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Tres hombres en una imagen en blanco y negro, dos de ellos con uniformes militares antiguos y el tercero con una gorra moderna que dice "ICON".
INVESTIGACIÓN

Los antecedentes ‘juerguistas’ borbónicos de Froilán

El tatarabuelo del hijo de la infanta Elena también era conocido por ser uno de los pioneros del cine X en España

El nombre de Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón es uno de los habituales de la prensa rosa. Es bien sabido por los españoles que al nieto de Juan Carlos I le gusta la fiesta y el mundo de la noche. Un mundo que le trae mala publicidad ya que, de algún modo, consigue ubicarse en el centro de la polémica cada vez que efectúa una de sus salidas nocturnas.

La última de ellas tuvo lugar después de que Froilán regresase de Emiratos Árabes, a donde había acudido a visitar a su abuelo. El nieto del emérito estaría planteando marcharse al país árabe de nuevo para quedarse hasta el verano, tal y como ha podido saber elcierredigital.com. Fuentes del medio Libertad Digital afirmaban que “no quiere estar en España porque siempre le están relacionando con problemas”.

De hecho, a su vuelta a España es eso con lo que se ha encontrado. Se vio a Froilán el día 31 de enero en un bar de copas de Chamberí y el día 5 volvió a ser localizado, pero esta vez en polémicas circunstancias. Y es que el sobrino del Felipe VI se encontraba en un after ilegal en el barrio de Azca, en la calle Orense, que fue intervenido por la Policía por exceso de aforo. Ocupaban el local 229 personas cuando solo podían permanecer en él 99; entre ellas había menores. Además, en el recinto había estupefacientes tales como la cocaína rosa, que consumían los allí presentes.

Comentan fuentes del entorno de Froilán a elcierredigital.com que durante su estancia en Abu Dabi su abuelo le dio “muchos consejos” y que le contó “anécdotas”. Aunque la conversación entre ambos no trascienda, no sería difícil que el emérito, también envuelto en escándalos de tanto en tanto —un ejemplo es su historia con Corinna Larsen y la polvareda que levantó la emisión de su podcast—, aconsejara a su nieto el mejor modo de sobrellevar los escándalos a los que se enfrenta de noche.

Dos personas conversando de cerca, una de ellas usando gafas de sol.
Juan Carlos I y Froilán. | El Cierre Digital

Lo cierto es que ni Froilán ni Juan Carlos I han sido los primeros borbones cuyas aficiones y gustos han sido la comidilla de la prensa. Y es que dos de sus antepasados más recientes, los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII también son recordados por sus aficiones nocturnas y amorosas.

Alfonso XII y sus escapadas nocturnas

Fue a mediados de 1800 cuando nació Alfonso XII. El padre de Alfonso XIII murió prematuramente a los 27 años, pero durante todo este tiempo hizo alarde de su afición por el mundo nocturno.

Al monarca le gustaba disfrutar de la cultura en el teatro y la ópera, pero también del juego. Ya fueran partidas de billar o de naipes, Alfonso XII mantenía las noches ocupadas con sus aficiones. Según uno de sus educadores, el monarca tenía “vehemencia” por los “placeres que le agradaban”.

Aunque Alfonso XII no solo era conocido por su extensa vida de ocio nocturno, sino también por sus escándalos sexuales y amantes. De hecho, para el historiador valenciano Norberto Mesado, Alfonso XIII, considerado hijo póstumo de Alfonso XII y María Cristina de Habsburgo-Lorena, sería uno de los bastardos del rey con una de sus amantes. Según el historiador, el abuelo del rey Juan Carlos I es hijo de una mujer de las Alqueries, un municipio de Castellón, y no de la reina María Cristina.

Alfonso XIII y sus amantes

Nacido el 17 de mayo de 1886, Alfonso XIII fue proclamado rey el mismo día de su nacimiento. Reinó bajo la regencia de su madre hasta 1902. Desde joven, Alfonso fue educado en la doctrina católica y liberal para ser rey y soldado. En el contexto del alejamiento entre la España oficial y la España real, los intentos de regenerar España tras el desastre de 1898 y la constitución de 1876, el Rey intervenía en asuntos políticos.

En el plano personal —y como casi todos los borbones—, Alfonso XIII heredó la lujuria desenfrenada de sus antepasados. Por ello no sorprende que sus médicos hablasen de una “satiarasis congénita”, o sea, una ninfomanía masculina. El número de amantes que tuvo es incontable, ya que mantuvo relaciones con mujeres de toda clase y condición, con una especial predilección por las artistas y cantantes.

Entre sus conquistas se encuentran grandes artistas de la época como la Chelito, Raquel Meller, Pastora Imperio o incluso la mismísima Mata Hari. En sus viajes y escapadas amorosas por las grandes ciudades europeas solía hacerlo de incógnito, presentándose como duque de Toledo, identidad que le permitía sumergirse tanto en los bajos fondos de las ciudades, como en las fiestas de más alta alcurnia.

Una mujer con un vestido elegante y un gran sombrero adornado con plumas, sentada en una silla y mirando hacia un lado.
Raquel Meller. | El Cierre Digital

Su primer amorío conocido, nada más acceder al trono, lo tuvo con una famosa cantante del teatro Eslava, conocida como Julia Fons. Aunque en esos primeros años de fogosa juventud, su relación más polémica la tuvo con una de las mujeres más bellas de Europa, la francesa Melanie de Vilmorin, mujer casada, con la que tuvo un hijo ilegítimo. Aunque ella siempre adujo que jamás había engañado a su marido, ya que "los reyes no contaban".

Pero de todas las amantes de Alfonso XIII, solo una llegó a ocupar un lugar importante en su corazón, su nombre, Carmen Ruiz de Moragas, a la que el rey apodaba cariñosamente 'Neneta', ya que su relación, aunque con altibajos, se prolongó durante más de tres décadas. Alfonso XIII estuvo tan locamente enamorado de ella que buscó anular su matrimonio con Victoria Eugenia para convertirla en su reina.

De su relación con Carmen Ruiz de Moragas nacieron dos hijos: María Teresa, que murió muy joven, y el famoso Leandro de Borbón, personaje muy popular de nuestra televisión, que nunca dejó de pelear por que reconociesen su linaje real. Con ellos formó una familia paralela a la que siempre amó, siendo de los pocos bastardos reales a los que quiso reconocer.

Pionero del cine X

La vida sexual del monarca Alfonso XIII no solo le llevó a que se hablase de sus múltiples amantes sino también a convertirse en uno de los pioneros del cine X en España. El rey era aficionado a la fotografía y al cine, las nuevas artes que pujaban con fuerza recién empezado el siglo XX. Y casi al mismo tiempo que nació el cine lo hizo el registro fílmico de las actividades sexuales. Alfonso XIII, no contento con las piezas del prehistórico cine X que se traía de Francia, país entonces más aperturista que la católica España, decidió producir él mismo las películas que quería ver.

Fue el historiador cinematográfico Romá Gubern quien descubrió esta peculiar faceta de mecenas artístico del monarca, que utilizaba como intermediario al conde de Romanones, quien encargó a los hermanos Ramón y Ricardo Baños, dos pioneros del cinematógrafo en España, la filmación. Las cintas se rodaron en 1915 y 1925 y se rodaron en el barrio chino de Barcelona.

Una mujer y un hombre vestidos con ropa de época, interactuando en una habitación decorada con un cuadro y una ventana con cortinas.
Fotograma de 'El Confesor', una de las películas porno producidas por Alfonso XIII. | El Cierre Digital

De las cintas producidas por orden real sólo han sobrevivido tres: 'El Confesor', 'Consultorio de señoras' y 'El Ministro'. Los guiones, que no eran precisamente un prodigio de sutileza, estaban realizados por el propio Alfonso XIII.

Estos filmes eran desconocidos para la sociedad española y se mantenían ocultos en un convento valenciano donde se encontraron en los años 90. La Generalitat valenciana restauró las cintas y hoy se conservan en la Filmoteca de la Ciudad del Turia. Las películas, incluso, se han editado en vídeo y DVD.

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