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Laura Luelmo
INVESTIGACIÓN

La prueba ocular al cadáver de Laura Luelmo definirá la fecha de su muerte.

El análisis del humor vítreo, clave en el asesinato de la profesora de Zamora

Veinte horas es el máximo margen de error con el que los forenses de Huelva determinarán la fecha de la muerte de la profesora Laura Luelmo, presuntamente asesinada por Bernardo Montoya. Lo harán gracias a la prueba química más fiable que existe hoy en día a nivel forense, el análisis del humor vitreo de los ojos de la fallecida, un líquido gelatinoso que se encuentra detrás del cristalino del ojo.

El prestigioso doctor forense José Cabrera explicó a El Cierre Digital que esta prueba "sirve y es totalmente fiable siempre y cuando se realice en los primeros veinte días del fallecimiento", como es el caso de Laura Luelmo. Tras realizarse la extracción de muestras en Huelva, éstas se enviarán a otro laboratorio que disponga del software necesario para cruzar los datos obtenidos y determinar la fecha del fallecimiento, con un error máximo de veinte horas.

José Cabrera es uno de los forenses con más prestigio en España.

El doctor explicó a El Cierre Digital que "lo que se hace es tomar tres datos de las concentraciones de potasio, urea e hipoxantina (un metabolito del ADN) y cruzar las curvas". En condiciones normales y de urgencia todo este proceso llevaría tres días para recibirlo y analizarlo y otros tres días para establecer conclusiones y reenviarlo a los forenses de Huelva, pero con un período vacacional en medio de las diligencias será imposible saber cuándo los padres de Laura Luelmo podrán enterrar a su hija en la intimidad, tal y como han pedido.

La polémica sobre la fecha del asesinato surgió cuando los investigadores de la Guardia Civil dijeron en rueda de prensa que la profesora zamorana murió el mismo día de su secuestro, mientras que el informe forense preliminar sostenía que lo hizo entre 48 y 72 horas después.

El software empleado en este análisis fue desarrollado en 2008 por un equipo de investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela y no todos los equipos forenses de España disponen de él, solo en las grandes ciudades y en el Instituto de Medicina Legal de Madrid se pueden llevar a cabo las pruebas. Ante la controversia suscitada "entiendo que esta prueba la habrán pedido los forenses, pero no tengo tampoco la certeza de que haya sido así", aclaró el doctor Cabrera. Este software permite determinar de forma precisa el intervalo post mortem (IPM), un dato que facilitará la labor de la Guardia Civil y del juzgado que instruye la causa contra Bernardo Montoya, único detenido y autor confeso del asesinato de Laura. Además, los datos se cruzarán con una base de datos forenses de otras autopsias para ver si existen coincidencias.

Una técnica que se emplea desde hace diez años

Los investigadores de la Universidad de Santiago publicaron hace diez años sus conclusiones en la revista Statistics in Medicine, donde explicaron que esta técnica consistía en analizar las concentraciones de potasio, urea e hipoxantina presentes en el humor vítreo del ojo del cadáver. Después se introducen esos datos y el programa informático los cruza siendo capaz de datar la fecha de la muerte con un error de veinte horas.

Las técnicas tradicionales forenses también se basan en el estudio de parámetros como la temperatura rectal del cadáver o de alguno de sus órganos, como el hígado, en el examen del "rigor mortis" o en las livideces cadavéricas, pero estos métodos se complementaban con el análisis bioquímicos de fluidos corporales, donde se incluía el humor vítreo.

Algunas de las técnicas anteriores, como la degradación del ADN resultaban hasta hace unos años poco fiables, según los forenses expertos. Mientras que esta nueva técnica complementa, sin sustituir, a las técnicas tradicionales, tiene un porcentaje de acierto muy superior.

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