Pilar Jaráiz Franco, 'la sobrina roja de Franco' que acabó militando en el PSOE
La hija mayor de Pilar Franco sorprendió a todos confesando su ideología y su profunda admiración a Felipe González
En los últimos días la figura de Pilar Franco ha saltado a la actualidad por las grabaciones del psiquiatra. Unas conversaciones de 1977 en las que la hermana del dictador repasaba la vida familiar y construía su relato personal como el de una viuda que con mucho trabajo sacó a diez hijos adelante. Sin embargo, ya hace tiempo Elcierredigital.com repasó la peculiar forma en la que se hizo rica.
Pilar Franco Bahamonde fue, durante el régimen, la más desconocida de la familia. Sin embargo, en los años setenta, en plena Transición, se hizo especialmente popular. Todo un personaje mediático gracias a la presentación de su libro de memorias Nosotros, los Franco. Editado por Planeta, las confesiones de Pilar Franco tuvieron una gran repercusión. A lo largo de 240 páginas ilustradas con fotografías, la “hermanísima” hacía un repaso por su familia y los años de la dictadura de su hermano.
La hermana del Caudillo contrajo matrimonio en 1914, cuando tenía 19 años, con el militar carlista Alfonso Jaráiz Jerez, con el que tuvo 10 hijos, y quedó viuda cuando el menor de los niños tenía 10 meses. Una de sus diez hijos, Pilar Jaráiz Franco, se convertiría en un personaje controvertido dentro de la familia.
'La sobrina roja de Franco'
Pilar, la tercera de los diez hermanos Jaráiz Franco, nació en El Ferrol en 1916. En 1931 se trasladó a Madrid para estudiar Derecho. Cuatro años más tarde se casaba con el teniente del Ejército y oficial de Estado Mayor, Antonio Lago García. El padrino de boda fue su tío Francisco Franco.
Su vida se vio afectada por el Golpe de Estado y la posterior Guerra Civil. Fue hecha presa por el bando republicano durante dos años. Pocos meses antes de morir, en 1996, así recordaba para la periodista Pilar Eyre su experiencia: "Primero encarcelaron a mi marido, que era militar. Después tuve a mi niño, sola, en la Maternidad de Madrid, con las bombas cayendo a mi alrededor. Nadie me quería dar cobijo porque era la sobrina de Franco. Un día vinieron unos milicianos a casa y se me llevaron con Toñuco, el pobrecito tenía tres meses. Estuve en la cárcel de Madrid y luego en la de Valencia. Apenas tenía leche para alimentar a mi hijo y no sabía nada de los míos, si estaban vivos o muertos. Yo sólo tenía veinte años".
En la misma charla con la periodista y escritora, Pilar Jaráiz Franco explicaba cómo su tío Franco, finalmente, intercedió por ella: "Por fin mi madre se plantó ante él y le dijo que si no nos canjeaba, ella iba a Valencia y se entregaba a cambio de nosotros. Primero liberaron a mi hijo y después a mí. Cuando llegué a mi casa de Ferrol me abracé a él, se desprendió de mí gritándome: 'Tú no eres mi mamá, tú eres una señora, mi mamá es esta', y me enseñaba una foto en la pared en la que estaba yo. ¡Y sólo habíamos estado separados dos meses!".
Tras la guerra civil ejerció como abogada en Zaragoza y luego consiguió la cátedra de Derecho Mercantil y Economía Política en Barcelona. Conforme se iba alejando de su tío Francisco Franco su ideología fue mutando hacia el socialismo. En 1976, tras quedarse viuda sólo tres meses después de la muerte de su tío, empieza a militar en el PSOE. Cinco años después consiguió aparecer en todos los medios de comunicación gracias a la publicación del libro Historia de una disidencia (Planeta, 1981) en el que explicaba su evolución ideológica y la historia de su familia. En la presentación de su libro estuvo acompañada por Manolo Vázquez Montalbán. En esos años se declaró ferviente admiradora de Felipe González e incluso se fotografió con Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España y auténtica 'bestia negra' de la dictadura de su tío.
En la citada conversación con Pilar Eyre relata cómo se produjo su evolución ideológica: "Mi marido y yo empezamos a ver cosas que no nos gustaban nada. Los privilegios, por ejemplo. Entonces decidimos que nunca nos íbamos a aprovechar del parentesco. Yo había estudiado Derecho durante la guerra, y después gané mi cátedra a base de codos, estudiando mucho, lo mismo que mi marido, que dejó el Ejército para hacerse agente de cambio y bolsa. No les gustaba en El Pardo que nos dedicáramos a unas profesiones tan corrientes, y nos lo hicieron ver, sobre todo mi tía, con una frialdad en el trato que nos demostraba lo pesados que les parecíamos. La tía Carmen tenía la virtud de desprenderse de todo lo que le podía molestar".
En su libro Pilar Jaráiz recuerda cómo su entorno familiar le hizo el vacío cuando tomó la decisión de militar en el PSOE e incluso su madre llegó a decirle "Con lo patriota que eres, cómo se te ha ocurrido hacerte socialista". En los ochenta, publicó otros libros de ficción La casa roja (1983) y La hermosa tierra (1984). De forma póstuma se editó la novela Un mundo feliz (1998).
Confidente de los amores de su tío Nicolás
Durante la dictadura, al igual que su madre, no tuvo un papel relevante en 'La camarilla' de El Pardo. En su libro de memorias retrata la distancia con su tío. Según su relato, la cercanía se rompió después de la guerra y fue su tía Carmen Polo y después el marido de su prima, Cristóbal Martínez-Bordiú, quienes no quisieron tenerles cerca. Una lejanía que no se daba antes de la toma del poder, ya que incluso llegó a ejercer como dama de honor en la boda de sus tíos Francisco Franco y Carmen Polo en 1923.
Sin embargo, de la muerte de su tío tuvo que enterarse por televisión y en el gran evento de la familia Franco, la boda de la nietísima Carmen Martínez-Bordiú con Alfonso de Borbón y Dampierre, estuvo entre los invitados "de segunda".
Más cercana fue su relación con su tío Nicolás Franco del que llegó a ser su confidente en su tormentosa relación sentimental con Cecilia Albéniz, la nieta del famoso compositor. El hermano del dictador mantenía una relación paralela a su matrimonio con Isabel Pascual de Pobil. La obsesión de Nicolás por esta joven llegó a tal punto que se pasaba las noches rastreando los cabarets de Madrid para encontrarla, llegando a montar brutales escenas de celos cuando descubría andanzas de su amante con otros hombres como Luis Miguel Dominguín. Su sobrina Pilar lo acompañaba en muchas de estas excursiones en búsqueda de su amada e intentaba tranquilizarlo. Finalmente, la joven murió en un accidente de tráfico.
Una vez más la muerte solucionaba la vida de los Franco. Sobre la relación de su tío Francisco Franco con las muertes fortuitas, Pilar Jaráiz Franco se confesaba así con Pilar Eyre: "Ramón Franco fue republicano, masón y le dio a mi tío Paco muchos disgustos. Desde el punto de vista de mi tío fue una suerte que Ramón muriera; vivo le habría traído muchos problemas. Es curioso que todos los que podrían traerle problemas a Franco murieran violentamente, como si tuviera un hado maléfico o benéfico, según se mire. Sanjurjo y Mola murieron en accidentes aéreos, a Goded lo fusilaron los republicanos. Los tres eran generales de prestigio que podían haberle hecho sombra después de la guerra. A José Antonio Primo de Rivera lo ajusticiaron en la cárcel de Alicante, y mi tío Ramón desapareció en el mar con su avioneta".
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