Los negocios de Kike Sarasola: Su hotel Room Mate Alain, ahora refugio para ucranianos
El hijo del amigo de Felipe González ofrece habitaciones en París para refugiados.
Kike Sarasola vuelve a estar de actualidad por sus negocios aunque, esta vez, por una buena causa. El empresario ha puesto a disposición de los más necesitados las habitaciones de su cadena hotelera, ofreciendo a los refugiados ucranianos un lugar en el que descansar antes de llegar a su destino final: Madrid.
"Orgulloso de mis roomies que están ayudando en los hoteles. Una labor fantástica. Ayer en Room Mate Alain en París recibieron a 65 refugiados ucranianos de camino a Madrid", comentaba el empresario en un post en su cuenta de Instagram. Una nueva iniciativa de Sarasola que se une a la que ya inició durante la pandemia, cuando ofreció sus hoteles a la Comunidad de Madrid para que alojar a pacientes de coronavirus así como a ancianos que no se habían contagiado y necesitaban un lugar en el que quedarse.
De los caballos a los hoteles
El hijo de Enrique Sarasola y Cecilia Marulanda, Enrique Kike Sarasola Marulanda, nació en 1963 y desde muy pequeño se inició en el mundo de la hípica, consiguiendo triunfar como jinete durante años. Llegó a participar en tres Juegos Olímpicos: Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sidney 2000.
Pese a que durante los años ochenta y noventa se le adjudicaron varias relaciones sentimentales con mujeres, Sarasola es conocido por ser el primer deportista de élite que salió del armario en España. Lo hizo en la desaparecida revista Zero en el año 2001. Cinco años más tarde, se casó con el canario Carlos Marrero, con quien ha tenido dos hijos mediante gestación subrogada: Aitana (2012) y Enrique Junior (2015).
Fuera del deporte, Enrique Sarasola Jr. ha triunfado en el mundo empresarial gracias a su cadena de hoteles Room Mate, especializados en turismo LGTB. En junio de 2018 decidió unir las distintas marcas bajo su dominio desde que fundara el primer establecimiento en 2005 en la céntrica plaza de Vázquez de Mella (ahora Pedro Zerolo) en Madrid capital.
Room Mate Group es el nombre bajo el que ahora se agrupan las tres empresas con las que opera Sarasola: Room Mate Hotels, Be Mate y X-Perience. En 2019, la compañía contaba con 23 hoteles Room Mate y once nuevos proyectos en ciudades como Rotterdam, San Sebastián, París, Roma, Nápoles o Lisboa.
Sin embargo, la crisis del coronavirus afectó duramente a la cadena hotelera y Sarasola pidió en 2021 un rescate de 52 millones de euros a la SEPI, concretamente al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, según confirmó el periódico Cinco Días.
Sin embargo, la SEPI no concedió a Sarasola esta ayuda. Sí que le otorgó un préstamo el fondo de capital de riesgo Atitlan, que le dio al dueño de la cadena hotelera un crédito de urgencia. Sarasola puso para obtenerlo tres de sus establecimientos como aval, según informaba El confidencial, y debido a las pérdidas que actualmente tiene su negocio estaría en riesgo de perderlos si la SEPI no le concede la ayuda que ha solicitado.
La herencia de las comisiones
En 2019, el Área de Delitos Económicos de la Fiscalía Provincial de Madrid solicitó cuatro años de prisión para Kike Sarasola, su hermano Fernando Sarasola y la madre de ambos, Cecilia Maralunda Ramírez, por un delito contra la Hacienda Pública relacionado con el patrimonio heredado tras la muerte de Enrique Sarasola Lerchundi en noviembre de 2002.
Enrique Sarasola Lerchundi, Pichirri para los amigos, fue el hombre que se escondía tras las mayores operaciones financieras del Partido Socialista que comandaba Felipe González, a quien conoció en 1974. Sarasola tuvo que hacer frente por aquel entonces a numerosas querellas por fraude inmobiliario, que el ascenso del PSOE al poder dejó siempre en el olvido. Entre otros negocios, construyó la conocida sede del Partido Socialista que se instaló en la calle Ferraz, de Madrid, en 1981.
Así, se convirtió en el gran soporte económico que ayudó a Felipe González a financiar sus primeras campañas políticas. Los numerosos viajes que hicieron juntos Sarasola y González permitieron al Partido Socialista disponer de líneas de financiación en América Latina, como la que proporcionó durante años Carlos Andrés Pérez desde Venezuela. A cambio, el empresario obtuvo beneficios al llevar a cabo operaciones triangulares financiadas con créditos FAD (Fomento de Ayuda al Desarrollo).
Además, Enrique Sarasola ya hizo fortuna en Colombia después de su matrimonio en 1966 con María Cecilia Marulanda, hija de Alberto Marulanda Grillo, uno de los mayores terratenientes de Colombia y primer accionista de la compañía aérea Avianca. Cuando volvió a España, Sarasola también se relacionó con personas influyentes del país con los que hizo numerosos y polémicos negocios que le reportaron comisiones.
La verdadera pasión de Sarasola giraba en torno a las grandes operaciones de comercio de Estado, desconocidas para el gran público, pero de las que se extraen jugosas comisiones con destino a los partidos políticos. Ya en 1982 estaba enfrascado en la adjudicación del llamado “contrato del siglo” para la construcción del metro de Medellín, en Colombia. También inició un negocio para controlar la publicidad en el deporte español y montó la empresa Cinepaq.
Además, los contactos que tenía Sarasola le permitieron comprar al consejero del Banco Central, Antonio Blasco, su famosa finca de El Espinar, donde montó la yeguada de orígenes más importante de España, con caballos comprados al multimillonario griego Niarchos, a la reina de Inglaterra y al legendario Aga Kan, una afición que le llevó a gestionar durante un tiempo el Hipódromo de la Zarzuela.
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