Jesús Figón, comisario español condenado a nueve años en Brasil por matar a su esposa

Jesús Figón, comisario del Cuerpo Nacional de Policía, ha sido condenado por la Justicia de Brasil a 9 años, 4 meses y 15 días de prisión por el asesinato de su esposa, Rosemary Justino Lopes, de nacionalidad brasileña, con la que vivía en la ciudad de Vitória (capital del Estado de Espirito Santo). El homicidio se produjo cuando Figón se encontraba destinado en Brasil, como “agregado de Interior en la Embajada española”. Por ese motivo no llegó a ser detenido, al beneficiarse de su inmunidad diplomática.

Este jueves, Jesús Figón, residente en España, ha sido declarado culpable de un “delito de homicidio simple” por el tribunal del Estado de Espírito Santo, según ha confirmado A Gazeta.  En los inicios la Fiscalía pedía 11 años de cárcel, aunque la pena ha sido rebajada a nueve años tras considerar el tribunal que Figón “actuó por emoción violenta después de una provocación injusta de la víctima”, según confirmó el representante del Ministerio Público Leonardo Augusto Cezar.

Qué sucedió el día del asesinato

El 12 de mayo de 2015, Jesús Figón se entregaría a la policía local de Vitória confesando el asesinato de su esposa en medio de una discusión. Rosemary Justino Lopes, de 50 años, había sido asesinada tras recibir cinco heridas de arma blanca.

En su defensa, el comisario alegó que cuando llegó a su domicilio, su mujer se encontraba dormida y que al despertarse le atacó con un cuchillo. Durante la pelea, Rosemary acabó muerta. Un matrimonio que había tenido lugar en España y que, tras treinta años casados, acabó con la muerte trágica de la mujer a manos de su pareja.

Sentencia

La sentencia de la Primera Vara Criminal de la Comarca de Vitória fija que Figón pretendió  alterar la escena del crimen para liberarse de responsabilidad. “El acusado es licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca y tiene el más alto rango de Policía (en Brasil equivaldría al de coronel de la Policía Militar), habiendo ocupado el puesto número 4 del escalafón en un Cuerpo de 80.000 agentes. Eso significa que toda la alteración de la escena del crimen fue minuciosamente pensada por el acusado, profundo conocedor y experto en investigación criminal”, acoge el fallo, al que algunos medios han podido acceder.

Un día después del asesinato, José Manuel García Margallo, ministro de Exteriores en ese momento, anunció que “España renunciaría a la inmunidad diplomática de la que gozaba Figón si se confirmaba que la investigación era por un crimen machista”. La inmunidad, aclaro el ministro español, “en ningún caso puede servir de coartada en hechos tan deleznables como los que se están investigando allí”.

La verdad, es que Figón en ningún momento fue desestimado como “máximo representante del Ministerio del Interior en Brasil”, además de que España solo retiró la “inmunidad de jurisdicción”, un acto que posibilitó al país sudamericano llevar a cabo la investigación y juzgar al comisario español. Al conservar la “inmunidad de ejecución”, el policía pudo ser trasladado a España para cumplir así  la pena, según establece las  Instituciones Penitenciarias, sin poner un solo pie en una cárcel brasileña.

Otros beneficios que mantuvo: 11.000 euros mensuales

A pesar de haber cometido el crimen, Jesús Figón mantuvo su función como consejero de Interior de la Embajada española en Brasil, cobrando su sueldo íntegro de unos 11.000 euros brutos mensuales. Su situación tampoco fue modificada cuando, cuatro meses después del presunto homicidio, la Fiscalía brasileña presentó una acusación formal, en septiembre de 2015.

En el momento de su jubilación, el 23 de enero de 2016, Figón no podía seguir beneficiándose de su inmunidad diplomática en Brasil, por lo que, gracias a que el departamento que dirigía entonces Jorge Fernández Díaz propuso nombrarle “consejero asesor” de la Embajada en materia de Interior, pudo mantener su inmunidad. En estos momentos Exteriores aceptó, por lo que Figón pudo mantener su condición de “agente diplomático” una vez jubilado. El trabajo de Figón, según confirmaron fuentes policiales a elDiario.es, consistía en “asesorar a su sucesor”. Figón regresó a España en el año 2019. 

En estos momentos, la Fiscalía brasileña ha confirmado que aún no va a ser comunicada oficialmente a la Justicia española el fallo porque cabe la posibilidad de  recurso. La defensa de Figón ya ha pedido la documentación necesaria para poder presentarlo. Por el momento, quedan tres instancias a las que pueden apelar en Brasil: el Tribunal de Justicia (TJ), el Superior Tribunal de Justicia (STJ) y del Supremo Tribunal Federal (STF). El imputado, Jesús Figón, ha estado presente en el juicio, que se prolongó durante dos días, a través de videoconferencia.