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Cuatro hombres sonríen mientras están sentados juntos en un lugar al aire libre.
INVESTIGACIÓN

El padre de Ábalos: el becerrista 'Carbonerito' cuya carrera se truncó por la Guerra

El ministro, aficionado a la tauromaquia, ha desaparecido de las plazas; su padre, Heliodoro, intentó ser torero

La mecha la encendió el propio José Luis Ábalos, hoy puesto en entredicho por sus controvertidas actuaciones. Otra más fue la de calificar como “casposa” la visión de una España según la cual todos los españoles tienen que ser «toreros o cazadores». Entre críticas al «españolismo trasnochado y antiguo», el actual ministro de Transportes, mano derecha del presidente del Gobierno Pedro Sánchez,  no recordó que su padre fue torero.

"Eso no me lleva a imponer a nadie su gusto ni su afición", ha llegado a afirmar. Sin embargo, lo correcto sería decir que su progenitor fue más bien un torero frustrado ya que nunca pasó de becerrista.

Heliodoro Ábalos, nació en 1912 en la localidad conquense de Carboneras de Guadazaón. De su pueblo de origen tomó el pseudónimo usado como becerrista: Carbonerito. También era conocido como el torero rojo debido a sus ideas políticas de izquierda. De hecho, durante la Guerra Civil organizaba espectáculos taurinos en la zona republicana. Después de la contienda la carrera de Ábalos no volvió a ser lo mismo. De hecho, nunca volvió a poner un pie en los ruedos como profesional.

Cuatro hombres sonríen mientras están sentados juntos en un lugar al aire libre.
José Luis Ábalos asistiendo a una corrida de toros . | El Cierre Digital

A pesar de lo publicado por algunos medios nunca llegó a triunfar como torero. En ocasiones se ha dicho que su nombre fue borrado de las enciclopedias taurinas al acabar la Guerra Civil. La verdad es que nunca llegó a aparecer en ellas por lo exiguo de su carrera y no por sus ideas políticas. En la temporada 1934/1935 toreó una veintena de corridas. Según una reseña de la época era “valiente y prometedor”. Durante la contienda cada bando celebraba sus propios eventos taurinos, pero no se puede hablar de temporadas como tal.

Las ideas políticas del becerrista  Ábalos hizo que solo torease en la zona republicana. Él mismo organizaba muchas corridas para entretener a los soldados que defendían la República. De hecho, en septiembre de 1936 Carbonerito participó en la plaza de toros de Cuenca junto a Pedro Arcos Morales en un festival benéfico en favor de las milicias populares. Un mes después toreó en la vecina localidad de Villagarcía del Llano para recaudar fondos para los llamados “hospitales de sangre”. 

Leo Cortijo en su blog Por el pitón derecho recupera una reseña de 1935 donde habla de “tantos éxitos en varias plazas de la provincia durante la anterior temporada”. “Su gozo debió caer en un pozo, pues al revisar los documentos históricos deforma concienzuda comprobamos que tras la publicación de este artículo se celebraron hasta cinco novilladas en el coso conquense –una en junio, tres en julio y una más durante la feria taurina– y en ninguna de ellas aparece como actuante el padre del nuevo ministro”, concluye Cortijo en su documentado artículo.

Heliodoro Ábalos también llevó fuera de la plaza el mito del torero conquistador. Se casó en dos ocasiones. Con su primera esposa tuvo tres hijas de su primera y con la segunda cinco descendientes, cuatro hijas y al Ministro Ábalos, su único descendiente varón.  

El padre del Ministro no es el primer familiar que pone en apuros al número dos del PSOE. Elcierredigital.com ya publicó las polémicas que rodean a su actual mujer, Carolina Perles y a su clan, al que perfectamente ha situado en Madrid y en Valencia.

Un cargo polémico y un jet lag que nunca existió

Carolina Perles, de 44 años, se incorporó como vocal y tesorera de la Fundación Internacional de Apoyo al Desarrollo Local y Social (Fiadelso) en 2010, cuando su marido José Luis Ábalos había comenzado a dejar sus cargos locales para centrarse en los proyectos de Pedro Sánchez a nivel nacional.

Una persona sentada en un sofá al aire libre con vegetación de fondo.
Carolina Perles, mujer de José Luis Ábalos / Redes Sociales | El Cierre Digital

La polémica nació cuando se publicó que el ministro había colocado a su mujer en esta Fundación, que recibió de organismos públicos la friolera de 4,9 millones de euros en subvenciones durante los trece últimos años, aunque desde 2015 no publica sus cuentas. El último importe conocido que recibió fue de 26.350 euros, en 2016, provenientes de la Consejería de Transporte, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación de la Generalidad Valenciana.

Fiadelso recibe la ayuda y patrocinio de entidades públicas como la Generalidad de Valencia y la Junta de Castilla-La Mancha; de empresas privadas relacionadas con el sector financiero como La Caixa, la CAM y Bancaja; y, también, de otro tipo de entidades, como la Universidad Complutense de Madrid, ligada a rectores progresistas.

Tanto Carolina, como su hermana Inés, de 41 años, son policías por oposición, siguiendo la tradición familiar de su padre Mario, también policía local que se jubiló cuando cumplió 65 años en agosto de 2018. Curiosamente, Mario Perles Belenguer, suegro de Ábalos, es también secretario desde el año 2011 de la ya famosa Fundación Internacional de Apoyo al Desarrollo Local y Social (Fiadelso), que fue creada por Ábalos en 1992, en plena época felipista. 

Dos hombres en traje conversan en un entorno formal con otras personas al fondo.
José Luis Ábalos con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez. | El Cierre Digital

La hermana pequeña de Carolina, que se llama Inés, como su madre, presta actualmente servicio en la Delegación de Gobierno de Valencia. Se da la circunstancia de que el actual delegado del gobierno en esa comunidad es Juan Carlos Fulgencio, que fue Intendente de la policía local; mientras que el subdelegado es José Roberto González Cachorro, que fuera jefe de la División Centro de la Policía Local, de nuevo casualmente donde la mujer del ministro Ábalos prestaba servicio hasta su traslado a Madrid junto a su marido e hijos.

Esta polémica llegó después de que elcierredigital.com descubriera que Ábalos había adelantado su viaje a Perú para hacer un fin de semana de turismo y no asistir así al desfile de las Fuerzas Armadas del 12 de octubre de 2018, Fiesta Nacional de España, siendo, además, la primera de la era del Gobierno Sánchez que se enfrentó a fuertes abucheos durante el propio desfile.

Por si fuera poco, la embajada española en Lima esperaba la asistencia del Ministro de Fomento en la tradicional recepción con motivo de la Fiesta Nacional a todos los empresarios españoles que viven y trabajan en el país andino. Ábalos alegó problemas de jet lag que no le impidieron hacer turismo por el país hispanoamericano. Ábalos viajó junto a su mujer y un conocido empresario español. Hoy, transcurrido más de un años, de nuevo sus controvertidas actuaciones como cargo público están en entredicho.

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