Los ladrones más temidos de España vuelven a la actualidad : ‘Casper’ y 'Sapo'
Desvelamos los diferentes caminos de la vida de los ladrones más temidos de España en su día.
La emisión de la serie ‘El chófer’ de Ruiz-Mateos ha supuesto un éxito para Cuatro. Su primer capítulo cosechó un ocho por ciento de share en prime time y el último, emitido el pasado 2 de enero, obtenía un 5,9 por ciento. Cifras que para la cadena de Mediaset han parecido ser suficientes para apostar por las docuseries como ‘Sapo S.A. Memorias de un ladrón’.
Siguiendo la estela de El chófer, el pasado lunes, 9 de enero, ocupó su lugar en parrilla el true-crime ‘Sapo S.A. Memorias de un ladrón’. Fue estrenado al completo en Amazon Prime Video y hace seis meses Cuatro emitía en abierto el primero de sus episodios. La buena acogida de la serie sobre el chófer de Ruiz-Mateos, Víctor de la Cruz, hizo que el pasado lunes se emitieran dos de los cuatro capítulos de la docuserie.
Sapo S.A. Memorias de un ladrón cuenta a lo largo de los cuatro capítulos la historia real de delincuencia del ‘Sapo’ Jon Imanol Sapieha Candela y algunos de sus golpes más relevantes. La novedad, en este caso, radica en que es él mismo quien los cuenta.
Para dar todos los golpes que se relatan en la docuserie —y algunos más—, el Sapo no trabajaba solo. Uno de sus fieles colaboradores fue el butronero Ángel Suárez Flores, conocido como Casper. Juntos, eran los ladrones más temidos de la historia de España. Algunos de sus robos más relevantes —relatados en la docuserie— fueron el del banco de Tecla y el de los cuadros de Esther Koplowitz.
Los desenlaces de ‘Casper’ y ‘Sapo’
Después de numerosos golpes, la justicia iba detrás de los dos ladrones más temidos de España. Y mientras que el Sapo consiguió librarse de la cárcel la mayor parte del tiempo —pasando solo tres años y medio en ella a pesar de sus 30 páginas de procedimientos judiciales—, Casper no tuvo tanta suerte. A pesar de que durante 20 años se ganó su apodo por parecer un fantasma cada vez que llegaba la hora de su detención, finalmente le capturaron. En 2011, Ángel Suárez Flores fue detenido en su domicilio y llevado a prisión, donde tendría que cumplir una condena de 89 años.
Según cuenta a elcierredigital.com uno de los presos que convivió con Casper en la prisión madrileña de Soto del Real, “Casper era un preso conocido por ser muy generoso. Les daba el peculio al resto de presos y controlaba el economato”, explica, haciendo referencia a la capacidad de liderazgo del delincuente.
A pesar de su elevada condena a prisión, Casper solo pasó 10 años en la cárcel a causa del cáncer que comenzó a padecer a finales del año 2020. Se le permitió salir de la prisión de Soto del Real (Madrid V) el 2 de enero de 2021 para que pudiese tratarse la enfermedad. Sin embargo, Casper no pudo disfrutar durante mucho tiempo de la libertad, ya que murió por una infección causada por una bacteria que entró en su organismo mientras recibía un trasplante de médula. Tenía 61 años.
Por su parte, el Sapo fue detenido en el año 2020 en Marbella, aunque los hechos por los que la policía de la Costa del Sol le arrestó no tenían relación con algunos de sus grandes golpes. Sapieha fue detenido por estafar un millón de dólares durante una operación de compraventa de oro en Kenia. Sin embargo, fue puesto en libertad.
Actualmente, tal y como se ve en el true-crime, “vive en Kenia y se dedica al negocio del oro, tiene una fundición de oro de la que se habla en el capítulo cuatro”, explicaba el director y guionista de la docuserie, Nacho Medina, a elcierredigital.com.
‘Casper’, el butronero detallista
Ángel Suárez Flores nació un 9 de marzo de 1959 y emigró junto a su familia, siendo pequeño, a Bélgica. En 1991 todavía seguía viviendo allí, aunque no tardó mucho en marcharse por causas relacionadas con el tráfico de drogas.
Pero aún viviendo en Bélgica, Casper ya empezó a ser conocido por las autoridades españolas. En 1986 fue fichado, en Málaga, por tráfico de drogas. En 1995, en Madrid, donde fue capturado y acusado por el mismo delito, y también en 1997. Pero fue puesto en libertad y dio un giro a su carrera delictiva centrándose en delitos de “cuello blanco”, cuyas penas, en caso de ser atrapado, son menores y los beneficios obtenidos si funciona el plan son importantes. Casper se reinventó como butronero.
Pero Ángel Suárez Flores no era un butronero cualquiera, era detallista, sofisticado y generoso en la compra de material a la hora de preparar el plan. Compras de máquinas de 12.000 euros, contratos a especialistas en la materia y sistemas electrónicos para inhibir las alarmas eran algunas de las señas de identidad que calificaron sus robos. De hecho, su banda fue la primera que usó en España perforadoras con brocas diamantadas para abrir las cámaras acorazadas.
Como butronero fue investigado por el robo en el Banco Popular de Yecla (Murcia) donde se llevaron, en la nochebuena de 1998, un botín de unos cuatro millones y medio de euros. Pero las autoridades no pudieron demostrar que el trabajo era suyo como tampoco el butrón que sufrió otra entidad bancaria de Murcia capital. Este robo es contado por su compañero, el Sapo, en el primer capítulo del documental Sapo, S.A. Memorias de un ladrón. Según Sapieha, el botín superó los 16 millones de euros.
El robo de los cuadros de Esther Koplowitz
Otro de los golpes que el Sapo relata en el documental es el robo de los cuadros de Esther Koplowitz, una multimillonaria que poseía una colección de arte en España de pintores de renombre, tales como Sorolla o Goya. Tuvo lugar en 2001 pero, como relató a elcierredigital.com Nacho Medina, guionista y director del documental, el Sapo pasó “tres años planeando el robo y consiguió engañar y llevarse a su terreno a una persona que vigilaba la casa de Esther Koplowitz. Se ganó su confianza y consiguió sacarle cuando se iban de vacaciones”.
Esta confianza, según se pudo descubrir en las investigaciones del caso, se forjó a base de regalos y sobornos con los que el dúo de Casper y el Sapo, los ladrones más temidos de España, obsequiaban al vigilante de la casa. De esta forma, pudieron entrar y llevarse 17 cuadros y dos esculturas sin forzar ni una cerradura.
La policía buscó los cuadros sin descanso y, finalmente, tuvieron suerte cuando le tendieron una trampa. Un tal Mr. Mike se hizo pasar por un comprador de cuadros sin escrúpulos —alentado por la policía en colaboración con el FBI— y tanto el Sapo como Casper picaron el anzuelo.
El Sapo acudió a la cita con 'Las tentaciones de San Antonio', de Brueghel, debajo de brazo y envuelto en unas bolsas negras de basura, por el que los falsos compradores iban a pagar un millón de dólares. En total, iban a pagar doce millones por diez cuadros. Los otros siete iban a venderlos a un mafioso de Europa del Este.
La denominada ‘Operación Cuba’ culminó con la detención de los cerebros de la trama y la recuperación de diez de los cuadros robados. Todos los detenidos aceptaron una condena pactada de un año de cárcel tras llegar a un acuerdo con el fiscal, por el robo de los cuadros. Para la organización de Casper aquel fue el comienzo del fin, después de veinte años de eludir a la policía que perseguía la banda por numerosos delitos.
Los delitos por los que fue acusado Casper
Once años después de este golpe, en 2012, el juez Eloy Velasco procesó a Casper por medio centenar de delitos, junto a otros 27 miembros de su organización. Entre todos se les acusó de más de 450 delitos como tráfico de drogas, secuestro, lesiones, robo con violencia, mutilación o amputación de miembros, extorsión, tenencia ilícita de armas, allanamiento de morada, asociación ilícita, blanqueo de capitales o contra la salud pública.
Casper fue condenado a 89 años de cárcel. La organización que había montado se había especializado en dar vuelcos, es decir, robar cargamento de droga a otros narcos con métodos extremadamente violentos para revenderla. Casper estuvo en prisión provisional desde el 14 de mayo de 2011 por liderar la banda.
Durante el juicio, Casper reconoció haber cometido delitos de "cuello blanco", pero insistió en que no era responsable de ordenar secuestros ni malos tratos. "Nunca en mi vida he participado en un hecho violento", llegó a decir durante la vista oral.
Más noticias: