Novedades desaparición Ylenia Carrisi: Una prueba de ADN podría demostrar que aún vive
Un expolicía de Florida asegura haber encontrado a la hija de Al Bano y Romina desaparecida hace ya tres décadas.
Ylenia Carrisi, hija de los famosos cantantes Al Bano y Romina Power, podría estar viva treinta años después de desaparecer sin dejar rastro. Según publica la prensa alemana, una pista encontrada por un investigador privado americano parece indicar que la hija de los míticos artistas italianos no habría muerto lanzándose al río Mississippi.
Según publica el periódico alemán Bunte, detrás de esta teoría estaría un expolicía de Florida, ahora investigador privado, que habría encontrado con vida a Ylenia (actualmente tendría 53 años). El investigador afirma que solo falta realizar la prueba de ADN para demostrar que es ella y que sigue con vida treinta años después de su extraña desaparición.
Por el momento y hasta que no se confirme, se trata solo una teoría más de las tantas que se han publicado hasta la fecha sobre el caso de la desaparición de Ylenia en 1994 en Nueva Orleans. Sin embargo, la posibilidad ha reavivado el interés y la esperanza —especialmente para su madre, que nunca ha dejado de buscar a su hija— de que Ylenia siga viva y se ponga fin así a una de las desapariciones más mediáticas de los últimos años.
La teoría de Al Bano sobre Ylenia: estaría muerta
Aunque desde el año de su desaparición han sido numerosas las ocasiones en las que se ha ubicado viva en algún lugar del mundo a Ylenia, su padre, Al Bano, no ha creído en ellas, frente a la firme convicción de su madre, Romina Power, de que su hija sigue con vida.
El cantante italiano daba una entrevista al diario Corriere Della Sera justo antes de su 80 cumpleaños, en mayo de este año. En la entrevista relataba sus últimos días con Ylenia, que acompañó a sus progenitores a Moscú y Estados Unidos, donde rodaron el documental ‘América perdida’. Fue allí, concretamente en Nueva Orleans, donde Ylenia conoció a Alexander Masakela, un hombre que tenía 54 años y que aparece en la investigación de su desaparición como persona de la que, al parecer, Romina estaba enamorada.
Tras su primera visita a Nueva Orleans, Ylenia se marchó a Belice para escribir un libro, pero acabó volviendo a la ciudad norteamericana donde se perdió su pista.
Según Al Bano, que afirma haber reconstruido “su última noche hora por hora”, Ylenia se tiró voluntariamente al río Missisippi, como afirmó el guardián del Acuario Municipal de Nueva Orleans, quien podría haber sido la última persona que la vio con vida.
“Conocí a Masakela, quien también había estado en prisión, pero negó cualquier culpabilidad. Interrogué a la última persona que la vio, el guardián del puerto. Estaba sentada junto al río, él le advirtió que no podía quedarse allí. Pero Ylenia le dijo: ‘Yo pertenezco a las aguas’, y se zambulló en el río… Ella solía decir esa frase de niña antes de lanzarse a nadar. Y el Mississippi no perdona. Romina nunca quiso aceptarlo. Pero así fue”, relataba al diario italiano el cantante.
Aunque lo cierto es que esta versión de los hechos no es nueva. Es la que a lo largo de todos estos años Al Bano ha sostenido en diferentes entrevistas y programas televisivos y cada vez que los rumores apuntaban a que Ylenia estaba viva en los lugares más recónditos. Unas teorías que para Al Bano son pura especulación sobre la muerte de su hija, como confesó al diario ABC.
La teoría del 'asesino de la cara feliz'
Una de las teorías que se utilizaron para explicar su desaparición fue la de que Ylenia Carrisi fuera la "víctima número 8" de Keith Jesperson, un camionero al que denominan el ‘asesino de la cara feliz’ —pues “firmaba” sus muertes con una cara feliz— que, en su época, llegó a convertirse en todo un asesino en serie. Aunque admitió haber matado a más de 160 personas, se le atribuyen ocho asesinatos de mujeres, por los que fue condenado a tres cadenas perpetuas.
El motivo de que se relacionase a la hija de Al Bano y Romina Power con este asesino es que la identidad de algunas de estas mujeres asesinadas no se habían podido confirmar hasta la actualidad. Una de estas víctimas, la última sin identificar cuyo nombre se ha conocido ahora, Suzanne Kjellenberg, guardaba algunos parecidos con la desaparecida Ylenia Carrisi. Además, Ylenia desapareció sin dejar rastro en 1994 y el cuerpo de Suzanne fue hallado ese mismo año, sembrando la duda hasta el punto de que el propio Keith Jesperson llegó a identificar a esta víctima como Ylenia Carrisi, la hija desaparecida de Albano y Romina Power.
La relación entre la víctima número ocho del ‘asesino de la cara feliz’ e Ylenia Carrisi se remonta al año 2015. Fue entonces cuando un funcionario norteamericano, Paul Moody, que estaba a punto de jubilarse, decidió buscar respuestas. Moody era forense en Florida y había pasado los últimos años de su vida identificando a las víctimas de Keith Hunter Jesperson. El año anterior, meses antes de dejar su puesto de trabajo, escribió a Jesperson a la cárcel, donde cumple varias cadenas perpetuas por sus múltiples crímenes.
El forense necesitaba identificar a la "víctima número 8", una de las pocas a las que no había podido dar nombre. Y Jesperson, que apenas había colaborado hasta entonces con la policía, accedió a verlo. Le explicó que la había matado en 1994, en la cabina del camión que él conducía, que la había recogido en Tampa porque la joven, que tenía entonces unos 24 años, quería ir a Las Vegas. Y que se llamaba Susan.
Jesperson le dio un retrato robot. Más tarde el ‘asesino de la cara feliz’ identificó la fotografía de una joven: "Era ella", dijo. En realidad, el camionero estaba viendo la imagen de Ylenia Carrisi, la hija mayor de los cantantes Al Bano y Romina Power, desaparecida en enero de 1994, a los 24 años, dada por muerta oficialmente 20 años después, en el año 2014, por las autoridades italianas. Según se dijo por entonces, durante su estancia en Estados Unidos Ylenia se hacía llamar Susan.
La maquinaria se puso en marcha y se iniciaron las primeras pruebas con los restos de Susan, cuyo cadáver fue encontrado en un bosque de Tampa en 1996, meses después de la detención de Jesperson. Nuevamente todo quedó en nada. Aunque el ADN no coincidía con el de Ylenia, no se resolvió el enigma de la identidad de la víctima hasta este mismo año, cuando ‘Susan’ ha sido finalmente identificada como Suzanne Kjellenberg.
Las diferentes teorías sobre el paradero de Ylenia Carrisi
A pesar de la firme convicción de su padre, la falta de pruebas sobre la muerte de Ylenia ha originado que a lo largo de los años hayan surgido teorías sobre mujeres que podrían ser Ylenia. En junio de 2011, el semanario alemán Freizet Reuve aseguró que estaba interna en un convento, aunque la información nunca llegó a confirmarse. Para lo único que sirvió aquel atisbo de esperanza fue para que Romina, firme defensora de las teorías que aseguraban que Ylenia no había muerto, pudiese mantener la fe en recuperarla.
En octubre de 2019 el asunto volvía de nuevo a los medios tras la publicación de una fotografía de una mujer en la ciudad de Venecia. El hombre que tomó la instantánea aseguraba que se trataba de la hija de Al Bano y Romina Power. El autor de la foto, Roberto Fiasconaro, aseguraba que Ylenia, desaparecida, habría regresado a Italia en el año 2000 y que estuvo a punto de ser descubierta por un diario alemán.
La mujer retratada en Venecia recordaba mucho físicamente a la primogénita de Al Bano pero con los lógicos cambios del paso del tiempo. Según el relato de Fiasconaro, éste se habría acercado a ella para preguntarle en inglés si era Ylenia Carrisi y ella habría respondido instintivamente que sí. Sin embargo, luego lo habría negado y sus amigos y un niño que estaba con ella se habrían interpuesto para llevársela.
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