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Una embarcación de la Guardia Civil en el mar junto a un barco volcado.
INVESTIGACIÓN

Tráfico de droga en Galicia: narcolanchas y un posible cementerio de narcosubmarinos

El hallazgo del 'Poseidón' es el tercero en 20 años, que recuerda a las palabras del narco Oubiña.

En unos veinte años, solo se han encontrado en las costas gallegas tres “narcosubmarinos”, también denominados semisumergibles por su incapacidad para hundirse del todo. El primero, de fabricación gallega, en el año 2006; el siguiente, el más conocido como Che, en 2019; y el último, un semisumergible llamado Poseidón, que ha sido encontrado esta semana en la costa gallega de Villaxoán (Vilagarcía) en la ría de Arousa (Pontevedra). Para las autoridades encargadas de luchar contra el narcotráfico en Galicia es algo extraño que, teniendo en cuenta la cantidad de embarcaciones incautadas en los últimos años, solo se hayan hallado tres de este estilo.

Según fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado consultadas por elcierredigital.com, el hallazgo de esta tercera embarcación podría dar crédito a una información que Laureano Oubiña vertió en su primer libro, ‘Oubiña: Toda la verdad’. “Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no le dimos crédito porque no es un hombre fiable, pero dijo en su libro que había un cementerio de narcosubmarinos cerca de las Azores”, explican nuestras fuentes.

El libro fue publicado en el año 2018, antes de que el semisumergible Che llegara a las costas gallegas. Oubiña es considerado “un histórico de la ría”, dedicado durante muchos años al tráfico de sustancias ilegales tales como tabaco y hachís. Por estas dos fue condenado a prisión. Nunca fue condenado por tráfico de cocaína, por lo que la información le habría llegado de manera externa.

Posibilidades de un cementerio de narcosubmarinos

En el escrito, Oubiña afirma que “los narcos colombianos y algunos de por aquí llevan más de 20 años utilizando narcosubmarinos para transportar cocaína desde Suramérica hasta las costas de Europa y África”. Un método que, aparentemente, fue ideado por exmilitares de la Unión Soviética que se refugiaban en Holanda.

Portada de un libro titulado
Libro 'Oubiña: Toda la verdad'. | Archivo

Sin embargo, a pesar de su afirmación, en estos veinte años solo han llegado tres a las costas gallegas. Algunos de ellos ni siquiera eran submarinos, como el semisumergible encontrado esta semana. Por ello, nuestras fuentes confiesan que, a raíz del último hallazgo, es probable que ese cementerio exista, pero que las embarcaciones no sean narcosubmarinos, sino semisumergibles.

“Mi opinión personal es que no han llegado aquí los narcosubmarinos. Creo que lo que Oubiña llama narcosubmarinos son semisumergibles que llegan a remolque de otro barco. De este modo, no se registran en los satélites y pasan desapercibidos para vigilancia aduanera. Es más fácil teniendo en cuenta que las tres personas que se suben a este tipo de embarcaciones no suelen tener idea de navegación. Lo más corriente es que sean arrastradas por un barco y cuando están cerca de una zona, hacen la descarga en ese barco”, comentan fuentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a elcierredigital.com.

Estas fuentes alertan, también, que el posible incremento en la llegada de este tipo de embarcaciones —dos en los últimos cinco años— se deba a que “ahora hay mucha presión y poca lancha neumática para sacar. Deben de imaginarse que tenemos muy controlada la costa y muy controlados a ellos”. Un ejemplo de esto es el hallazgo de tres narcolanchas el pasado mes de febrero.

“En los últimos dos años hemos desmantelado toda la infraestructura de construcción de barcas que había en Galicia. Seguramente el 90% si no más. Hemos encontrado una fábrica de barcos de pesca que en un sótano oculto tenía planeadoras construidas y también a punto de ser acabadas. Tenemos controlado el tema de fabricación y montaje de narcolanchas. También tenemos controlada la línea de venta de los motores de 300 caballos que usan y las colas de alta velocidad. La opción más cómoda es usar los narcosubmarinos que están todavía sin explotar o, según lo veo yo, acceder a Portugal, que están todavía menos preparados para el narcotráfico que Galicia, que lleva 30 años luchando contra ello”, comentan nuestras fuentes. Afirman, además, que en Galicia son “un referente europeo en la lucha contra el narcotráfico” ya que son los que “más cocaína” descubren.

Los tres “narcosubmarinos” encontrados”

Tal y como informaban nuestras fuentes, en 2006 fue cuando encontraron el primer narcosubmarino en costas gallegas. La embarcación, a diferencia de las otras dos, fue construida en Galicia y tenía como objetivo —según la investigación del juicio celebrado en 2011— llegar a un barco “nodriza” en Madeira para coger un alijo de droga que introduciría en Galicia.

Dos personas inspeccionan un submarino improvisado en un astillero.
Narcosubmarino encontrado en 2006. | Archivo

La embarcación, sin embargo, sufrió problemas técnicos mientras hacía pruebas de navegación y se hundió. Aunque los dos implicados —el piloto y el diseñador— fueron condenados a dos años de prisión, al no haber droga en la embarcación y no poder probar su relación con el narcotráfico, no pudieron ser imputados por ello.

Este narcosubmarino tenía 12 metros de eslora. Más corto que el hallado esta semana, de 15 metros, y que el siguiente que se encontró en playas gallegas: el Che, en el año 2019.

Hallado en Cangas de Morrazo, el semisumergible Che fue transportado al puerto de Aldán, donde los operarios se encargaron de levantarlo y colocarlo en el muelle. Tenía 20 metros de eslora y más de 3.000 kilos de cocaína que se encargaron de sacar las autoridades. A bordo iban tres individuos que se mantuvieron 27 días en la embarcación. Fueron detenidos y condenados a penas de prisión de entre 7 y 11 años.

El caso del Che y el estado en el que fueron encontrados sus tripulantes, según nuestras fuentes, confirma lo complicado que sería transportar la droga en este tipo de submarinos y el riesgo que implica. “Los tres tuvieron que ser ingresados y les tuvieron que cortar los trajes de neopreno que llevaban porque los tenían pegados a la piel”, confiesan las fuentes ya citadas. La causa: los vapores tóxicos del motor, el reducido espacio y la escasa presencia de agua dulce frente a la inmensidad de un océano salado.

Un buzo inspecciona un submarino semisumergido junto a un barco naranja.
Semisumergible encontrado en 2019. | Archivo

El último semisumergible encontrado —llamado Poseidón y del que informamos esta semana en elcierredigital.com— presenta ciertas diferencias con los dos anteriores. Mientras que el primero era de fabricación española, los dos últimos podrían estar fabricados en “la zona amazónica”, donde se harían este tipo de embarcaciones para el transporte de drogas. Las primeras pesquisas indican que el Poseidón pudo haber sido hecho en Brasil, debido a que encontraron unas latas de comida de ese país en su interior.

Además, hay una diferencia fundamental sobre cómo fueron encontrados. Mientras que el Che se encontró hundido y con la droga en su interior, el Poseidón estaba “vacío y cerrado”.

A falta de conocer qué ocurrió exactamente con el semisumergible y por qué acabó en la ría más vigilada de Galicia, nuestras fuentes creen que una de las posibles teorías es que el semisumergible descargara la droga “en un barco grande. Un barco de pesca o de recreo, pero grande” después de que las narcolanchas no pudieran alcanzarlo al ser incautadas.

➡️ Investigación

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