criado con su padre y la mujer de su padre y sin relación con su madre y el marido de su madre.

Nunca se podrá conocer lo ocurrido realmente, siempre tendrá cada una de las partes una visión de lo que ha pasado y no tiene sentido que alguno acabe teniendo la razón y otra correlativamente la pierda. Esta situación dantesca es un fracaso conjunto de ambos progenitores, pues ninguno de ellos es probablemente tan bueno como él mismo indica, ni tan malo como indica el otro, son un matrimonio que se ha divorciado de manera traumática y, que en vez de tender a la mediación, han llegado a situaciones límite que hacen sentir a ambas partes ofendidas por el comportamiento de la otra, tal vez justificando conductas que pueden percibirse negativamente por la otra parte.

Olga Moreno y Antonio David. 

¿Quién empezó todo esto? ¿Cuál es el origen? Da igual, los problemas suelen empezar de menos a más y, con el tiempo, la relación se enquista tanto que lo que tienden a percibir las partes es una versión hostil de la otra que va empeorando cada vez más la situación. Es como una bola de nieve que va engordando y arrasando a su paso de manera descontrolada.

Antes los hijos eran niños y ahora ya son dos jóvenes que según parece ser sí que quieren normalizar la relación con su madre. Existirán malentendidos, prejuicios y un sinfín de conductas disruptivas que han podido distorsionar la relación familiar, pero es el momento de abrir o cerrar la puerta y no dejarla entreabierta sin entrar ni salir.

¿Qué hace falta? Querer. Lo único que es necesario es que las dos partes manifiesten frases como: “Siento lo que ha ocurrido y te respeto pues por encima de todo eres familia de los hijos comunes y te tiendo la mano a mejorar y normalizar la relación presente y futura”.

Eso sería un verdadero ejemplo a seguir. En muchos casos, las partes enfrentadas tienden a gritar, insultar y despreciar a la otra parte sin entender que es la peor de las opciones. Con cada comentario de reproche se da pie a otro sensu contrario y es “la pescadilla que se muerde la cola”, que hace que lo que podía haber sido una dificultad familiar con solución se convierta en un drama familiar con situaciones límites por falta de predisposición de las partes al entendimiento.

Siempre existirá algo a lo que decir: “tú más”. Pero eso no nos lleva a ninguna parte, sino que cronifica un enfrentamiento separando aún más dos posturas que pudiendo ser compatibles acaban tornándose irreconciliables.

Es normal que nos ofendamos cuando escuchamos algo con lo que no estamos de acuerdo, pero lo correcto es ser asertivos y proponer constructivamente aquello que pueda mejorar las relaciones familiares. Si ponemos de nuestra parte, estos casos pueden al menos apaciguarse o incluso pueden superarse gran parte de las controversias. No podemos controlar la reacción de la otra parte, pero en muchos casos es el reflejo de la nuestra, “acción y reacción recíproca”, de manera que si la otra parte no da su brazo a torcer y nosotros tampoco, evidentemente debemos de ser conscientes de que los problemas no mejorarán, puesto que somos los primeros que estamos impidiéndolo.

COMPARTIR: