Piden en Change.org que se reabra la investigación sobre la muerte de La Veneno
Una petición iniciada por su hermana mayor, María Josefa Ortiz, en change.org para reabrir el caso de la muerte.
Mari Pepa Ortiz, hermana mayor de Cristina Ortiz, La Veneno, ha iniciado una petición el 1 de diciembre desde Change.org para que se reabra judicialmente la investigación sobre la muerte de La Veneno con el título "Justicia para Cristina La Veneno". La petición dice así:
"La muerte de la transexual Cristina, conocida por La Veneno, falleció en extrañas circunstancias, todo el proceso se realizó de forma rápida y brusca dándose el carpetazo en poco espacio de tiempo, sin realizar investigaciones exhaustivas e intensas que ahondaran en el esclarecimiento de su muerte.
Esta rapidez seguramente ha permitido que queden muchos hilos sueltos, las incongruencias e incoherencias en las explicaciones realizadas en los medios públicos incitan a pensar en la superficialidad con que se trataron las diligencias e incluso una posible influencia negativa por su condición sexual.
Por ello sería necesario reabrir el caso y que se realicen todas las investigaciones pertinentes, usando todos los medios necesarios para esclarecer los hechos acaecidos.
Este país no cree que fue un accidente doméstico, unas importantes lesiones presentadas en la cabeza originando dos coágulos; iba vestido con ropa de calle en el ingreso ( ropa pasada a las manos de un familiar en vez de al juzgado)".
Esta iniciativa arrancó el día 1 y pide cinco mil firmas aunque en solo dos días había logrado reunir ya 4.000. María Josefa Ortiz lleva cuatro años luchando en solitario por reabrir el caso de la muerte de su hermana. Ahora el resto de la familia se ha unido a su causa y han contratado al criminólogo Óscar Tarruella.
El conocido criminólogo Óscar Tarruella publicó hace unos días un vídeo explicativo en su canal de Youtube donde comenta algunos de los errores que la investigación policial habría cometido en el caso de la muerte de La Veneno. Para Tarruella los acontecimientos se sucedieron así: El día 4 de noviembre los vecinos aseguraron escuchar fuertes golpes y gritos en la vivienda de Cristina y su novio Alin. El día 5 la propia Cristina Ortiz telefoneó al 112 a las 2.49 horas de la madrugada para denunciar que estaba siendo amenazada por su exnovio, cuando la Policía se personó en el domicilio ella les dijo que no era necesaria allí su presencia y los agentes se fueron sin indagar más sobre el asunto. Según Tarruella, "esto es un error grave del protocolo que se debe aplicar en casos de violencia de género, porque Cristina podía estar dentro siendo amenazada y ni siquiera les abrió la puerta. Podían haber hablado con algún vecino e incluso pedir una orden de entrada y registro. Los policías se van. Luego su novio Alin declararía que estaba dentro con ella".
CASO 'LA VENENO'
Todavía el día 5, a las siete de la tarde, los vecinos, según sus declaraciones en sede policial, volvieron a escuchar fuertes golpes y gritos de discusión en casa de La Veneno. Ese mismo día, por la noche, a las 23.30, según declaró Alin, se encontró a Cristina en casa con sangre y magulladuras en el sofá del salón y le explicó que se había caído así que bajó al bar debajo del domicilio para pedir ayuda. "Aquí hay varias contradicciones, por un lado, la propietaria del bar que sube a auxiliar a Cristina dice que estaba consciente, la conoció por su nombre y luego se desmayó. Sin embargo, Alin dice que la llevó del sofá a la cama, pero la testigo no le vio hacer eso", añade Tarruella, que también se pregunta "¿por qué Alín no llamó al Summa en vez de tener que hacerlo la dueña del bar?".
La ambulancia llegó media hora después y a la 1.22 horas del día 6 de noviembre La Veneno ingresó en el hospital La Paz con un traumatismo craneoencefálico severo, que a la larga le produjo la muerte. Su llegada al hospital tampoco acabaría con la polémica. A las 21.30 de ese día, la familia de Cristina Ortiz llega a Madrid y tras verla en el hospital van a la comisaría del distrito de Tetuán para interponer una denuncia. Mientras, "el informe del hospital dice que se ha caído en el baño y que las lesiones que presenta son de carácter autolítico. Sin embargo, en el informe del SUMA no dice nada de eso, ni en la sangre de Cristina había tóxicos", dice Tarruella.
El lunes 7 de noviembre la Policía Científica, ante la denuncia puesta, acude a casa de Cristina Ortiz a las doce y 17 minutos de la noche. Se encontraron la luz encendida y que la cerradura y la hoja estaban rotas y manipuladas, pero no tomaron huellas dactilares de esa zona. Una hora más tarde, Alin se presenta en comisaría y pide declarar voluntariamente, se acuerda de muchas cosas, pero no de todas...
Alin Bogdan Calin, supuesta pareja sentimental de Cristina decía en comisaría que "es pareja de Cristina Ortíz Rodríguez, desde hace dos años y medio". La Policía le preguntó sobre lo ocurrido un día antes del accidente, el 5 de noviembre, cuando se produjo una fuerte discusión entre la pareja aquella madrugada.
La versión que ofreció el rumano era que "Cristina le había dado 40 o 50 euros para desempeñar un teléfono móvil que le había entregado a un conocido para prestarle dinero así como también declaró que no llegó a utilizar el dinero para recuperar el teléfono, sino que se lo gastó en jugar a las máquinas", aunque no supo especificar en qué lugar estuvo jugando "porque se había fumado un porro de hachís y apenas recuerda nada".
La bronca habría comenzado porque "al regresar junto a Cristina, fumado y sin dinero, ésta comenzó a recriminarle que llegase tarde y sin teléfono, por lo que muy enojada le pidió que se marchase del domicilio, mientras llamaba a la Policía para asustarle y que así cumpliese lo que decía".
Alin aseguró que durmió en el portal de casa hasta las 8 de la mañana cuando Cristina le permitió entrar. Luego, a las 12 de la mañana el hombre se fue a la calle para vender chatarra encontrada en un contenedor de la basura y regresó sobre las 4 o 5 de la tarde. Tras pasar la tarde juntos, Alin se fue de la casa de nuevo y "regresó a las 23.30 horas encontrándola consciente y tumbada en el sofá, con la ropa manchada de sangre y con un golpe en la cabeza".
"Había tomado pastillas y se había caído en el baño"
Cuando Alin preguntó a La Veneno, siempre según su versión, la respuesta fue que "se había tomado muchas pastillas y se había caído en el baño". Entonces el hombre pidió ayuda a su vecina Ana, propietaria del Bar La Tobateña, que llamó a los servicios sanitarios. Cristina fue trasladada al hospital madrileño de La Paz y Alin manifestó que había intentado ir a verla, "pero fuera del horario de visita".
El mismo día que Alin declaró en comisaría, una llamada recibida al 091 por parte de una vecina, identificada como E.S., alertaba de que "el novio de Cristina Ortiz Rodríguez (Alin Bogdan Calin) ha salido de su domicilio de forma muy vigilante, mirando a todos lados de la calle y ha tirado una bolsa de basura grande negra de plástico y un tendedero. Asimismo, dicha persona insiste que este hecho es muy raro, ya que tanto Cristina como su novio nunca arrojan la basura al contenedor, sino que la tiran siempre desde la terraza directamente a la calle".
Los policías de Tetuán acudieron entonces al lugar y pudieron encontrar la bolsa procediendo a su registro. La lista de los objetos de interés encontrados en esa bolsa fue: "Tres cajas de cartón del medicamento Trankimazin 2 gr. Dos botes de medicamento Trankimazin 2 gr (vacíos). Dos pastillas de medicamento tranxilium 50 mg. Una carta (un sobre y siete folios manuscritos por ambas caras) dirigida por Cristina Ortiz Rodríguez (centro penitenciario Alcalá-Meco) a Calin Alin Bogdan". ¿Por qué no se registra todo lo encontrado en la bolsa, como las prendas de ropa? y "¿por qué no se transcribe el contenido de esa carta"?, se pregunta el criminólogo que estudia el expediente de La Veneno. Esa carta fue escrita entre 2003 y 2006 cuando Cristina estuvo presa en la cárcel de Alcalá-Meco por estafar al seguro. Nadie preguntó a su novio por qué había querido deshacerse justo esos días de aquellos enseres y no esperó a ver si su novia se recuperaba antes de tirar algo tan personal como una carta.
Varios vecinos de Cristina Rodríguez también fueron llamados a declarar a comisaría. La primera, Lidia Esther Britez, vecina de la pareja, que dijo "que desde que lleva viviendo en la finca son frecuentes y habituales las molestias por peleas y ruidos procedentes de los vecinos del piso primero exterior derecho, donde vive una mujer transexual llamada Cristina (conocida como La Veneno) junto con su novio de origen rumano".
Esta mujer también habló de otra pelea, que habría sucedido el 4 de noviembre, sobre las 20.30 horas, "se escuchaban golpes fuertes y gritos, que los golpes eran tan fuertes que incluso temblaban las paredes de su domicilio". Al día siguiente la discusión también fue escuchada por los mismos vecinos. El marido de Lidia Esther, José Fabián Rodríguez García, también declaró en comisaría en el mismo sentido. Ambos aseguraron que no vieron a la Policía acudir al domicilio.
Tras la muerte de La Veneno, Alin se negó a abandonar la casa, incluso comenzó a vender la ropa y los enseres de quien había sido su pareja. Finalmente, la familia de Cristina pagó 7.000 euros al rumano, según se especuló en su momento, para que abandonase el lugar y vender posteriormente la casa.
Contradicciones oficiales
La vedette murió de forma accidental según la autopsia oficial realizada por el forense Miguel Ángel Castillo Hernández. “No se aprecia en todo el cuerpo ni una sola contusión, a excepción de una herida (que se suturó en quirófano) en región supraciliar derecha o frontal derecha y producida por caída” escribía Castillo Hernández en su informe. Esto contradice el informe realizado por el prestigioso médico forense Luis Frontela, encargado por la hermana de la vedette, María Josefa Ortiz.
Lo curioso es que también la autopsia oficial se contradice con el Acta de Inspección Ocular Técnico Policial realizado por Policía Científica tras una visita a la vedette en el hospital. En ella se puede leer textualmente que unos agentes “se personan en el Hospital de la Paz (Madrid)” donde estaba en coma La Veneno y observan “como en las piernas y a la altura de ambas rodillas y pies, presenta diversos hematomas de diferentes tamaños”.
Además, se anuncia que recogen de “la mano izquierda” y de “la mano derecha” de la actriz “posibles restos biológicos del autor de la posible agresión”. Es decir, dan por hecho que, debido a las contusiones, la musa televisiva de Pepe Navarro se intentó defender de un ataque. Lo contrario a lo indicado en la versión oficial.
El informe de la Brigada Provincial de Policía Científica señala lo siguiente: "Que habían sido avisados de que Cristina se encontraba ingresada en el Hospital de La Paz de Madrid en estado muy grave ya que había sido víctima de un accidente doméstico por lo que se personaron en dicho hospital observando que, según su criterio, Cristina presentaba síntomas de haber sido víctima de una agresión dadas las lesiones que presentaba".
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