Rosa, la madre de Déborah Fernández, declara por primera vez después de 18 años
Rosa Neira, madre de Déborah Fernández, la joven asesinada en 2002 en Vigo, declarará por fin en sede judicial.
Rosa Neira, la madre de Déborah Fernández, la joven viguesa cuyo cadáver fue encontrado en una cuneta el 10 de mayo de 2002, declarará por vez primera en sede judicial. Lo hará este viernes ante el Juzgado número 2 de Tuy, Pontevedra, desde la reapertura judicial del caso a finales del pasado año. Es la primera vez en 18 años que la madre de Déborah podrá por fin declarar y responder a preguntas de la jueza sobre el asesinato de su hija.
Extrañamente en estos 18 años nadie había tomado declaración judicial ni policial antes a los padres de de Déborah. En febrero se tomó declaración al padre de la joven fallecida, José Carlos Fernández-Cervera, también por vez primera. Los amigos de Déborah sí habían prestado declaración ante la Policía Nacional, que se ha encargado de la investigación en diferentes fases.
Su testimonio se sumará al de otras 15 personas que ya pasaron por el juzgado, todos ellos del entorno de la joven y de su exnovio. Estas testificales habían sido solicitadas inicialmente por los abogados de la familia, pero en un primer momento fueron rechazadas. Tras los últimos interrogatorios, llevados a cabo el pasado mes de febrero, el juzgado ha rectificado y ha decido llamarlos por fin a declarar.
El caso fue archivado provisionalmente en el año 2010, pero tras la obtención de nuevas pistas o indicios se decidió su reapertura en noviembre de 2019. Las nuevas diligencias ahora pueden contribuir a que se reconstruyan las últimas horas de Déborah Fernández en la tarde del 30 de abril de 2002, último día que la vieron sus allegados y familiares, y determinar quién puede estar detrás de su secuestro y asesinato.
El cuerpo encontrado
El 10 de mayo de 2002 el cuerpo de Déborah fue encontrado por una vecina de O Rosal, a 40 kilómetros de Vigo. Estaba desnuda y oculta bajo unas ramas. Lo habían lavado. Aunque aparentemente el cadáver no tenía signos de violencia, la autopsia determinó que había muerto por asfixia sin poder aclarar si fue de forma súbita o provocada.
El escenario claramente criminal y con pistas falsas para confundir a la Policía ha llevado a la familia a luchar por reabrir el caso durante todos estos años. En esta nueva reapertura han declarado ya en el Juzgado de Tuy quince personas, entre ellas, el exnovio de Déborah y sus familiares y amigos.
El auto con el archivo de la causa en 2010 reconocía que el exnovio de la víctima, Pablo P. S., había incurrido en contradicciones durante sus declaraciones, pero sin evidencias científicas que lo situaran cerca de Déborah aquella noche de abril ya que era imposible avanzar más en la investigación. Sin embargo, tras la reapertura del caso por parte del Juzgado de Instrucción número 2 de Tuy, los testigos que han sido llamados a declarar han sitúado de nuevo ante la jueza el foco en este joven, de una manera u otra, porque todos los testigos tuvieron relación con la pareja.
Por el juzgado han pasado también los padres de Pablo P. S., un excuñado de Déborah y tres amigos que conocían a la pareja. Todos estuvieron con Déborah o con Pablo las horas anteriores e inmediatamente posteriores a la desaparición de la joven de 22 años. Unas nuevas declaraciones que han aportan más datos. Por ejemplo, la madre de Pablo nunca fue citada a declarar en la anterior instrucción como ocurrió con la de Déborah.
Ya en su día la Policía solo marcó como sospechoso a este joven y a nadie más. Pablo y Déborah habían dejado la relación cinco meses antes y él negó siempre haber visto a su exnovia aquel 30 de abril de 2002, aunque sí quedó probado que hablaron al mediodía por teléfono mientras ella se depilaba en la peluquería.
La Policía estimó entonces que sus sucesivos testimonios eran "confusos y contradictorios" y que algunas de sus declaraciones "chocaban frontalmente" con las de otras personas, según consta en el sumario de la Operación Arcano desarrollado en 2009 y 2010.
Pablo P. S. siempre rechazó en sus declaraciones haberse cruzado con Déborah en su coche, donde se le perdió la pista a la joven, en un lugar conocido como la curva de Alcabre y aseguró que llegó unos 10 minutos tarde a un partido de fútbol en el club de campo porque se había olvidado el reloj y que tras el partido, y antes de volver al club para una cena, fue a ducharse a casa. Sobre estas declaraciones los policías apreciaron contradicciones entre lo manifestado por el joven y la declaración de su padre.
El excuñado y dos amigos de la víctima han declarado ahora ante la jueza que "el exnovio telefoneó la noche de la desaparición de Déborah para preguntar por ella, lo que les causó extrañeza y que al día siguiente lo acompañaron a su casa para ver si estaba allí la joven y él quiso entrar solo no dejándolos pasar, algo que siempre negó el exnovio".
De momento, ya han pasado por el Juzgado de Tuy quince testigos en dos meses, desde que se reabrió el caso, interrumpido por la irrupción de la pandemia del Covid-19. Además de las testificales, la nueva jueza intructora ya solicitó una ampliación de las pruebas de ADN que se hicieron en su momento.
Ahora este viernes 9 de octubre será el turno de Rosa Cervera, madre de la víctima, a quien una bloguera llamada Mela Ortiz ha querido homenajearla muy emotivamente: "Hoy no es un día cualquiera. Esta mañana otoñal de octubre, tu voz al fin se alzará. 19 años has caminado de la mano de Déborah. Hoy ella se aferrará a la tuya al hacer el paseíllo hacia el Juzgado donde por fin se escuchará tu palabra (...) Rosa querida, Rosa del alma, Rosa te digo que enjuago tus lágrimas. Ejemplo de madre, madre coraje, coraje extremo, extremo descanso. Paz", escribió.
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