El negocio de las armas ilegales en España: Talleres clandestinos y impresión 3D
Esta semana la Guardia Civil halló dos armas de guerra ilegales además de sus respectivas municiones en un zulo
Esta semana la Guardia Civil localizó dos armas de guerra y numerosa munición escondidas en un zulo en un área de difícil acceso de la localidad de Monda, en Málaga. Los guardias civiles descubrieron el alijo de armas cuando realizaban un servicio específico de búsqueda y localización de posibles plantaciones de marihuana en áreas dispersas o aisladas de las poblaciones aledañas, según informaron fuentes del cuerpo a varios medios locales.
Durante una inspección minuciosa entre los arbustos, los agentes notaron una zona de tierra movida que estaba cubierta intencionalmente con muchas ramas y hojarasca. Después de limpiar el área y remover un poco de tierra, los agentes encontraron un agujero de aproximadamente un metro de profundidad que había sido excavado a propósito, con una bolsa de basura negra en su interior. Dentro de la bolsa se encontraban dos armas de guerra, así como varios cargadores, un silenciador y una gran cantidad de municiones para dichas armas. La Guardia Civil ha iniciado una investigación para determinar quién o quiénes utilizaron estas armas y con qué propósito fueron empleadas.
En otro orden y casi al mismo tiempo, Aurelio Estrella Río, quien es el único responsable de la gestión de Star Defense Logistics & Engineering (SDLE), una compañía que tiene contratos habituales con el Ministerio de Defensa, fue arrestado por vender de manera ilegal material a las Fuerzas Especiales de Disuasión (Rada-SDF), un grupo paramilitar salafista en Libia. El arresto tuvo lugar hace dos semanas y los artículos vendidos incluyen drones equipados con cámaras térmicas. Esta venta habría violado el embargo internacional impuesto sobre Libia y constituye un acto de contrabando de artículos prohibidos.
Elcierredigital.com ha conversado con Vicente Planas, criminólogo fundador de la web Lexcrim y Policía Local de Jávea, para conocer más detalles sobre el comercio de armas en España y su posible impacto en la criminalidad de nuestro país, que el pasado 2023 fue testigo de numerosas incautaciones.
El negocio de las armas en España
La inestabilidad mundial en constante aumento, con conflictos en curso en Europa y Oriente Próximo, ha provocado una nueva revolución en el mercado armamentístico, en la que España se ha visto muy beneficiada. En el año 2022, cuando comenzó la invasión rusa en Ucrania, la industria militar española exportó productos por un valor de 4.091,3 millones de euros, lo que implica un aumento del 24,3 por ciento en comparación con el año 2021.
Este dato es el segundo más alto registrado hasta ahora, solo superado por los 4.346,7 millones alcanzados en el año 2017. Sin embargo, el crecimiento se aceleró aún más en el primer semestre del pasado 2023. Durante este periodo, las exportaciones de armas españolas ascendieron a 1.753,9 millones de euros, lo que representa un incremento del 35,5 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
El reciente hallazgo en la provincia de Málaga pone en relieve los peligros que enfrenta España mientras se mantiene entre los líderes en producción y venta de armamento. Tal y como ha explicado el criminólogo Planas: “En España existen unas 381 empresas armamentísticas, de las cuales 112 empresas se enfocan en la venta de sus productos y servicios al extranjero. De estas, 74 forman parte de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y del Espacio (TEDAE). Estas 74 compañías generan el 87 por ciento -equivalente a 4.900 millones de euros- de todo el volumen de negocio”, subraya el criminólogo.
Teniendo en cuenta estos datos, actualmente España ocupa el séptimo puesto en el ranking de países exportadores de armas. La facturación ascendió a 6.654 millones de euros, de los cuales cerca de un 81,5 por ciento son exportaciones, y generaron 22.800 empleos directos en actividades exclusivas de defensa.
Según expone el criminólogo y agente de policía Vicente Planas: “La Guardia Civil es la encargada del control de las armas y el tráfico que sobre ellas se pueda realizar y cuyo cometido entre otros es intervenir en la fabricación y reparación de las armas, sus imitaciones y réplicas, y de sus piezas fundamentales. También se encargan de controlar la circulación, almacenamiento, comercio, adquisición, enajenación, tenencia y uso de las armas reglamentadas. Dentro de sus obligaciones también entra evitar en la medida de lo posible el tráfico de armas y que estas acaben en manos de la ciudadanía sin el debido permiso”, sostiene el agente y criminólogo.
El mercado negro de armas impresas en 3D
Precisamente fue la Guardia Civil, en colaboración con Europol, quienes llevaron a cabo el pasado mes de diciembre un fuerte operativo contra una red internacional dedicada a la producción ilegal de armas de guerra, la cual utilizaba principalmente tecnología de impresión 3D. Estas armas estaban destinadas a ser vendidas a organizaciones criminales en diferentes países de Europa y América. La denominada ‘Operación Carmelo’, que se llevó a cabo en ocho países europeos y americanos, culminó con la detención de 14 personas, el decomiso de 80 armas y el cierre de 14 talleres clandestinos.
En España, se detuvieron a seis personas y se desmantelaron tres talleres ubicados en Madrid, Jaén y León. Además, se incautaron 42 armas de fuego, más de 32.000 cartuchos, 29 silenciadores, 18 kilos de sustancias explosivas y una gran cantidad de herramientas, maquinaria y componentes esenciales para la fabricación de armas.
En el taller descubierto en la provincia de Madrid se fabricaban armas de fuego utilizando tecnología de impresión 3D. Se halló un subfusil FGC-9, considerada una de las armas más letales desarrolladas con esta tecnología a nivel mundial, gracias a su capacidad de fuego automático similar a una ametralladora de pequeño tamaño.
Por otro lado, en la provincia de Jaén se encontraron dos talleres clandestinos equipados con maquinaria industrial pesada, como tornos, fresadoras y prensas hidráulicas. En estos talleres se almacenaban 28 armas de fuego, algunas de ellas clasificadas como fusiles de asalto y catalogadas como armas de guerra. También se han decomisado 23.350 cartuchos metálicos, 29 silenciadores y 17 kilos de explosivos.
Tal y como ya informó este medio en 2022, la llegada de la impresión 3D ha sido una verdadera revolución tecnológica que ha permitido abaratar costes, personalizar los objetos, las tiradas cortas y, en definitiva, generar infinidad de objetos con una gran facilidad. Como con toda tecnología, los usos pueden no estar al servicios del bien común. Uno de estos, es la creación de armas impresas, cuyos casos se reportan desde todo el mundo.
Crear un arma se ha convertido en algo sencillo, ya que los planos se encuentran en Internet y solo se necesita poseer una impresora que sea capaz de imprimir en tres dimensiones. Teniendo en cuenta el rendimiento que se puede obtener de una impresora 3D, el precio es más que asumible: con unos 600 euros, aunque ahora el precio está a la baja, se pueden conseguir varios modelos de este tipo de impresora. Por otro lado, los programas para fabricar los componentes necesarios y los planos para su posterior ensamblaje se encuentran disponibles en Internet en la 'darknet'.
Por lo tanto, las armas hechas en impresión 3D son de fácil acceso para los ciudadanos aunque, según los expertos, no es muy probable que la impresión 3D pueda determinar el futuro del terrorismo, ya que hay opciones aún más sencillas y mucho más mortíferas como los drones o las armas biológicas.
La proliferación de los ‘artesanos’ de las armas
La red desarticulada operaba a nivel internacional. Fuera de España, en Alemania, se descubrieron cuatro talleres ilegales, dos de los cuales se dedicaban a la impresión 3D de armas de fuego. En Suecia, también se arrestó a una persona que transformaba armas de fogueo en armas reales. En el Reino Unido, se detuvo a tres personas sospechosas de fabricar armas de fuego utilizando impresión 3D, y también se confiscaron grandes cantidades de municiones, explosivos, pólvora e incluso un lanzagranadas militar. Además, en Canadá se desmanteló otro taller ilegal de fabricación de armas de fuego en 3D.
“Si recordamos en 2015 los atentados de Charlie Hebdo, las armas utilizadas fueron armas inutilizadas que habían sido compradas en Eslovaquia y reparadas por un establecimiento, que justamente fue el mismo que utilizó una de las organizaciones desarticulada en España. Eslovaquia junto a Polonia son los dos países que tienen la legislación menos estricta en cuanto a la compra y utilización de armas por la población civil", sostuvo Planas durante su entrevista con elcierredigital.com.
El incremento del número de armas ilegales en circulación mundialmente también podría estar relacionado con las crecientes tensiones internacionales como se ha mencionado anteriormente, según sostiene Planas: “El aumento de conflictos en diferentes puntos importantes del planeta como puedan ser Ucrania, Israel o actualmente en el Mar Rojo, ha hecho que prolifere todavía más el tráfico de estas armas ilegales, y destacan entre ellas las armas cortas que se utilizan en las organizaciones criminales de todo el mundo como se pudo poner en evidencia en la operación llevada a cabo por La Guardia Civil, en el marco de la operación “Dux”, que detuvo a tres personas e investigado a otras dos por tráfico de armas y sus municiones. Se llegaron a registrar ocho domicilios en las provincias de Barcelona, Madrid, Jaén, Murcia y Bizkaia, donde intervinieron 242 armas de fuego, 20.685 cartuchos metálicos de diferentes calibres, pólvora para la fabricación ilegal de municiones y silenciadores, entre otros efectos”.
Por su parte, Amnistía Internacional expone que el comercio de armas sin estrictos controles impacta tanto a los residentes de áreas de conflicto y políticamente inestables como a aquellos que viven fuera de ellas. El uso de armas de fuego provoca una tragedia diaria que afecta a personas de todas partes del mundo, siendo la mayoría de ellas no involucradas en conflictos. A nivel global, más de 500 individuos fallecen diariamente debido a la violencia realizada con armas de fuego.
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