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Hombre con gafas redondas y barba corta, vestido con una camiseta azul, mirando a la cámara en un entorno urbano.
INVESTIGACIÓN

Los dos Juan Carlos. De Monedero a Borbón: regularización fiscal

El Rey Emérito Juan Carlos I sigue la senda marcada hace cinco años por otro Juan Carlos, en este caso Monedero.

Juan Carlos I trata de regularizar su situación fiscal en España y para ello ha realizado una declaración de la renta complementaria y voluntaria que regularizaría el ingreso de unos dos millones de euros aproximadamente. Para ello ha tenido que pagar 678.000 euros, que incluye recargo e intereses de demora. Estos ingresos corresponderían a ingresos obtenidos desde su abdicación en 2014 y durante los últimos cuatro años fiscales. Ahora solo faltaría por explicar las cantidades donadas a familiares, como sus nietos Victoria Federica y Froilán.

El Rey Emérito trataría así de acercarse a Zarzuela para que le permitieran volver a Madrid y pasar la nochebuena en casa de su hija Elena, su mayor y a veces único apoyo en sus peores momentos. Después, los planes del Rey Juan Carlos pasan por visitar Sanxenxo y más tarde la costa estadounidense de Florida o República Dominicana, todavía no lo ha decidido. De esta manera el círculo se completaría, del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause al coronel Nicolás Murga Mendoza, ayudante de campo del Rey, y luego mediante una donación, que tiene en Madrid un tipo impositivo muy bajo, al menos en donaciones de familiares que están bonificadas con el 99 por ciento. Lo que ocurre es que los ingresos hay que declararlos igualmente.

De esta manera el método del Rey Emérito no difiere en nada de lo que hizo Juan Carlos Monedero con el dinero cobrado por el trabajo de asesoramiento en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua en 2015, un total de 425.000 euros. Entonces Podemos calificó aquel gesto casi como de heroicidad. No pasará lo mismo con el Rey Emérito.

En este caso el propio implicado se justificó diciendo que Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda entonces, quería "meterle miedo", aunque finalmente realizó la declaración complementaria para evitar una inspección de la Agencia Tributaria. Lo mismo que ha hecho el Rey Emérito al no haberse iniciado la inspección, ya que una vez puesta ésta en marcha no habría podido hacerlo.

En el caso de Monedero sabemos que los  425.150 euros habían sido facturados por su empresa Caja de Resistencia Motiva 2 por asesorar en 2010 a políticos de Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Ecuador sobre la creación de una divisa única para América Latina. El problema es que esa cantidad fue facturada como sociedad y no como persona física. De este modo, el fundador de Podemos abonó en impuesto de sociedades menos de la mitad (70.000 euros) de lo que correspondería por IRPF (176.000).

Tras la regularización, Monedero quedó exonerado de un delito fiscal por el importe defraudado -puesto que no hubo inicio formal de actuaciones judiciales o requerimiento. Lo mismo que podría ocurrir ahora con Juan Carlos I.

Hombre de traje y corbata sentado frente a una mesa con un fondo azul y líneas de colores.
Javier Sánchez-Junco, abogado del Rey Emérito. | ElCierreDigital

En el caso del Rey Emérito Juan Carlos I la declaración complementaria ha sido presentada "sin requerimiento previo",  y para pagar unos ingresos no declarados. La deuda, que ya ha satisfecho, ha sido de 678.393,72 euros. Esto se corresponde con una regularización aproximada de 1.700.000 euros, algo menos, que serían los ingresos que ahora declara, aunque en realidad es casi imposible conocer la cantidad exacta porque la cantidad pagada incluye intereses y recargos, tal y como ha informado su abogado, Javier Sánchez-Junco.

La cantidad real oscilaría entre 1.700.000 y 2.200.000 euros ingresados entre 2016, 2017 y 2018. Los impuestos se corresponderían al 34 por ciento por donaciones, el 20 por ciento de recargo de lo que tendría que pagar y un 3,75 anual durante tres años que es interés oficial de demora. Pero sin conocer los conceptos es casi imposible saber con exactitud esa cantidad. Su "entorno" habla del 60 por ciento de pago en deuda, lo que tampoco es real, ya que suman conceptos sobre la cantidad total y no sobre la deuda a satisfacer.

Sí parece claro que todo ese dinero habría sido recibido del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause y que Juan Carlos I habría gastado usando presuntamente como testaferro a un coronel del Ejército del Aire y ayudante de campo, Nicolás Murga Mendoza.

De esta manera, el anterior Jefe del Estado se acoge al artículo 305.4 del Código Penal que establece que "se considerará regularizada la situación tributaria cuando se haya procedido por el obligado tributario al completo reconocimiento y pago de la deuda tributaria, antes de que por la Administración Tributaria se le haya notificado el inicio de actuaciones de comprobación o investigación tendentes a la determinación de las deudas tributarias objeto de la regularización o, en el caso de que tales actuaciones no se hubieran producido, antes de que el Ministerio Fiscal, el Abogado del Estado o el representante procesal de la Administración autonómica, foral o local de que se trate, interponga querella o denuncia contra aquél dirigida, o antes de que el Ministerio Fiscal o el Juez de Instrucción realicen actuaciones que le permitan tener conocimiento formal de la iniciación de diligencias".

Todavía el Tribunal Supremo investiga la cesión o donación de ese dinero por parte del empresario mexicano al monarca para gastos particulares, tanto para él como su familia, que fueron canalizados a través del coronel Murga Mendoza. El Ministerio Público investiga la posible comisión de un delito contra la Hacienda Pública y otro de blanqueo de capitales. Tras el movimiento del monarca, accediendo a efectuar una regularización fiscal, esta investigación será previsiblemente archivada.

Además, Javier Sánchez-Junco, abogado de Juan Carlos I, aprovechó la ocasión para comunicar que el Rey Emérito "continúa, como siempre lo ha estado, a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportunos".

Es evidente que el Rey Juan Carlos quiere volver a España con la cabeza alta y que en Zarzuela, a donde quiere regresar, le den una segunda oportunidad. Aunque de momento la Casa Real le ha ofrecido otros tres domicilios donde residir, ninguno cerca de Felipe VI, al menos todavía. También se sabe que el Emérito ha declinado las tres ofertas.

➡️ Investigación

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