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El Turronero
INVESTIGACIÓN

'El Turronero': El nuevo socio de Gil Marín en el Atlético y mecenas del famoseo

"En 1983 se casó con Carmen Mariscal, presidenta de la Fundación López Mariscal, y tuvieron dos hijos, María y Pepe"

'El Turronero' ha vuelto a la palestra mediática. El conocido como 'amigo de los VIPS' o 'mecenas del famoseo' ha vuelto a ser objetivo de los medios de comunicación a causa de un nuevo negocio que emprenderá con dos rostros mediáticos de lo más dispares. 

Y es que, tal y como publicábamos en elcierredigital.com, el empresario gaditano ha invertido en la puesta en marcha del restaurante Casa Salesas, capitaneado por el mediático marido de la aristócrata  Tamara Falcó, Íñigo Onieva, que también ha fichado como socio al exdiputado de VOX,  Iván Espinosa de los Monteros

No obstante, este no es el único negocio en el que el Turronero participa. El gaditano ya proyecta, en la nueva Ciudad del Deporte del Atlético de Madrid que apadrinará Miguel Ángel GilMarín,  un centro comercial que podría suponerle una inversión superior a 50 millones de euros, tal y como avanza Economía Digital y ha podido confirmar Elcierredigital.com

Independientemente de sus negocios, el Turronero mantiene vínculos con una amplia lista de VIP. Por los macroeventos que organiza en la localidad de Ubrique, como la que celebró el pasado mes de julio con motivo de su 60 cumpleaños, desfilaron personajes como la cantante Chenoa, el primogénito de PaquirriFrancisco Rivera, las periodistas Susanna Griso o Isabel Gemio, el cantaor  José Merce o el presidente del FC Barcelona Joan Laporta

Y es que, pese a que es muy conocido en los círculos del cine, la televisión, la política, el deporte o el toreo, la historia del Turronero es desconocida para gran parte de la ciudadanía. Porque, ¿quién es realmente el Turronero?

De su infancia en Ubrique a su matrimonio con Carmen Mariscal

José Luis López Fernández, más conocido como  el Turronero, nació en 1963 en Ubrique, localidad de la provincia de Cádiz. Proveniente de una familia humilde que se dedicaba a la venta ambulante de turrones, era el benjamín de dos hermanas y tres hermanos. Desde su infancia, mostró inclinación a ayudar a los demás, brindando clases particulares a los niños de su vecindario desde los 12 años. La educación se convirtió en uno de sus valores fundamentales desde entonces.

Tal y como reveló el empresario, “no tengo estudios superiores. Desde siempre recuerdo ayudar a mis padres, que eran feriantes y vendían en su puesto turrones. Por eso mi apodo, el Turronero, del que estoy muy orgulloso. La gente cree que me ha ido bien en la vida porque he tenido suerte, pero empecé desde lo más bajo. Mi vida está llena de muchísimos amigos que son a los que les abro las puertas de mi casa”.

A pesar de haber cursado la mayor parte del Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) en la localidad malagueña de Ronda, José Luis decidió dejar los estudios a los 17 años. Optó por una oferta de trabajo en PROA, donde desempeñó funciones de asistencia en carretera. Su espíritu emprendedor lo llevó a adentrarse en el mundo de los seguros generales con la marca CASER. Posteriormente, inició su carrera en el sector inmobiliario. 

En 1983 contrae matrimonio con Carmen Mariscal, cuando él tenía 20 años y ella 19. De esta unión nació su primera hija, María López Mariscal, en 1985, seguida de su hijo Pepe en 1987. La familia, comprometida con la filantropía, forma parte del patronato de la Fundación López Mariscal, compartiendo la visión de José Luis de contribuir al bienestar de la sociedad. En la actualidad es Carmen quien preside dicha institución.

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Carmen Mariscal y el Turronero. | El Cierre Digital

Una de los objetivos del Turronero es ayudar a sus vecinos de Ubrique y la Sierra de Cádiz. Por eso, en el año 2000 decide contribuir económicamente, al igual que el resto del pueblo de Ubrique, en la construcción de la Residencia de Mayores Nuestra Sra. de los Remedios. Y a partir de ese año comienza a escuchar a aquellas personas que se acercaban a su oficina y le contaban sus necesidades económicas, a las que siempre ha ayudado de alguna manera.

Por otro lado, y tal y como reza la página web de la Fundación López Mariscal, el Turronero siempre ha creído que la Navidad es la mejor época del año para agradecer el cariño de sus vecinos e intentar generar alegría y felicidad entre los más pequeños. Por ello, desde hace más de 12 años, durante el periodo vacacional,  instala un Parque de Atracciones totalmente gratuito, en el que todos los niños pueden divertirse y disfrutar.  También organiza para los vecinos de Ubrique espectáculos musicales, circenses, humorísticos, etc. 

'El mecenas del famoseo'

Volviendo al mundo de los famosos, los eventos que organiza el Turronero son el lugar de reunión de rostros mediáticos del deporte, la política, la tauromaquia o el cine. Es por ello que también se le conoce como 'el mecenas del famoseo'. De hecho, en 2023 dio una fiesta con motivo de su 60º cumpleaños que reunió a 3.000 figuras mediáticas. Entre ellas, el extorero Ortega Cano y su hija Gloria Camila, la humorista Paz Padilla,  Los Morancos, la diseñadora  Vicky Martín Berrocal, el presidente del FC  Joan Laporta o la cantante India Martínez.

El Turronero junto al actor Miguel Ángel Silvestre, Susanna Griso y Álex González.
El Turronero junto al actor Miguel Ángel Silvestre, Susanna Griso y Álex González. | El Cierre Digital

Y un año antes, en el bautizo de sus nietos, celebrado en mayo de 2022, el empresario consiguió que acudieran a Jerez personalidades como el dúo Camela, Chenoa, Susanna Griso, Isabel Gemio, Fran Rivera o Albert Rivera

En aquel momento el Turronero se había ganado la simpatía de muchos andaluces tras "desembolsar el dinero para pagar la residencia de Jesús Quintero en Ubrique". Bertín Osborne lo confirmó: "Está ayudando económicamente a Jesús, pero no solo a él, a más gente de su familia".

El empresario hecho a sí mismo ha sido señalado por "utilizar a famosos para blanquearse" tras haber sido condenado en varias ocasiones. El Turronero, que comenzó en la venta ambulante de turrones junto a su familia, se hizo millonario gracias a sus negocios en el sector inmobiliarios. 

Su paso por los juzgados

Pero no todo en la vida del empresario es fiesta y celebración. José Luis López también ha pasado por los juzgados en varias ocasiones. En una de ellas, resultó condenado por el 'caso Karlos' (dos años de cárcel al contribuir a que la madre de María José Campanario obtuviese una paga de la Seguridad Social a la que no tenía derecho). 

También fue condenado por el caso 'estación de autobuses' a un año y medio de cárcel por hacerse con la antigua estación de autobuses de Jerez gracias a la ayuda del exalcalde Pedro Pacheco (que según la Justicia no cumplió con los principios de publicidad y concurrencia en concurso público). Y en 2017, a cuenta de la 'operación Lobo', se vio obligado a desembolsar un millón de euros tras admitir que había emitido facturas falsas tras la desarticulación de una red de empresas que defraudaron a  Hacienda en torno a 10 millones de euros entre 2004 y 2005.

Los negocios con Gil Marín

Ahora, el Turronero tiene entre manos uno de sus grandes negocios. El gaditano utilizará la compañía de Gil Marín, hijo de Jesús Gil, Grupo Lomar 2011, para poner en marcha un proyectos que alojaría varios negocios de hostelería. Fuentes cercanas a la operación señalan que "la sintonía entre el 'amigo de los famosos' y Gil Marín es tan buena que no se descarta que el gaditano y el hijo de Gil y Gil hagan otros negocios".

La Ciudad del Deporte es el próximo objetivo de Gil Marín, feliz al ver que el Ayuntamiento de Madrid les cedía 205.000 metros cuadrados públicos a explotar por 75 años a cambio de apenas 53 millones de euros.

Esta cantidad, según fuentes del Atlético, "es lo poco que pagará el Atlético", ya que el complejo tendrá un coste de 258 millones de euros de los cuales aportará 192,2 el fondo CVC, puntal de LaLiga Impulso (que busca la digitalización y renovación de los clubes).

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Carmen Mariscal y el Turronero. | El Cierre Digital

El plan implica que el Atlético cuente con un centro de alto rendimiento, un miniestadio (con capacidad para 6.000 espectadores), una playa con olas artificiales (que podría inaugurarse en 2025), un campo de golf y diversas áreas de ocio que llenarán los bolsillos del club de Gil Marín en lo que algunos quieren ver como algo parecido a la que supuso el 'pelotazo' que dio el Real Madrid con las torres de la Ciudad Deportiva.

Eso sí, esas voces recuerdan que el dinero de aquella operación sirvió para sanear al cuadro merengue y esta simplemente "podría hacer inmensamente rico a Gil Marín y el presidente del club y segundo accionista, Enrique Cerezo", explican. 

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