Otegi y Bildu cobran subvenciones públicas pero no celebran la Eurocopa de España

El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha vuelto al centro de la polémica tras sus últimas  declaraciones en contra de celebrar el triunfo de la selección española en la Eurocopa 2024. Acompañando esta controversia, el debate sobre su salario como coordinador general de EH Bildu también ha sido objeto de escrutinio, pues algunas voces han señalado que, si Otegi ocupa un puesto político en España y cobra del Estado -como todas las formaciones políticas con representación-, debería celebrar los triunfos de la selección nacional en cualquier deporte de forma pública, y reservarse su opinión para su círculo más cercano.

Concretamente, Otegi afirmó en una entrevista que no apoyaría ni a la selección española ni a la francesa en caso de que alguna de las dos ganara un torneo. Argumentó que ambas selecciones representan a estados que niegan la soberanía de Euskadi y, por lo tanto, no siente afinidad hacia ninguno de los dos equipos.

Otegi declaró que Francia y España son dos estados que ‘niegan’ a Euskadi jugar con su propia selección, y añadió que no podía apoyar ni a las mencionadas selecciones nacionales "ni ahora ni nunca". Estas afirmaciones se producen en un contexto de alegría generalizada entre la población por el reciente triunfo de ‘La Roja’ y, por otra parte, en un ambiente de creciente interés y debate sobre la identidad vasca y el derecho a la autodeterminación.

En este sentido, Arnaldo Otegi, como coordinador general de EH Bildu, percibe un salario anual que ha sido tema de discusión en múltiples ocasiones. Según los datos más recientes, de 2017, Otegi gana aproximadamente 32.000 euros al año. Estos datos no han sido actualizados desde entonces, aunque en 2019 el Portal de Transparencia reveló que Otegi cobró más de 39.000 euros ese año, aunque en estos presupuestos se incluyen dietas y desplazamientos.

Concretamente, se sabe que el sueldo de Otegi ronda aproximadamente los 32,800 euros brutos. Este salario se distribuye en 14 pagas de aproximadamente 2,350 euros cada una​, aunque desde la formación expresaron en el pasado que Otegi cobraba un aproximado de 2.000 euros mensuales. 

En cuanto a la financiación de EH Bildu, el partido recibe fondos de diversas fuentes, alineándose con la normativa vigente en España sobre la financiación de partidos políticos. Aunque Bildu es un partido que ha recibido numerosas donaciones ciudadanas en los últimos años, una de sus principales fuentes de financiación siguen siendo las subvenciones públicas, que se costean con el dinero de todos los españoles. 

El pasado 2023, EH Bildu recibió aproximadamente 764,078 euros en subvenciones del Estado español. La mayor parte de este monto, 722,089 euros, se destinó a su "funcionamiento ordinario". Además, el partido recibió 4,911 euros para asociaciones vinculadas y 37,077 euros para gastos de seguridad.

Desde su constitución en 2015, se estima que EH Bildu ha recibido más de 50 millones de euros en subvenciones públicas. Este monto incluye fondos destinados tanto para el funcionamiento ordinario del partido como para gastos electorales​. 

Pintadas y descalificaciones para la selección en el País Vasco

Acompañando a las declaraciones de Otegi,  en los últimos días han aparecido pintadas ofensivas en varias localidades del País Vasco dirigidas a los jugadores vascos de la selección española de fútbol. Las inscripciones, encontradas en lugares públicos y cercanos a instalaciones deportivas, han causado indignación y repudio en la comunidad futbolística y entre los aficionados.

Los jugadores vascos Unai Simón, Álex Remiro, Daniel Vivian, Martin Zubimendi, Mikel Merino, Mikel Oyarzabal y Nico Williams, que han sido convocados para representar a España en la Eurocopa 2024, se convirtieron en el blanco de estas pintadas. Las frases, que incluyen insultos y descalificaciones, han aparecido principalmente en las zonas más concurridas de algunos de los pueblos de origen de los mencionados jugadores.

Las reacciones a las declaraciones de Otegi

Como era de esperar, las declaraciones de Otegi sobre el triunfo de la selección española en la Eurocopa provocaron una ola de reacciones en todo el espectro político y en la opinión pública. Desde personajes políticos hasta figuras deportivas y ciudadanos comunes, muchos expresaron su desacuerdo con la postura del líder de EH Bildu. 

Algunos argumentaron que el deporte debería ser un terreno neutral, libre de tensiones políticas, y que el triunfo de la selección española era motivo de celebración para todos los ciudadanos del país, independientemente de sus creencias políticas.

Por otro lado, Otegi encontró apoyo entre ciertos sectores nacionalistas vascos, que ven en sus palabras una reafirmación de la lucha por la identidad y soberanía de Euskadi. Estos sectores argumentan que el apoyo a la selección española implica una aceptación implícita de un estado que, según ellos, no reconoce adecuadamente los derechos de las regiones autónomas.

El polémico perfil de Otegi, de nuevo bajo escrutinio

Arnaldo Otegi, cabeza visible de EH Bildu, sigue siendo una figura central y polémica en la política vasca. Aunque ya no forma parte del Parlamento Vasco, donde también recibió dinero del Estado, Otegi continúa siendo objeto de escrutinio y críticas tanto por su pasado vinculado a ETA  como por su gestión actual al frente de su partido.

Nacido el 6 de julio de 1958 en Elgoibar, Gipuzkoa, Otegi comenzó su carrera política con una vinculación directa a ETA, la organización terrorista que marcó la historia reciente del País Vasco con su lucha armada por la independencia. En 1987, fue condenado a seis años de prisión por su participación en el secuestro del empresario Luis Abaitua, un episodio que sigue siendo una mancha en su historial y un punto de discordia en la percepción pública​​.

Tras su salida de prisión, Otegi  se transformó en un importante portavoz de la izquierda abertzale, desempeñando un papel crucial en la transición de Herri Batasuna y sus sucesores hacia la política institucional. Fue una figura destacada en las negociaciones de paz entre ETA y el Gobierno español en 2006, aunque estas conversaciones finalmente no prosperaron​​.

Desde su posición como coordinador general de EH Bildu, Otegi ha impulsado una agenda independentista y de izquierda, pero su liderazgo no ha estado exento de críticas. A pesar de su implicación en el proceso de paz, Otegi ha sido criticado por no condenar de manera clara y contundente la violencia de ETA, una postura que muchos consideran un obstáculo para la reconciliación y la normalización política en el País Vasco​​.

De igual manera, su enfoque a menudo confrontacional con el Gobierno central es visto por algunos analistas como una barrera para alcanzar acuerdos pragmáticos y duraderos que beneficien al País Vasco. Su insistencia en la independencia ha sido interpretada como una estrategia que prioriza la ideología sobre las necesidades inmediatas de la región​​.

En este sentido, ante la última polémica que ha generado Otegi con sus declaraciones sobre el triunfo de la selección española, son cada vez más ciudadanos y analistas los que encuentran incomprensibles este tipo de comentarios cuando la verdadera intención que debería prevalecer es la del entendimiento y unidad.