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Mujer con gafas de sol y bufanda gris en un entorno urbano con coches estacionados.
INVESTIGACIÓN

Repercusiones del pasado de Maite Zaldívar como actriz del destape.

Más de 250,000 lectores han seguido la noticia sobre el pasado de Maite Zaldívar como actriz del destape.

Este domingo 16 de enero ElCierreDigital.com publicaba detalles poco conocidos del pasado de Maite Zaldívar –exmujer de Julián Muñoz–, que captaron la atención de más de 250.000 lectores, según el número de visitas registradas. En esta publicación, elcierredigital.com exponía los detalles de la vida de Zaldívar antes de su llegada a Marbella en 1983, dando a conocer que se hizo con la banda de Miss Autoescuela en 1973, por delante de Norma Duval, y que participó en dos películas 'S' del destape español.

Además, la noticia hacía un repaso de cómo Maite llegó a la fama por su historia de celos, infidelidades, corrupción política e ingreso en prisión al lado de Julián Muñoz, a pesar de que fue en otra época cuando intentaba hacerse un hueco en el mundo del espectáculo

Una Miss Autoescuela del destape

Maite nació en Castellón de la Plana en mayo de 1957, hija de un guardia civil y de una ama de casa. A mediados de los 70 intentó triunfar en el mundo de la farándula. En 1973 consiguió un título de belleza bastante curioso: Miss Autoescuela. Lo más llamativo de ese triunfo es que siempre aparece en las biografías de Norma Duval, cuando todavía era Purificación Martín Aguilar, adjudicado a ella. 

Dos personas con sombreros posan frente a una pantalla blanca mientras otras personas las observan.
Maite Zaldívar a la izquierda de la imagen en 'Instantánea de una corrupción'. | El Cierre Digital

Maite, ya con la banda de Miss Autoescuela, probó suerte en el mundo del cine. Eran los años en los que se iniciaba, tímidamente en España, la moda del destape, los años de las dobles versiones en las salas de cine y de los tímidos top-less. Aún no se había producido el desnudo integral de María José Cantudo en La Trastienda, que desató la moda del destape total tras cuarenta años de censura franquista. Era la época en la que reinaban en las carteleras estrellas del destape como Nadiuska, Bárbara Rey o Susana Estrada. Pero Maite no llegó nunca a medirse de tú a tú con ellas. 

Maite debutó, y casi acabó, en el cine con Hold-Up, instantánea de una corrupción, título que podría tener un biopic sobre el Caso Malaya. En este filme, dirigido por Germán Lorente y protagonizado por la francesa Nathalie Delon, más conocida por su matrimonio con el astro francés Alain Delon, se puede ver a una irreconocible Maite apareciendo en una secuencia junto a otras jóvenes modelos que posan para un fotógrafo y acaban desprendiéndose de la camisa dejando ver sus pechos, como puede apreciarse en la fotografía que desvelaba este domingo 16 de enero elcierredigital.com

Una mujer con sombrero negro y cabello largo sonríe.
El destape de Maite Zaldívar. | El Cierre Digital

Maite todavía intervino en una obra más en su corta carrera cinematográfica. Fue en Pepita Jiménez. El filme, que adaptaba la novela clásica de Juan Valera, lo vio poca gente aunque generó un gran escándalo al ser secuestrada la película por orden judicial por impagos de su productor, el conocido play-boy venezolano Espartaco Santoni, que llegó a España de la mano de su matrimonio con Marujita Díaz.

En ese momento Santoni estaba casado con Tita Cervera. Él acabo en la cárcel y la hoy baronesa Thyssen pagó su fianza para acabar descubriendo que su matrimonio no era válido porque Santoni había cometido bigamia. Curiosidades del destino, Santoni acabaría siendo uno de los referentes de la jet set marbellí, aunque murió antes de ver cómo el conato de esa estrella que conoció en Pepita Jiménez acabaría en la cárcel.

Maite Zaldívar aparecería luego en todos los carteles, eso sí, penitenciarios, junto a Julián Muñoz, Isabel Pantoja, Juan Antonio Roca y otros singulares personajes amparados bajo la corrupción del "jefe" Jesús Gil y Gil, para interpretar el capítulo más negro de la historia de la capital de la Costa del Sol.

Lo que queda por saber de Maite Zaldívar

La próxima semana Telecinco estrena su segunda entrega de la docuserie de Julián Muñoz 'No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad'. En ella, el exalcalde de Marbella contará cómo era su vida y la de Maite Zaldívar cuando ambos se conocieron en Madrid. Según ha podido saber elcierredigital.com, Muñoz trabajaba en un bar de la capital como camarero, mientras ella limpiaba casas como actividad principal de producción de ingresos.

Respecto a su documental, la Audiencia Nacional ha acordado el embargo del dinero que pudiera percibir el exalcalde de Marbella Julián Muñoz por su participación en el programa de televisión para hacer frente a indemnizaciones a las que fue condenado por el caso 'Saqueo II'. Según la Sala de lo Penal Sección Tercera de la Audiencia Nacional, Muñoz fue condenado en esa causa al pago de diversas cantidades en concepto de indemnización que suman 46.602.030,20 euros, quedando pendiente de abono en estos momentos prácticamente toda la cantidad, en concreto 46.231.278,25 euros.

Tal y como se desvelará en la docuserie, ni Maite ni Julián tenían mucho dinero al conocerse y decidieron invertir sus ahorros en Marbella abriendo un local que se llamó Maite I. Un tiempo después, contando con aproximadamente 400.000 pesetas que tenían entonces, decidieron inaugurar un nuevo establecimiento en Puerto Banús, donde comenzaron ofreciendo comidas para los obreros bajo el nombre de Maite II.

Todo cambiaría para la pareja cuando en 1989 su restaurante acogió la comida de todos los hombres de Jesús Gil y Gil con los que preparaba su nuevo partido –Grupo Independiente Liberal–, donde Julián Muñoz y Maite Zaldívar entablaron amistad con José Luis Giménez –mano derecha de Gil–. De esta amistad surgió la propuesta de incluir a Maite en su lista de partido como concejal de Fiestas, que esta rechazó y ofreció a Julián Muñoz. A partir de entonces el local de Julián y Maite empezaron a encargarse de las barras y la organización de las fiestas de Gil.

El final de la relación y el desenlace entre rejas

El sueño marbellí de Maite y Julián se rompió a partir del acceso a la alcaldía de Muñoz. En ese periodo, la Justicia investigó cohechos y sobornos recibidos. Propiedades y dinero, que fueron blanqueando para hacerse con un importante patrimonio. Fue a partir de finales del año 2002 y principios del 2003 cuando Julián Muñoz comenzó a desprenderse de los fondos que mantenía ocultos hasta entonces en el extranjero, preferentemente en Suiza, haciéndoselos llegar tanto a su todavía mujer y familia como a su por entonces compañera sentimental, la tonadillera Isabel Pantoja.

En un primer momento, Julián Muñoz se valió para dar salida a los fondos generados, y de procedencia presuntamente delictiva, de su entonces mujer Maite Zaldívar, de sus hijas y de su cuñado Jesús Zaldívar, que se convirtió en su presunto testaferro. Para hacerle llegar el dinero a Maite, Muñoz se valía de una sociedad interpuesta denominada “Meja INC”, inscrita en el estado norteamericano de Delaware. Una vez constituida la sociedad Meja INC, Maite Zaldívar y su hermano Jesús abrieron otras dos cuentas bancarias más: una, en Gibraltar, en la entidad Credit Suisse; y, la otra, en Marbella, en la entidad Cajamar.

Fachada de un edificio moderno con el nombre
El hotel Guadalpín. | El Cierre Digital

Así, desde Suiza se hizo transferir el dinero hacia las dos cuentas abiertas en España. Primero, vía Gibraltar, y desde allí a Marbella, donde llegaron, al menos, 577.000 euros. Es decir, de los datos conocidos quedaba un resto de 314.000 euros sin aparecer, de los cuales una gran parte la Justicia pensó que estaban aún en Suiza y otra pequeña parte en Gibraltar, según la investigación policial.

El dinero, una vez en la cuenta de Cajamar en Marbella, era sacado a través de reintegros en efectivo para, acto seguido, efectuar otra imposición simultánea en otras cuentas controladas por los hermanos Zaldívar, abiertas también en la misma sucursal bancaria de Cajamar.

Así se realizaron 112 apuntes, de octubre de 2003 a mayo de 2006, de retirada de las cuentas de Meja INC por valor de 601.016,79 euros y un valor de abono en las otras cuentas de los Zaldívar por 601.100,90 euros. Es decir, todo cuadra. 

Entre las sociedades utilizadas por Maite Zaldívar para incrementar su patrimonio se usaron Outdoor Aventure SL, Alabama Consulting SL, Batua SA y Senior Servicios Generales Madrid SL. Esta última sociedad era propiedad del conocido constructor José Miguel Villarroya. Sin embargo, tan sólo tres meses después de su constitución, en marzo de 2000, se vendió a Maite Zaldívar por tan sólo 3.500 euros (100 participaciones a 35 euros cada una), que pagó con un dinero que le dio su exmarido Julián Muñoz.

La compra de las participaciones sociales de Senior Servicios Generales Madrid SL llevó consigo la adquisición de las propiedades que pertenecían a esta sociedad, entre ellas una vivienda de 113 metros cuadrados, con dos garajes y trastero, situada en la Avenida Ricardo Soriano, número 12, de Marbella. De este modo, se hicieron, a precio de ganga (3.500 euros), con dichos inmuebles.

Entrada de una casa con un muro de piedra, una puerta verde y un buzón negro, rodeada de palmeras y vegetación.
Finca 'La Pera'. | El Cierre Digital

Además, el día antes de la adquisición de las participaciones de Senior por parte de Maite Zaldívar se canceló la hipoteca que había sobre el referido inmueble, por lo que la transmisión de la vivienda se hizo libre de todo tipo de cargas.

Según la Fiscalía, se trataba de una contraprestación económica que le hizo el empresario Villarroya a Muñoz en pago de los favores recibidos por éste en sus actuaciones como alcalde y como regidor de algunas empresas municipales sobre las que había facturado ingentes cantidades el constructor.

El patrimonio inmobiliario de Julián Muñoz y Maite Zaldívar, adquirido gracias a los fondos ilícitos, se completó con un chalé inscrito a nombre de sus hijas, Eloísa Muñoz Zaldívar y Elia Muñoz Zaldívar, ambas sin ingresos conocidos. El chalé se ubicaba en la urbanización “Las Petunias”, de Marbella, luego vendido, y que fue adquirido a la empresa Azalea Beach, del constructor Villarroya. La adquisición de esta vivienda fue muy rentable para Muñoz y su esposa ya que no pagaron por ella ninguna cantidad, ya que todo el precio se pagó mediante subrogación del préstamo hipotecario. Además Azalea Beach pagó el IVA correspondiente a la transmisión operada.

Por estos hechos, Maite Zaldívar fue condenada a pagar una multa de más de dos millones de euros y a dos años y seis meses de prisión. Sin embargo, la exmujer de Julián Muñoz logró el tercer grado en poco tiempo protagonizando su conocido regresos a los platós de televisión donde explicó toda su historia.

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