El rechazo de Francisco Ocón a Ferraz causa caos en el PSOE.
Francisco Ocón renuncia al puesto de senador en Madrid para evitar competir en primarias con Concha Andreu.
Según cuentan fuentes internas del partido, en Ferraz se hacen cruces tras el cambio de postura de Francisco Ocón. El exlíder socialista había formalizado un pacto verbal que le iba a convertir en senador a cambio de dejar su silla en el Parlamento de La Rioja y no rivalizar en primarias contra la presidenta autonómica Concha Andreu, nueva baronesa socialista sin oposición.
Ocón había aupado en 2019 a Andreu a la candidatura del PSOE, que ganó en La Rioja y formalizó gobierno tras 24 años de poder del PP. Pero la bicefalia se rompió pronto: a inicios de 2020 la presidenta comenzó a prescindir de cargos de confianza de forma frenética.
Ferraz entonces ofreció una salida digna a Ocón, que rechazó el envite y sufrió que Andreu lo destituyese como consejero de Gobernanza en agosto de 2020. Desde entonces, el arnedano sopesó, según voces cercanas, la posibilidad de rivalizar contra su exaliada.
Pero sus pocas posibilidades de triunfo y la petición del PSOE para no abrir cismas en el partido (hecho que dificultaría la reelección de Andreu en 2023), llevaron a Ocón a aceptar el premio de consolación que le ofreció Ferraz: un cargo de senador.
Pero Ocón ha cambiado de postura tras la renuncia del senador Raúl Díaz que iba a posibilitar su salto a Madrid. El exlíder del PSOE de La Rioja dice que rechaza el cargo "para desmontar la creencia de que hubo un pacto por dejar la secretaría general".
"Que yo fuera senador autonómico no ha sido ni una decisión consensuada con la Ejecutiva regional ni consecuencia de un pacto para no concurrir a la reelección como secretario general de mi partido como parece que se quiere dar a entender. Ese pacto no ha existido nunca", asegura.
Baile de cargos
Andreu esperaba 'perder de vista' a Ocón, que resiste en el Parlamento de La Rioja, y ahora se le acumulan los problemas tras haber echado a la consejera de Salud, Sara Alba, por "falta de confianza en el modelo de gestión de la sanidad".
El PP de La Rioja, sumido en una crisis histórica y sin haber designado líder, seguramente se frota las manos y dice que el problema no es Alba , "como tampoco lo eran Cacho, Santos, Ocón, Castresana o Rubio, consejeros del primer Gobierno de Andreu fulminados por la presidenta: el principal problema es Andreu".
Los 'populares' recuerdan que "en poco más de dos años y medio de Gobierno, Andreu ha cesado a 6 de los 9 consejeros nombrados en septiembre de 2019, así como a una larga nómina de altos cargos. Especialmente significativo es el terremoto de ceses y dimisiones experimentado en la Consejería de Salud y en el SERIS, lo que pone en tela de juicio la gestión de las seis olas de la pandemia. El caos y la inestabilidad preside este Ejecutivo, incapaz de generar confianza y certidumbre".
Cabe recordar que Andreu ha protagonizado otras polémicas, como subir un vídeo desde un coche que era conducido a más de 150 kilómetros por hora, o llamar "independentista" a un partido como Unión del Pueblo Navarro.
Otros líos del Gobierno de La Rioja
Lo que mal empieza, mal acaba. Eso piensan, según apuntan fuentes internas, en algunos sectores del PSOE riojano, que en 2019 volvió al poder de la mano de Concha Andreu. La presidenta autonómica no tuvo fácil hacerse con el cargo porque la única diputada de Podemos, Raquel Romero, aprovechó su peso estratégico para conseguir una consejería.
Y dependiente de la misma Romero colocó a un joven de Ciudad Real, Mario Herrera, que se convirtió en director general de Participación y Derechos Humanos a pesar de que había acudido a La Rioja por orden de Podemos para desencallar en unos días la negociación para formar Gobierno.
Pero Herrera llegó, vio y se quedó. Eso sí, en el bloque socialista del Gobierno de La Rioja tuvieron que mirar hacia otro lado al comprobar que este exconcejal de Ciudad Real había llamado "zorra" en Twitter a la expresidenta manchega María Dolores de Cospedal.
Accidente
La carrera riojana de Herrera comenzó a acabarse en la noche de fin de año de 2020. Y es que el manchego estrelló su BMW X3 contra un árbol cerca de su domicilio en el campo de golf de Sojuela, cercano a Logroño, y abandonó el coche a su suerte.
El accidente de Herrera, que se produjo en plena madrugada, provocó ríos de tinta porque los medios afines a la oposición especularon con la posibilidad de que el alto cargo abandonase el vehículo para esquivar las pruebas a las que le podría haber sometido la Guardia Civil.
El joven, que estuvo un mes evitando dimitir hasta que no ha tenido más remedio, aseguró en Radio Rioja de la Cadena SER que iba con un amigo al que supuestamente llevaba al Hospital tras tener un accidente casero y que abandonó el coche, siendo posteriormente multado por ello, porque se quedó "en shock, nos pudimos haber quedado allí... pero todo ello se ha aprovechado para destrozarme la vida a mí y a mi familia".
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